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Los alimentos que debes incluir en tu dieta para reducir la inflamación (y 28 recetas para que brillen)

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Los alimentos que debes incluir en tu dieta para reducir la inflamación (y 28 recetas para que brillen)

Los procesos inflamatorios en nuestro cuerpo pueden originarse a partir de enfermedades o bien, conducirnos a las mismas si perduran en el tiempo. Una dieta adecuada puede ser de gran ayuda para prevenir su desarrollo y algunos alimentos son de utilidad para reducir la inflamación naturalmente en el cuerpo.

Cuando entrenamos intensamente y tenemos agujetas, en los días previos a la menstruación o si sufrimos artritis por ejemplo, podemos sacar provecho a los siguientes alimentos que ayudan a reducir la inflamación naturalmente en nuestro cuerpo:

Aceite de oliva extra virgen

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Según un estudio publicado en 2014, el aceite de oliva extra virgen es poseedor de valiosos polifenoles entre los que se encuentra el oleocanthal, un compuesto con efecto antiinflamatorio en nuestro organismo que incluso podría tener una acción semejante al ibuprofeno.

Aunque su consumo no sustituye a un fármaco antiinflamatorio como el antes mencionado, sí puede ser de ayuda su inclusión en la dieta habitual como parte de aliños varios, conservas caseras, aperitivos, ensaladas o salteados.

Pescado azul o graso

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El pescado azul o con alto contenido de grasas, es una excelente fuente de omega 3 que en personas con artritis reumatoidea ha demostrado tener efecto antiinflamatorio.

Y si bien el estudio antes citado se realizó con suplementos, se sabe que ingerir omega 3 en cápsulas no es más efectivo que su consumo mediante alimentos.

Por ello, recomendamos la ingesta de pescado graso o azul al menos dos veces a la semana como parte de preparaciones varias como una caballa al horno con hortalizas asadas, ensalada de taquitos de salmón, aguacate y lima, tarta de tomates y anchoas, coca fina integral de sardinas y pimiento o un sándwich de atún.

Jengibre

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Según un estudio publicado en Journal of Medicinal Food, el jengibre inhibe la síntesis de prostaglandinas en nuestro cuerpo, por lo que puede prevenir o reducir los procesos inflamatorios.

Con jengibre podemos preparar infusiones o saborizar platos varios como un bizcocho, un curry vegetariano, unas galletas, una crema de zanahorias ideal para el otoño o unas brochetas de cerdo con piña.

Cúrcuma

Curcuma

Como señalan científicos estadounidenses la cúrcuma por su contenido en curcumina es capaz de reducir de diferentes formas procesos inflamatorios.

Podemos usar cúrcuma par dar sabor, aroma y color a diferentes recetas tales como un batido o lassi de pomelo, un bizcocho integral, una frittata con higos y queso de cabra o un sabroso pollo al curry.

Cebolla

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Según una investigación de la revista Nutrition la quercetina contenida en la cebolla posee efectos antiinflamatorios y antioxidantes, por lo que puede ofrecer muchos beneficios al organismo.

Con cebolla podemos añadir mucho sabor a platos diversos, por ejemplo, podemos sumarla a una tarta, una tortilla de patatas, una sartenada de setas y langostinos, un salteado de arroz integral o un guisado de lentejas.

Uvas rojas

Uvas

El vino tinto que se elabora a partir de uvas siempre se ha considerado beneficioso por un potente polifenol denominado resveratrol. Sin embargo, debido a su contenido en alcohol se desaconseja su consumo y en su reemplazo podemos consumir la uva roja como tal o bien, el zumo de uva.

Las uvas rojas poseen también este potente compuesto fenólico que ha demostrado tener propiedades antiinflamatorias y así, ayudar a prevenir diferentes enfermedades. Por eso, podemos incluirlas en ensaladas, salsas para carnes o un pastel.

Estos son los alimentos con efecto antiinflamatorio que pueden ayudarnos a reducir dolencias o prevenir enfermedades naturalmente.

Imagen | Pixabay y Pexels


La dorada salvaje está en plena temporada (y es mucho más sabrosa que la de cría): cómo sacarle el máximo partido

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La dorada salvaje está en plena temporada (y es mucho más sabrosa que la de cría): cómo sacarle el máximo partido

Gracias a la acuicultura estamos habituados a disponer de dorada todo el año, pero es en pleno otoño cuando podemos encontrar este versátil pescado en su mejor momento de la temporada. La temporada de pesca suele arrancar al final del verano y noviembre es un mes estupendo para encontrar ejemplares de buen tamaño y muy sabrosos.

Es habitual comparar las doradas con la lubina -casi se utilizan de forma intercambiable en la cocina-, a pesar de que tienen un aspecto muy distinto y que se asemeja mucho más al besugo. La dorada salvaje es un verdadero manjar que merece la pena disfrutar ahora, antes de que su precio se dispare aún más cuando se acerquen las fechas navideñas.

La dorada salvaje, un pescado semigraso lleno de sabor

De forma ovalada y cuerpo comprimido, la dorada salvaje se llama así por la franja que suele presentar sobre los ojos. Es un pescado que suele comercializarse en ejemplares que rondan el kilo de peso, aunque pueden encontrarse aún más grandes, alcanzando hasta los tres o cuatro kilos.

Conocida también como zapatilla o zapata, la dorada habita en aguas del Atlántico y del mar Mediterráneo, en aguas poco profundas. La pesca comercial se concentra sobre todo en los meses de otoño, antes del frío invernal, pues es un animal que prefiere aguas más cálidas.

Doradas

Es un pescado muy popular y muy consumido sobre todo en nuestro país, pero al tener una estacionalidad corta gran parte de la producción se garantiza a través de la crianza de acuicultura. Las doradas de cría suelen ser más pequeñas y mucho menos sabrosas, con una carne más blanda y suave.

Nutricionalmente destaca como fuente de proteínas de alta calidad, pocas grasas, vitaminas A y del grupo B, y minerales como potasio, fósforo, magnesio y calcio. Aporta moderadas calorías, sobre todo teniendo en cuanta las técnicas de preparación más frecuentes con las que se cocina.

Consejos para comprar las mejores doradas

Cualquier pescado a la venta tiene que cumplir con la normativa vigente en cuanto a etiquetado, presentación y conservación. Si tenemos dudas sobre el origen de las doradas en nuestra pescadería, solo tenemos que leer su ficha correspondiente o solicitar información al personal para resolver cualquier duda.

Dorada

En cualquier caso, las doradas salvajes se suelen diferenciar de las de cría, incluso a simple vista. En primer lugar, son más caras; además suelen presentar tamaños más irregulares entre los distintos ejemplares, con algunos pescados que pueden llamar la atención por su gran tamaño.

Las doradas de criadero tienen, normalmente, las aletas pectorales mucho más cortas; si llegan casi hasta la parte posterior, probablemente se trate de un ejemplar salvaje. Otra pista es la franja dorada de la cabeza que les da nombre, menos reconocible en los animales de acuicultura.

Como siempre, a la hora de comprar pescado de calidad hay que fijarse en que presente un aspecto saludable, con la piel tersa y carne firme, ojos brillantes, nunca hundidos, y sin marcas de golpes o manchas extrañas.

Las mejores formas de cocinar la dorada

Por sus características, la dorada admite multitud de preparaciones, si bien las más tradicionales son al horno y a la sartén. También resulta excelente para elaboración más ligeras como el vapor o el papillote. Ya que invertimos en ejemplares salvajes, merece la pena apostar por preparaciones que destaquen su sabor y textura, sin muchas florituras: al horno, a la brasa o plancha, o cruda.

Dorada al Grill

A la hora de asar la dorada conviene proteger la carne para no secarla demasiado, por eso una buena técnica es cocinarla a la sal, de la misma forma que haríamos la típica lubina. Lo más fácil es pedir en la pescadería que dejen el pescado entero pero limpio, abierto en forma de libro, incluso conservando la cabeza para dar más sabor durante el horneado.

La dorada se puede así rellenar con verduras, marisco o una picada de frutos secos, hierbas o frutas cítricas, que también se pueden colocar por encima de la piel para aromatizarla. Para tener un plato completo sencillísimo, no hay más que cocinarla sobre una cama de verduras o patatas cocinadas previamente, en el mismo horno o fritas.

Dorada a la Plancha

Los ejemplares más pequeños se pueden despiezar en filetes limpios para cocinar a la plancha, dejando la piel bien crujiente, o en crudo para preparar un carpaccio, ceviche, tiraditos, sushi o sashimi. También es un pescado adecuado para cocinar arroces marineros, calderetas de pescado o sopas y guisos. Asimismo, ofrece estupendos resultados sobre brasas, a la parrilla o a la barbacoa.

Es un pescado muy versátil que combina bien con todo tipo de guarniciones, aderezos y salsas, desde la clásica bilbaína hasta escabeches, vinagretas, aromas cítricos, frutos secos o verduras mediterráneas. Pero, como ya hemos comentado, si el pescado salvaje es de calidad, no necesita mucho más para disfrutar de todo su sabor.

Tres recetas para disfrutar de la dorada en cualquier ocasión

Dorada rellena de setas

Dorada rellena de Setas
  • Ingredientes para 4 personas. 1 kilo de dorada, 1 diente de ajo, 400 g de setas variadas, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto, tomates cherry y patatas fritas u horneadas para la guarnición.
  • Elaboración. Pedimos al pescadero que nos saque los lomos de una dorada, -o que nos la abra como un libro sin espinas-. Salamos y reservamos. Cortamos las setas más grandes en trozos y las salteamos en una sartén con tres cucharadas de aceite y un diente de ajo muy picado. Reservamos. En la bandeja del horno pincelada con el aceite de las setas, colocamos uno de los filetes de dorada con la piel abajo. Lo cubrimos con las setas y tapamos con el otro lomo. Horneamos durante unos 15 minutos a 180º C con calor arriba y abajo. Apagamos el horno y dejamos reposar dentro 3-4 minutos para que se reparta bien el calor por toda la dorada y servimos con la guarnición.

Más detalles en la receta completa.

Dorada a la marsellesa

Dorada a la Marsellesa
  • Ingredientes para 2 personas. 500 g de dorada o 2 ejemplares de ración, abiertas y limpias o en filetes, 1 cebolla morada en juliana fina, 2 dientes de ajo, 2 tomates en rodajas gruesas, 1 cucharada de alcaparras, 2 anchoas, 1-2 cucharadas de aceitunas negras sin hueso, 1/2 limón, 150 ml de vino blanco, orégano, perejil, pimienta negra, sal y aceite de oliva virgen extra.
  • Elaboración. Precalentar el horno a 200º C y engrasar una fuente de horno con aceite. Disponer la cebolla en el fondo de la fuente. Picar el diente de ajo con las anchoas y agregarlos. Colocar los tomates también sobre la cebolla. Salpimentar y agregar un poco de orégano. Hornear durante 10-15 minutos, hasta que la cebolla empiece a estar tierna. Salpimentar las doradas y colocarlas encima de las verduras. Regar con el zumo de limón, el vino blanco y repartir por encima las alcaparras y aceitunas cortadas en rodajas. Hornear unos 10 minutos más y servir con orégano y perejil.

Más detalles en la receta completa.

Dorada al horno con patatas

Dorada al Horno con patatas
  • Ingredientes para 2 personas. 500 g de dorada limpia entera, 2 patatas peladas y cortadas en rodajas panadera, 10 cebollitas francesas, 1 diente de ajo, zumo de 1 limón, 1 guindilla, sal al gusto y aceite de oliva virgen extra.
  • Elaboración. Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos las patatas ligeramente sin que lleguen a dorarse; retiramos a un plato con papel absorbente. Bajamos el fuego al mínimo y hacemos las cebollitas, casi como si se confitasen, 15 minutos. Escurrimos y retiramos. Calentamos el horno a 180º C con calor arriba abajo sin aire. En una fuente ponemos como base las patatas y las cebollitas y sobre éstas la dorada abierta, que habremos salado. Regamos con aceite de oliva y horneamos unos 15-20 minutos o hasta que esté lista. Aparte en una sartén doramos un diente de ajo laminado con la guindilla, retiramos y vertemos el zumo de limón. En cuanto saquemos la dorada regamos con este refrito y servimos inmediatamente.

Más detalles en la receta completa.

Fotos | Marcho Verch - Emrys Horton
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33 recetas rápidas, fáciles y deliciosas de pescado para cenas ligeras

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33 recetas rápidas, fáciles y deliciosas de pescado para cenas ligeras

Ya estamos pensando en qué recetas vamos a preparar en las próximas fiestas y celebraciones familiares y como viene una época de festines gastronómicos, hemos buscado estas 33 recetas rápidas, fáciles y deliciosas de pescado para que podáis hacer cenas ligeras que compensen los excesos.

Con pescados habituales en todos los mercados como merluza, lubina, salmón y dorada y utilizando técnicas culinarias sencillas, no tendréis problema en seleccionar las recetas que más os apetezcan para que vuestras cenas en casa sean sabrosas pero bajas en calorías.

Recetas fáciles y rápidas con merluza

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La merluza es probablemente el pescado más consumido en nuestro país, y su carne blanca gusta a toda la familia. Si aprovecháis a comprar una merluza entera cuando la veáis en el mercado y la cortáis como os indicamos aquí, podréis preparar muchas recetas con delicias, rodajas, lomos, el cogote o la cola.

Merluza en salsa verde

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  • Ingredientes: 4 rodajas de merluza, 125 g de Cebolla, 2 Dientes de ajo, Vino blanco, 100 ml, Caldo de pescado o fumet, 200 ml, 10 g de Harina de trigo, Aceite de oliva virgen extra, sal, Perejil fresco (en abundancia), 12 Almejas y unos Espárragos blancos en conserva
  • Elaboración: Pelamos y picamos los dientes de ajo y los rehogamos en una cazuela baja con cuidado de que no se quemen (para que no amarguen el resultado final). Añadimos la cebolla rallada y sofreímos a fuego muy suave hasta que esté bien pochada y translúcida. Añadimos la cucharada de harina, removemos bien y rehogamos durante un par de minutos.Vertemos el vino blanco y el caldo, removemos para que no se formen grumos con la harina y dejamos cocer durante diez minutos para que se trabe bien la salsa. Mientras tanto picamos un buen puñado de hojas de perejil fresco y las añadimos a la cazuela junto con las rodajas de merluza, previamente salpimentadas, y las almejas (en caso de usarlas).Para que la merluza se cueza más rápido, tapamos la cazuela y dejamos cocer a fuego medio durante cinco minutos o hasta que las almejas se hayan abierto y la merluza esté lista (esto dependerá del grosor de las rodajas). Escurrimos los espárragos (si los usamos) y los cortamos en tres trozos, decoramos con ellos cada plato antes de servir.

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Albondigas de merluza en salsa verde

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  • Ingredientes: 500 g de merluza, 1 Huevo, 100 ml de Leche, 100 g de Miga de pan, Harina de trigo, Aceite de oliva virgen extra, 1 Diente de ajo, Perejil al gusto, 50 ml de Vino de Jerez, 1 cebolla, 500 ml de Caldo de pescado o fumet y Sal y pimienta al gusto
  • Elaboración: Para formar nuestras albóndigas, cortamos el pescado en tiras y éstas en cuadraditos, picando como si hiciéramos carne picada con la merluza. La colocamos en un bol junto al perejil picado, 1 diente de ajo, la miga de pan remojada con la leche y el huevo, trabajando hasta formar una masa. Formamos unas bolas con la masa, las pasamos por harina y las freímos hasta dorarlas levemente en una sartén con aceite de oliva. Escurrimos las bolas en papel absorbente para retirar el exceso de aceite y las reservamos. Preparamos una salsa picando una cebolla en trozos muy pequeños y los pochamos en aceite de oliva hasta que se ablanden. Añadimos dos dientes de ajo picados y un poco de perejil y lo removemos con la cebolla durante dos minutos. Añadimos el vino de Jerez y dejamos que evapore. Incorporamos 500 ml de caldo de pescado y bajamos el fuego, dejando que se cocine durante 10 minutos. Metemos las albóndigas en el caldo, teniendo en cuenta que el nivel inicial de caldo no debe superar la mitad de su altura y dejamos que se haga el conjunto, dando un suave hervor durante cinco minutos. Tras espolvorear con un poco más de perejil picado, las tenemos listas para servir.

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Rodajas de merluza al microondas

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  • Ingredientes: 4 rodajas de Merluza, 1 Tomate, Aceite de oliva virgen extra un chorrito, Sal y pimienta al gusto y Hierbas provenzales al gusto y un poco de Agua
  • Elaboración: Comenzaremos colocando los lomos de merluza -una vez salpimentados a nuestro gusto-, en una fuente de vidrio o Pyrex, comprobando que sea apta para usar en el microondas. Tened en cuenta que debe aguantar una cocción de unos 4 o 5 minutos a potencia máxima. Seguidamente agregamos un poco de aceite de oliva virgen extra, repartiéndolo por encima de las rodajas de merluza. En la tabla, cortamos el tomate en rodajas de medio centímetro y las colocamos sobre las rodajas de pescado, cubriendo la superficie. Para dar un extra de sabor, espolvoreamos la fuente con un pellizco de hierbas provenzales de vuestro gusto. Yo usé una mezcla de tomillo, eneldo y orégano, pero podéis usar las que tengáis o las que más os gusten. Para terminar, añadimos cuatro o cinco cucharadas de agua y metemos la fuente en el horno microondas, para que se cocine a máxima potencia durante 4 minutos. El tiempo exacto dependerá del modelo de microondas que tengáis y del grosor de las rodajas de merluza. Para más seguridad podéis cocinar las rodajas de merluza 2 minutos por un lado y luego darles la vuelta y hacerlas otros 2 minutos por el otro lado, aunque seguro que os quedarán bien si las hacéis 4 minutos por un solo lado. Sobre ellas, el tomate se habrá cocinado perfectamente y quedará como si lo hubierais asado en el horno, pero tened cuidado que quema bastante. Las rodajas de pescado estarán bien jugosas y bien cocinadas. Además, en el fondo de la fuente de vidrio habrán quedado tanto los jugos del pescado como el agua que habrá soltado el tomate, formando de forma natural una salsa muy ligera que hará que este plato esté bien jugoso.

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Otras recetas con merluza

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Recetas fáciles y rápidas con dorada

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Tanto las doradas salvajes como las procedentes de acuicultura son excelentes para preparar en casa ya que su cocción en el horno es breve y quedan siempre jugosas. Podemos prepararlas de muchas maneras pero hemos seleccionado estas por ser las más sencillas y sabrosas.

Dorada al horno con patatas

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  • Ingredientes para 2 personas. 500 g de dorada limpia entera, 2 patatas peladas y cortadas en rodajas panadera, 10 cebollitas francesas, 1 diente de ajo, zumo de 1 limón, 1 guindilla, sal al gusto y aceite de oliva virgen extra.
  • Elaboración. Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos las patatas ligeramente sin que lleguen a dorarse; retiramos a un plato con papel absorbente. Bajamos el fuego al mínimo y hacemos las cebollitas, casi como si se confitasen, 15 minutos. Escurrimos y retiramos. Calentamos el horno a 180º C con calor arriba abajo sin aire. En una fuente ponemos como base las patatas y las cebollitas y sobre éstas la dorada abierta, que habremos salado. Regamos con aceite de oliva y horneamos unos 15-20 minutos o hasta que esté lista. Aparte en una sartén doramos un diente de ajo laminado con la guindilla, retiramos y vertemos el zumo de limón. En cuanto saquemos la dorada regamos con este refrito y servimos inmediatamente.

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Ceviche de dorada

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  • Ingredientes: 4 filetes de dorada, 1 cebolleta mediana, 2 ajos, 4 limas y 1 manojo de cilantro.
  • Elaboración: Empezamos quitando la piel a las doradas. Cortamos un poco con un cuchillo afilado la cola de la dorada con una incisión en diagonal y sin cortar la piel. Ponemos el cuchillo paralelo a la tabla y movemos el cuchillo para separar la carne del pescado de la piel. Después sacamos la zona central que tendrá unas pequeñas espinas. Cortamos la dorada en pequeñas tiras y la ponemos a macerar en un bol con el resto de ingredientes: el zumo de las limas, el cilantro picado, la cebolleta y los ajos picados. Dejaremos unos 30 minutos en frio como mínimo. Sacamos y servimos.

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Otras recetas con dorada

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Recetas fáciles y rápidas con salmón

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El salmón es un pescado graso que gusta mucho a todos porque permite todo tipo de técnicas en su elaboración. A la plancha, al horno, marinado o al papillote, todas las formas de cocinarlo le van muy bien. Recordad que aquí os explicamos como cortar un lomo de salmón para su máximo aprovechamiento.

La receta de salmón más rápida con toque especial y en vídeo

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  • Ingredientes: 2 Salmón fresco en lomos, con piel, Mayonesa 80 g, 1 Clara de huevo, medio Diente de ajo, 1 Limón y sal
  • Elaboración: Encendemos el horno, con calor arriba y abajo, a 200º C. Limpiamos y secamos los lomos de salmón, asegurando que no quedan escamas en la piel. Sazonamos, colocamos en una fuente de horno y reservamos. Pelamos el diente de ajo, rallamos la mitad y lo mezclamos con la mayonesa. Añadimos un poco de ralladura de limón y removemos. Batimos la clara de huevo a punto de nieve. Mezclamos con la mayonesa suavemente, con movimientos envolventes de arriba a abajo para que no pierda el aire incorporado con el batido. Extendemos una capa de la espuma de mayonesa sobre los lomos de salmón, introducimos en el horno y cocemos durante 10 minutos (el tiempo exacto dependerá del grosor de los lomos). Si, una vez hecho el salmón, la superficie no se dorara y quisiéramos darle un poco de color, añadimos un toque de grill final.

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Otras recetas con salmón

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Recetas fáciles y rápidas con lubina

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Las lubinas, tanto las procedentes de pesca tradicional como las de criadero, son blancas y de carne limpia y no tienen espinas complicadas por lo que son excelentes opciones para preparar en casa y disfrutar en familia.

Lubina a la donostiarra

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  • Ingredientes para 2 personas. 2 lubinas de ración limpias enteras, 4 dientes de ajo (más o menos, al gusto), 2 guindillas secas o frescas, 20 ml de vinagre de sidra o de vino blanco, perejil fresco , sal, pimienta negra molida, aceite de oliva virgen extra.
  • Elaboración. Precalentar el horno a 200ºC y engrasar una fuente. Calentar un poco de aceite en una sartén o plancha y dorar la lubina con la piel hacia arriba, unos 3 minutos. Colocar en la bandeja de horno al revés, con la piel hacia abajo. Añadir un poco de pimienta y sal (opcional), llevar al horno durante unos 8-10 minutos o hasta que esté en su punto. Mientras tanto laminar finos los dientes de ajo y picar o cortar en aros la guindilla. Calentar unas 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra en la misma sartén o en un cazo y echar el ajo. Esperar un par de minutos y añadir la guindilla. Cocinar a fuego medio-bajo sin despistarnos. Cuando estén tostaditos, retirar y agregar el vinagre, meneando la sartén. Echar también los posibles jugos que habrá soltado la lubina, que ya estará lista. Servir con el refrito y perejil picado.

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Lubina a la sal

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  • Ingredientes: Una lubina de 1,5 kg, 1 clara de huevo y sal abundante
  • Elaboración: Para hacer el pescado a la sal, necesitamos un bol grande en el que pondremos la sal. A menudo la sal gruesa viene algo húmeda, lo cual nos viene bien. Tanto si está algo húmeda como si viene seca, la "aliñaremos" con una clara de huevo bien batida, trabajando la mezcla para repartirla bien. Así la sal será muy manejable y se quedará pegada al pescado sin desmoronarse. En una bandeja de horno, colocamos un papel sulfurizado o un silpat y extendemos encima una pequeña capa -de medio cm más o menos- de sal que haga de cama. Sobre ella acomodamos la lubina colocándola de medio lado. Poco a poco, puñado a puñado vamos cubriendo el pescado con el resto de la sal, apretando ligeramente para que la sal quede en su sitio. Podéis humedeceros las manos para que sea más sencillo. No tengáis pereza que es divertido hacerlo. Al comprarla habremos pedido al pescadero que no quite las escamas y que la limpie sin abrirla ya que la queremos cocinar a la sal. Deja la cola de la lubina fuera de la sal. Este truco sirve para verificar que está en su punto. Como con el pescado a la sal no podemos comprobar el punto, podemos tirar de la cola. Si sale o se desprende, sacamos del horno el pescado que ya está, si no sale, es que le falta un poco. Los tiempos aproximados son: Para una pieza de kilo, 20 minutos. Para kilo y medio, 28 minutos. Para 2 kg, 35 minutos, para 2,5 kg, 40 minutos y para 3 kg 45 minutos.

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Lubina al horno fácil y rápida, la que siempre sale bien

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  • Ingredientes: Lubina grande al peso dependiendo del número de comensales 1.2 kg, 1 Patata, 1 Cebolla, Aceite de oliva virgen extra y 75 ml de Agua
  • Elaboración: Comenzamos cortando las patatas con una mandolina. Con una grande o dos de buen tamaño podréis cubrir la bandeja del horno. Después picamos la cebolla en juliana fina, y la repartimos sobre las patatas. Añadimos un poco de sal, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, 75 ml de agua y horneamos durante quince minutos a 180ºC. En la pescadería habremos pedido que nos preparen la lubina abierta para asar a la espalda pero pediremos que nos dejen la raspa en un lado. Esto nos servirá para controlar cuando está el pescado en su punto, sin importar el tamaño de la pieza. Luego lo vemos. Salpimentamos el pescado y pincelamos con una pizca de aceite y lo metemos en el horno sobre las patatas que ya estarán empezando a cocinarse. Dejamos que el pescado se ase a la misma temperatura hasta que metiendo una puntilla por debajo de la raspa, veamos que se levanta con facilidad y entonces apagamos el horno y sacamos la fuente. El tiempo necesario estará entre los 12 y los 20 minutos dependiendo del tamaño de la pieza.Retiramos el pescado de la fuente del horno, quitamos la raspa y lo ponemos en una fuente para servirlo con su guarnición. Si las patatas no estuvieran o si vemos que es necesario que se doren un poco más, metemos las patatas otros cinco minutos al horno.

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Otras recetas fáciles con lubina

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Recetas fáciles y rápidas con otros pescados

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En Directo al Paladar | Siete recetas de pescado que todo cocinillas debe dominar
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No volverás a tirar el líquido de las conservas: el chef gallego Pepe Solla nos dice cómo aprovecharlo para hacer platos más sabrosos

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No volverás a tirar el líquido de las conservas: el chef gallego Pepe Solla nos dice cómo aprovecharlo para hacer platos más sabrosos

Lo hemos visto hacer toda la vida. Abrimos una lata de berberechos, sardinas o mejillones y tiramos por el fregadero todo el líquido de la misma, para servir después el producto en un plato.

Pensamos que este líquido de cobertura –o de gobierno–, ya sea agua, aceite o alguna otra salsa como el escabeche, solo sirve para mantener en buen estado el producto. Y quizás este es su cometido principal, pero pasa meses o años en contacto con el mismo, lo que le dota de unas propiedades imposibles de encontrar en ningún otro elaboración.

Como explica a Directo al Paladar el cocinero Pepe Solla, chef del restaurante con estrella Michelin de Pontevedra que lleva su apellido, “es absurdo tirar esto”, pues ya sea agua, aceite o alguna salsa, son líquidos que pueden enriquecer numerosas elaboraciones.

Pepe Solla 2 Pepe Solla tras la inauguración de la nueva tienda 'pop up' de Frinsa en La Coruña.

Usar en casa el líquido de las conservas

Solla es uno de los más grandes cocineros de Galicia y, como no podría ser de otra forma, es un gran conocedor del producto local. Hace años que trabaja, además, como embajador de la conservera Frinsa (Riveira, La Coruña), uno de los mayores fabricantes europeos de túnidos y mariscos en conserva, con los que colabora para dar a conocer este excepcional producto.

Como nos explica el cocinero, los líquidos de cobertura se utilizan cada vez más en alta cocina. Ya en 2015, Solla presentó en Madrid Fusión alguna de sus técnicas, como elaborar un aire añadiendo lecticina de soja al agua de los berberechos o una gelatina con el líquido de las almejas, que es más denso y ligeramente dulce.

Pero, como nos cuenta el cocinero, los líquidos se pueden usar en la cocina casera de formas muy sencillas y que resultan sorprendentes. Hemos repasado de su mano la utilidad del agua, el aceite y las salsas que encontramos en las conservas, que pueden ser muy útiles ahora que se acerca la Navidad y vamos a pasar más tiempo en la cocina.

Agua de las conservas al natural

Berberechos Frinsa

Aunque es el líquido que más tendemos a desechar, Solla apunta que el agua de las latas de conservas al natural –ya sean almejas, berberechos, navajas o cualquier otro producto– no deja de ser un caldo que puede utilizarse en cualquier elaboración.

“Es más fácil usar el agua que el aceite porque es un caldo, que es lo más importante en cocina”, apunta Solla. “Cuando haces un guiso de pescado en vez de añadir agua metes este caldo de navaja, de berberecho, y el guiso de pescado va ser excepcional”.

Esta agua se puede añadir a cualquier sopa de pescado o fumet para aumentar la intensidad de su sabor, pero también a todo tipo de guisos en los que, sencillamente, queramos potenciar el sabor a mar. También, por ejemplo, para cocer la pasta que vayamos a utilizar en un plato con pescado o marisco. ¿Por qué no añadirlo al agua de cocción para unos espaguetis al frutti di mare?

Solla también utiliza el líquido de gobierno en los ceviches. “Lo mezclas con ralladura y zumo de lima y limón, cebolleta y cilantro y ese líquido te lo puedes beber solo. Tienes una base para hacer cualquier ceviche, pero también lo puedes poner con los propios berberechos”.

Además de por puro desconocimiento, no solemos utilizar el agua de las latas de berberechos o almejas porque no se nos ocurre qué hacer con ella en el momento de abrir estas. Pero esto se soluciona muy fácilmente: congelándola.

“Al abrir la lata se pierde la esterilización”, explica Solla. “Te pude aguantar un par de días, no más, pero si lo congelas en una bolsa de hacer cubitos tienes dosis perfectas para dar un golpe importante de gusto a cualquier receta”.

Aceite

Sardinas Frinsa

El aceite presente en el bonito, el atún, o las sardinas, absorbe el sabor de los pescados, y se peude utilizar en cualquier elaboración en que busquemos potenciar este.

“La grasa es los que más aromas fija”, explica Solla. “En todas las cocinas aromatizamos el aceite, pero en una lata se concentra todo el sabor del producto. Con ese aceite puedes hacer de todo: saltear, aderezar una ensalada, hacer un pilpil o una mayonesa…”

El aceite de las latas se puede emplear en cualquier elaboración que precise de aceite normal, acordándonos siempre de filtrarlo bien. Obviamente, la calidad del aceite dependerá del proveedor de la conservera: no es lo mismo un aceite refinado de girasol, que un aceite de oliva virgen extra.

En este sentido, Solla recomienda mirar bien las etiquetas. “Puedes hacer una muy buena conserva, pero si el berberecho es de Noia es mejor que el de Chile, y si el aceite es de oliva, es mejor que de girasol”, explica el cocinero.

Hay que apuntar, además, que a diferencia del agua, en la que no hay evolución una vez se esteriliza el producto, el aceite o las salsas ganan enteros a medida que envejece la lata. “Hoy día tenemos que poner caducidad a todo por ley, pero las conservas tienen consumo preferente, y están mejor después de cuatro, cinco o diez años”, explica el cocinero.

Salsas y escabeches

Mejillones Frinsa

Además del agua o el aceite, hay conservas que van guisadas. El ejemplo más claro es el de los mejillones en escabeche, una de nuestras latas favoritas, cuyo líquido jamás debería terminar en el fregadero.

En Madrid somos muy aficionados a verter el líquido junto a los mejillones sobre las patatas fritas (un aperitivo sencillamente maravilloso), pero como explica Solla se puede utilizar para muchas otras elaboraciones: “Si haces un pescado cocido o a la plancha y metes este escabeche tienes un pescado súper sabroso. O haces una pasta y lo aliñas con ese toque de vinagre sutil. Es excepcional”.

De nuevo, el resultado final dependerá mucho de la calidad del producto. Pocos procesados tienen un rango de precios tan dispar como el de las conservas de pescado, pero la diferencia entre una lata de mejillones de un euro y otra de cinco es abismal.

“Igual que vas al mercado y puedes encontrar una merluza de siete y otra de 27 y a todo se le llama merluza, hay una diferencia, y la de 27 siempre es mejor”, explica Solla. “Y pasa lo mismo en las conservas. El precio está marcado por el producto, no es lo mismo usar producto de aquí y aceite bueno que fabricarlo todo fuera”.

Estamos hablando, no obstante, de un producto que, hasta en su rango más alto de calidad, todos nos podemos permitir. Por ello Solla anima a comprar buenas conservas locales, de las que podremos usar hasta la última gota: “El precio se suele incrementar menos porque hay que sacrificar márgenes para no salirse demasiado de mercado, suele ser mucho mejor en calidad sin que se incremente muchísimo el precio”.

Imágenes | Frinsa
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En Directo al Paladar | Lomos de merluza con tomate y mejillones en escabeche

Once recetas clásicas navideñas con las que podrás diseñar tu menú de Nochebuena

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Once recetas clásicas navideñas con las que podrás diseñar tu menú de Nochebuena

Ya falta muy poco para los banquetes navideños y los que organicéis comidas o cenas en casa, estaréis como nosotros en la mía, decidiendo qué vamos a preparar para obsequiar a la familia. Si no te decidiste por uno de los siete menús completos para Navidad que te propuse hace unos días o aún no tienes claro qué vas a preparar, con estas once recetas clásicas navideñas, podrás diseñar tu menú de Nochebuena.

Partiendo de unos buenos aperitivos y una sopa o una crema como entrante, solo te falta decidir el plato principal con el que dejar a todos felices y contentos. En esta selección de once recetas clásicas te proponemos tres entrantes, cuatro platos principales de carne y cuatro de pescado, para que puedas elegir a tu gusto. En caso de opciones veganas o vegetarianas, puedes consultar en este otro post.

Tres recetas de entrantes navideños

1. Crema de carabineros

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Ingredientes

Para 4 personas
  • Carabineros (marisco) grandes 4
  • Arroz redondo 30 g
  • Cebolleta 1
  • Puerro 1
  • Zanahoria 2
  • Brandy 10 ml
  • Caldo de pescado o fumet para cubrir y un poco más
  • Cebollino para decorar

Cómo hacer crema de carabineros

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 40 m
  • Elaboración 15 m
  • Cocción 25 m

Para comenzar, preparamos un fondo con 2 zanahorias picadas en rodajas, un puerro y media cebolleta, cocinándolos a fuego lento sin que se lleguen a dorar. Pelamos los carabineros reservando la carne de sus colas para servir. Las cáscaras del cuerpo, las cabezas y el coral, las usaremos para hacer la crema incorporándolas al fondo.

Tras rehogarlas un rato y apretar con la cuchara para que salgan los jugos de la cabeza de los carabineros, añadimos un chorreón de coñac y flambeamos con cuidado para eliminar el alcohol mientras seguimos removiendo. Incorporamos el caldo de pescado de roca y el arroz dejamos cocer durante 15 a 20 minutos.

Trituramos todo en el robot de cocina, turmix o Thermomix y después lo pasamos por el colador fino para obtener una crema sin restos de las cáscaras del marisco. Si fuera necesario dar más cuerpo a la crema, la volvemos a poner a calentar y añadimos una cucharadita de maizena disuelta en agua fría.

Para terminar, ensartamos los cuerpos de los carabineros en unas brochetas para que queden bien estirados y los doramos a la plancha, para servir con nuestra crema o bisque de carabineros. Decoramos con unas gotas de aceite de oliva y espolvoreamos con cebollino picado.

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2. Sopa de pescado

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  • Ingredientes: Caldo de pescado o fumet (aproximadamente), 1500 ml, Langostinos crudos, 20, Almejas, 350 g, Pescado blanco (bacalao, rape, merluza...), 700 g, 1 Cebolleta pequeña, 1 Puerro pequeño, 1 Apio pequeño, 1 Zanahoria mediana, Pulpa de pimiento choricero o ñora, 15 ml, Laurel, 1 hoja, Pimentón dulce media cucharadita, Pimentón picante al gusto, Azafrán una pizca, Pedro Ximénez , 120 ml, Pimienta negra molida, Perejil fresco al gusto, Tomillo seco (opcional), Sal, Aceite de oliva virgen extra
  • Elaboración: Si ya tenemos fumet casero nos podemos ahorrar el paso de hacerlo. En caso contrario, con improvisar un poco rápidamente aprovechando las cabezas y cáscaras de los langostinos, y las cabezas o espinas del pescado -si las hubiera-, ya nos quedará mucho mejor que un caldo mediocre industrial. Lo primero es dejar a remojo las almejas en agua fría. Después recomiendo ir preparando las verduras; lavar las zanahorias, el puerro y el apio, pelar ligeramente y picar en piezas muy finas junto con la cebolleta y el puerro. Sacar la pulpa del pimiento choricero o ñora en el caso de que no tengamos reservas -yo siempre dispongo de porciones pequeñas en el congelador-. Aprovechar los restos de las verduras para el caldo. Pelar los langostinos sobre una cazuela que recoja los jugos, reservando los cuerpos limpios aparte. Poner dos o tres cucharadas de aceite de oliva a calentar y añadir los cuerpos de los langostinos y, si tenemos, cabeza o espinas de pescado. Salpimentar ligeramente y saltear a fuego vivo dejando que agarre un poco al fondo. Cubrir con agua, aproximadamente algo menos de dos litros. Llevar a ebullición y bajar el fuego; cocer unos 20 minutos. Colar y reservar. En la misma olla limpia o en otra cazuela calentar un poco de aceite y añadir las verduras. Salpimentar ligeramente, añadir el laurel y la pulpa de pimiento. Sofreír durante unos 8 minutos. Añadir el pimentón y el azafrán, remover muy bien y regar con el vino. Cuando evapore el alcohol, cubrir con un litro de caldo y cocer 10 minutos. Triturar con la batidora para deshacer la mayor parte de las verduras, que lo espesarán. Agregar el pescado limpio y troceado; pasados 5 minutos echar también los langostinos. Cuando empiecen a coger color echar las almejas bien escurridas y enjuagadas, tapar y esperar a que se abran. Si hiciera falta podemos añadir más caldo. Retirar el laurel, poner al punto de sal y servir caliente. Dar un golpe de pimienta recién molida y añadir perejil, eneldo o tomillo al gusto.

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3. Crema de verduras especiadas con zanahoria y calabaza

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  • Ingredientes: Aceite de oliva virgen extra, 15 g, Cebolleta, 200 g, Dientes de ajo, 1, Guindilla pizca, Comino molido, 5 g, Eneldo seco, 5 g, Calabaza, 600 g, Patatas, 150 g, Zanahoria, 100 g, Caldo de verduras, 600 ml, Yogur griego, Pipas de calabaza, Cilantro fresco, Sal y Pimienta negra molida
  • Elaboración: En una cazuela de fondo grueso calentaremos el aceite de oliva y le añadiremos la cebolleta picada, el diente de ajo picado y la guindilla. Sofreímos dos minutos. Añadimos entonces el comino y el cilantro machacados en un mortero, y dejamos cocinar otros dos minutos más. Cocinamos hasta que la cebolleta esté blanda, entonces añadimos la calabaza en dados, la patata también picada y la zanahoria en rodajas. Sofreímos durante cinco minutos y agregamos el caldo vegetal, dejando cocinar todo durante 25 minutos o hasta que las verduras estén blandas. Salpimentamos. Pasamos la mezcla al vaso de una batidora o a un robot de cocina y trituramos todo bien hasta que no queden tropezones. Para servir la crema, tostamos ligeramente las semillas de calabaza en una sartén durante dos minutos. Reservamos. Repartimos la crema en cuatro boles, y le hacemos en la superficie una espiral a cada ración con una cucharadita de yogur griego, colocamos unas semillas de calabaza y espolvoreamos con un poco de cilantro fresco. Servimos rápidamente.

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Cuatro platos principales de carne para Navidad

1. Cordero asado al estilo clásico

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  • Ingredientes: 2 Paletillas de cordero lechal, 2 Diente de ajo, Manteca de cerdo un pegotito, Sal, Vinagre y Agua
  • Elaboración: A la hora de elegir las paletillas, -las patas delanteras del cordero- buscaremos las más pequeñas y calcularemos una por persona. Es importante fijarse en que sean paletillas de cordero lechal o lechazo y no ternasco, recental u otras variedades de más edad que no serán igual de tiernas. El cordero lechal de raza churra es el más indicado para este asado, siendo un animal que se ha alimentado exclusivamente de la leche de oveja y eso da un gusto delicadísimo a su carne. Para hacerlo en el horno, untamos las paletillas con manteca de cerdo y las ponemos en una fuente de barro. Además preparamos una mezcla de 75 ml de agua y 25 ml de vinagre suave y picamos los dientes de ajo. Agregamos la mitad de esa mezcla a la cazuela y metemos en el horno, precalentado a 180º C. Tendremos que hornear las paletillas durante aproximadamente una hora y media aproximadamente con la temperatura a 160º C. Durante el proceso, iremos dando la vuelta a las paletillas cada 20 minutos y reponiendo un poco más de la mezcla de agua y vinagre si fuera necesario y vemos que no queda en el fondo. A mi me gusta barnizar con una brocha empapada en la mezcla de agua y vinagre para conseguir un dorado brillante. Estarán terminadas y bien cocinadas cuando la carne empiece a asomar saliéndose del hueso.

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2. Pularda rellena

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  • Ingredientes: Pularda de 1,5 Kg (lista para rellenar), Nueces peladas, 70 g, Piñones pelados, 30 g, Orejones, 75 g, Uvas pasas de corinto, 75 g, Dátiles sin hueso, 75 g, Jamón serrano en lonchas, 50 g, Manzana reineta, 3, Cebolla grande, 1, Sal y Pimienta negra molida, medio litro de vino Pedro Ximénez
  • Elaboración: El día anterior a cocinar la pularda ponemos todos los frutos en maceración en el Pedro Ximénez. Para ello picamos las nueces, los orejones y los dátiles, cortamos una de las manzanas en dados y troceamos el jamón serrano. En un cuenco amplio colocamos estos ingredientes y agregamos los piñones y las uvas pasas. Regamos con el Pedro Ximénez, cubrimos y dejamos macerar 24 horas. Escurrimos bien la mezcla (guardando el líquido) y rellenamos la pularda, que habremos salpimentado previamente. Para que no se salga el relleno cerramos bien las patas y la apertura con hilo de bramante. Cortamos la cebolla en juliana y troceamos en láminas las otras dos manzanas. Cubrimos con ello la base de una fuente de horno, colocamos encima la pularda rellena, regamos con un poco del líquido de maceración y horneamos a 180ºC durante una hora y media (1 hora por cada kg que pese la pularda). De vez en cuando regamos con los jugos que soltará la pularda para que no se seque. Para evitar que se dore en exceso, podemos cubrir con papel de aluminio durante la primera hora y destapar los últimos 30 minutos. Pasamos a una fuente de servir, colamos la cebolla y la manzana, que servimos como guarnición, y pasamos los jugos a una salsera. Servimos inmediatamente.

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3. Redondo de ternera asado

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  • Ingredientes: 1 Redondo de ternera de 1.5 kg, 1 Cebolla grande, 6 Dientes de ajo, Laurel 2 hojas, Tomillo seco, Aceite de oliva virgen extra, Sal, Pimienta negra molida, Vino blanco y Agua
  • Elaboración: Lo más práctico es que pidamos en la carnicería que nos preparen la carne, quitando la grasa de la superficie y atándola con cordel, si no podemos hacerlo nosotros en casa. Para que coja más sabor suelo marinarla la noche antes y la dejo reposar en la nevera hasta el día después. En primer lugar, pelamos la cebolla y la cortamos en gajos grandes, después la colocamos en una bandeja que pueda ir al horno. Sobre ella colocamos la carne de ternera previamente salpimentada. Regamos el redondo con un buen chorro de aceite de oliva y otro de vino blanco, también generoso. Espolvoreamos con el tomillo por ambos lados. Partimos los ajos y los añadimos a la bandeja, junto al laurel. Por último, ponemos un poco de agua para que se forme salsa durante la cocción. Metemos la bandeja en el horno precalentado a 180ºC y dejamos que se vaya haciendo por ambos lados una hora, aproximadamente. Cuando la carne esté hecha pero jugosa la sacamos de la bandeja y colocamos esta al fuego, para que reduzca el contenido. Podemos añadir un poco más de vino y agua si queremos que salga más salsa o que esta no sea tan concentrada. Pasamos el contenido por el chino. Serviremos el plato cortando la carne en lonchas no muy gruesas y con la salsa por encima.

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4. Chateaubriand de solomillo al horno

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  • Ingredientes: 700 g de Solomillo de la parte superior, en una pieza, 1 Cebolleta, 2 Zanahorias, Aceite de oliva virgen extra, Sal y pimienta al gusto, Coñac, y 50 ml de Nata líquida para cocinar
  • Elaboración: La primera parte es cuadrar la pieza formando un cilindro, para lo cual tendremos que cortar la punta y atar la pieza con un hilo de cocina para que se cocine de manera uniforme. Una vez atado, doramos el chateaubriand en una sartén con aceite de oliva dándole la vuelta por todas sus caras. Después lo pasamos a una fuente de horno y lo cocinamos a 180º durante 20 minutos. Así queda tierno y jugoso y con un aspecto muy sonrosado. Si queréis más hecha la carne, podéis prolongar la cocción 5 o 10 minutos más. Una vez asada la carne, la cubrimos con papel aluminio y la dejamos reposar diez minutos para que se asienten y circulen los jugos. Para hacer la salsa, cortamos todos los recortes que habíamos hecho al cuadrar la pieza y los doramos en la misma sartén. Añadimos también la cebolla y la zanahoria y seguimos dorando durante unos diez minutos, dejando que tomen color. Añadimos el brandy y dejamos que reduzca hasta evaporar. Agregamos la nata líquida y los jugos que suelte la carne al filetearla en tajadas de un cm y medio de grosor. Colamos y damos un último hervor a la salsa.

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Cuatro platos de pescado ideales para los banquetes navideños

1. Besugo al horno

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  • Ingredientes: 1 Besugo de 1 kg, 3 Patatas, Cebolla media, 1 Limón, Pan rallado, 15 g, Pimentón dulce, 5 g, 1 Diente de ajo, Aceite de oliva virgen extra un chorreón
  • Elaboración: Preparamos el pescado haciéndole unos cortes transversales hasta llegar a la espina. Lo habitual es dar tres cortes ligeramente inclinados en una sola de sus caras. Después, introducimos en cada uno de los cortes media rodajita de limón. Mientras se precalienta el horno, pelamos unas patatas, las partimos en rodajas de unos tres milímetros y las mezclamos con media cebolla cortada en juliana. Disponemos patatas y cebolla en una fuente de horno y espolvoreamos con sal. Añadimos agua sin que llegue a cubrir las patatas y un hilo de aceite de oliva. Ponemos los besugos sobre la cama de patatas y los horneamos a 190º durante unos 45 minutos. Cuando lleven 30 minutos, preparamos una costra de pan rallado, pimentón y un diente de ajo machacados en el mortero y la extendemos sobre los besugos. En los últimos 15 minutos, el pescado se terminará de hacer y la costra se dorará dando a nuestros besugos su aspecto característico y tradicional de plato navideño hecho en el horno. Servimos haciendo las clásicas advertencias sobre las espinas y nos disponemos a disfrutar.

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2. Bacalao al pil pil, la joya de la gastronomía vasca

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  • Ingredientes: Bacalao desalado por tajada en seco, 300 g, Aceite de oliva virgen extra, 1 l, 3 Cabezas de ajos, Guindilla al gusto (opcional), Pan de hogaza duro, dos rebanadas
  • Elaboración: Comenzaremos preparando la víspera el aceite aromatizado con el ajo. Para eso pelamos los dientes de ajo y los fileteamos. En una olla ponemos el aceite a calentar y cuando comience a herir echamos los ajos. Bajamos el fuego y dejamos que se vayan tostando. Para que no se quemen echamos dos rebanadas de pan duro al aceite, que retiramos unos minutos antes para terminar de tostar los ajos. Dejamos así hasta el día siguiente. Al día siguiente limpiamos y descamamos los lomos de bacalao, les quitamos las espinas que pudieran tener y los igualamos en altura con un cuchillo para evitar que haya trozos que salgan mucho por encima del aceite. Colocamos el pescado en una cazuela de barro. Si no disponéis de gas y tenéis que hacerlo en cocina de inducción os valdrá también una cazuela baja de hierro fundido. Colocamos los lomos de bacalao con la piel hacia arriba, y le vamos añadiendo el aceite aromatizado sin los ajos por encima. Colocamos la cazuela al fuego y llevamos el conjunto hasta casi que empiece a hervir, o sea un calentón. Tapamos con una tapa de madera, para evitar que condense agua encima del pescado y dejamos reposar durante cinco minutos. Repetimos esta operación dos veces más. En total tres calentones y 15 minutos de reposo en tandas de cinco minutos. Cuando pase el tiempo pinchamos el pescado para saber si ya esta hecho. Si es así observamos que no se haya soltado mucha agua al aceite. En el caso de que la hubiera, y para que no nos aclare la salsa, podemos quitarle ese exceso de agua retirándola con una jeringuilla absorbiendo líquido de la base de la cazuela y en el centro, puesto que el aceite se queda en la superficie y el agua baja hacia el fondo de la olla. Una vez hecho esto comenzamos a girar fuera del fuego la cazuela, haciendo como medias circunferencias. Cuando salgan los corrillos de gelatina comienza la emulsión. No hay que girarlo fuerte, sino con un ritmo similar. A medida que se va templando el aceite se va ligando la salsa. Una vez ligada toda la salsa, ponemos de nuevo al fuego y cuando comience a borbotear ya tenéis vuestro pil pil. Podéis utilizar el método del colador para ligar la salas más rápido. Para eso retiráis las tajadas de bacalao y vais haciendo círculos en el aceite con un colador. A medida que transcurre este movimiento la salsa se va ligando. Servimos al momento acompañado de unos filetes de ajo y guindilla.

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3. Pargo al horno con patatas coci-asadas

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  • Ingredientes: 1 Pargo o pescado similar de 2kg aproximadamente, 1 Puerro, 4 Patatas grandes, Caldo de pescado o fumet, 500 ml, 3 dientes de ajo, 1 Guindilla, 1 palito de Citronella (opcional)
  • Elaboración: Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas. Las ponemos sobre la bandeja del horno y sobre ellas acomodamos nuestro pescado. Yo le pedí al pescadero que me lo preparara abierto por la mitad dejando a un lado la raspa, ya que me sirve de referencia para saber cuándo está hecho. (Cuando se separa sin dificultad tirando de ella) Picamos el puerro muy fino y lo repartimos sobre las patatas y ponemos algún trozo también dentro del pescado. Si queréis un toque especial, podéis añadir como hice yo un poco de citronella o lemmon grass que con su toque a limón le da un sabor muy especial. Si no tenéis, podéis añadir algunas rayaduras de lima o incluso alguna rodaja de limón finita, puesta entre las patatas y en el interior del pescado. Añadimos también 300 ml de caldo de pescado, dejando que esté desde el principio en la bandeja. Así irá cociendo las patatas mientras se va evaporando. Después las patatas se terminarán de cocinar asándose junto al pescado. El sabor y textura que toman cocinadas así, primero cocidas y luego asadas, es realmente impresionante. Asamos todo en horno precalentado a 200º durante una hora, del modo siguiente: 15 minutos sobre un costado, 15 minutos del otro y 30 minutos abierto para que se cocine en el interior.

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4. Lubina al horno con patatas fácil y rápida

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  • Ingredientes: 1 Lubina grande al peso dependiendo del número de comensales, aproximadamente 1.2 kg, 1 Patata grande, 1 Cebolla, Aceite de oliva virgen extra, 75 ml de Agua
  • Elaboración: Comenzamos cortando las patatas con una mandolina. Con una grande o dos de buen tamaño podréis cubrir la bandeja del horno. Después picamos la cebolla en juliana fina, y la repartimos sobre las patatas. Añadimos un poco de sal, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, 75 ml de agua y horneamos durante quince minutos a 180º. En la pescadería habremos pedido que nos preparen la lubina abierta para asar a la espalda pero pediremos que nos dejen la raspa en un lado. Esto nos servirá para controlar cuando está el pescado en su punto, sin importar el tamaño de la pieza. Luego lo vemos. Salpimentamos el pescado y pincelamos con una pizca de aceite y lo metemos en el horno sobre las patatas que ya estarán empezando a cocinarse. Dejamos que el pescado se ase a la misma temperatura hasta que metiendo una puntilla por debajo de la raspa, veamos que se levanta con facilidad y entonces apagamos el horno y sacamos la fuente. El tiempo necesario estará entre los 12 y los 20 minutos dependiendo del tamaño de la pieza. Retiramos el pescado de la fuente del horno, quitamos la raspa y lo ponemos en una fuente para servirlo con su guarnición. Si las patatas no estuvieran o si vemos que es necesario que se doren un poco más, metemos las patatas otros cinco minutos al horno.

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Los alimentos más sanos que puedes incluir en tu menú de Navidad (y muchas recetas para usarlos)

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Los alimentos más sanos que puedes incluir en tu menú de Navidad (y muchas recetas para usarlos)

Si aun no defines el menú de Navidad pero tienes decidido que este año sea diferente, más nutritivo y ligero que años anteriores, revelamos los alimentos más sanos que puedes incluir en tu menú de Navidad así como diversas recetas para usarlos.

Debemos intentar ante todo evitar los ultraprocesados y escoger alimentos frescos y de temporada para nuestro menú, siendo algunos de los más recomendables por su alta calidad nutricional los siguientes:

Frutas y verduras diversas

Colifloralhorno

Las frutas y verduras, sobre todo si son frescas y de estación, ofrecen variedad de micronutrientes que el cuerpo necesita, fibra y pocas calorías, siendo favorables para sumar agua y volumen al plato.

Ayudan a comer menos y resultan muy versátiles, ya que podemos incluirlas en un entrante así como en una guarnición con recetas como unos rollitos de berenjena con tomate, queso y col kale, unos vasitos bicolor de calabaza y lombarda, una ensalada de lombarda con persimón y granada o una coliflor asada al pimentón con frutos secos.

Frutos secos y semillas

Chocolate

Ya sea para incluir en preparaciones saladas o dulces, o para servir solos en el aperitivo o en el postre acompañados de frutas de estación, estos ingredientes son ricos en grasas de calidad así como aportan proteínas vegetales y fibra que sacian con facilidad.

Por ello, los frutos secos y semillas calmarán nuestro apetito de forma efectiva mientras ofrecen nutrientes de alta calidad al organismo.

Recomendamos incluir en platos como estos frutos secos tostados al curry, un turrón de chocolate y almendras con aceite de oliva o un chocolate reducido en azúcares añadidos.

Pescados y mariscos

Merluzasalsaverde

Para saciarnos fácilmente con ayuda de las proteínas que ofrecen estos alimentos así como para obtener hierro y grasas sanas si se trata de pescado azul, los pescados y mariscos son una excelente opción.

Recomendamos escoger ejemplares de temporada e incluirlos en uno o más platos de nuestro menú, pudiendo elaborar desde un entrante o aperitivo como estos boquerones en vinagre o este tartar de tomate con rillete de atún hasta un plato fuerte saciante como un salmón al horno con frutos secos o una merluza en salsa verde.

Pavo, pularda, capón y otras aves

Pularda

Las carnes de ave, especialmente las pechugas de las mismas, son una opción de carne de buena calidad que podemos sumar a nuestro menú navideño.

Así, podemos aprovechar la pularda para elaborarla rellena, realizar un tradicional pavo de Navidad, elaborar codornices o pollo asado, entre otras preparaciones con estos alimentos ricos en proteínas que sacian fácilmente.

Setas y hongos

Setas

Se encuentran en su mejor temporada de consumo y resultan fuente de proteínas vegetales así como de potasio y vitaminas del grupo B, siendo algunos ejemplares ricos en hierro.

Por ello, recomendamos sumar setas a nuestro menú de Navidad que además, aportan mucha agua y pocas calorías. Podemos elaborar desde un pastel con nueces hasta unos rollitos con langostinos y setas para el aperitivo o un salteado , también pueden formar parte de una lasaña o salsa para el plato fuerte de esta Nochebuena.

Estos son los alimentos más sanos que puedes incluir en tu menú de Navidad y muchas recetas para poner en práctica y disfrutar comiendo saludable.

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Imagen | Directo al Paladar

¿Navidades sin marisco ni pescado? El temporal y el calendario complican las compras de última hora, pero hay alternativas

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¿Navidades sin marisco ni pescado? El temporal y el calendario complican las compras de última hora, pero hay alternativas

El pasado viernes nuestro pescadero era muy claro: quien no haya comprado ya el pescado y marisco para Nochebuena la semana que viene lo va a tener claro. Sin duda, está siendo una Navidad complicada para adquirir pescado y marisco pero ¿tan mal está la cosa?

Tradicionalmente, los días 23 y 24 de diciembre encontramos las pescaderías llenas de género para satisfacer a los consumidores que dejan las compras para última hora, pero este año vamos a ver mucho menos marisco y pescado fresco, y el que queda está mucho más caro, ya que gran parte de la flota pesquera no ha podido faenar debido al temporal. El hecho de que la Nochebuena caiga en martes –con el tiempo escaso para que lleguen las capturas del lunes– complica aún más las cosas.

Visitamos el madrileño mercado de Chamberí para comprobar que, en efecto, el género es más escaso que en otras navidades, y los precios mayores. “Está fatal”, sentencia Gabriel Sierra, de la pescadería La sirena de roca, que ha estado en Mercamadrid esta madrugada. “No hay prácticamente nada, y lo poco que hay está muchísimo más caro”. –“¿Cuánto?”, preguntamos. –“Como un 15 % caro que otras navidades, que comparado con el resto del año es una locura”.

Como nos explica Jesús Álvarez, de Pescados Tetuán, el temporal se ha notado más en el pescado que en el marisco y lleva escaseando semanas, sobre todo en lo que respecta a las capturas propias del norte, como la merluza, que está carísima.

Pescaderia1 El marisco congelado será la única opción para muchas familias.

Una situación que no favorece a los pescaderos

Como explica a Directo al Paladar Mª Luisa Álvarez Blanco, directora gerente de la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados (Fedepesca), los productos tradicionales de estas fechas, como son el besugo, la merluza de pincho o el marisco se han disparado de precio por el temporal, pero esto no significa que haya un problema de desabastecimiento.

“No hay ningún problema para comer pescado y marisco en Navidad, ahora, si vamos buscar un clásico como el besugo lo vas a encontrar a precios desorbitados”, explica Álvarez. Lo mismo ocurre, apunta, con la merluza de pincho: “Una merluza de pincho de Burela no va a ser fácil de encontrar y va a ser muy cara. Pero si te gusta la tenemos”.

Aunque pudiéramos pensar que el desorbitado precio de algunos pescados favorece a los detallistas, ocurre todo lo contrario. “La gente se cree que cuando el producto está más caro más ganamos, pero no es verdad, los márgenes son más ajustados”, explica la directora de Fedepesca. “A los detallistas no nos conviene nada. Especialmente en esta época los clientes tienen compromisos, quieren quedar bien, y quieren estar a la altura, pero cuando lo precios son tan caros puedes no vender todo lo que has comprado, y esto te puede arruinar la campaña navideña”.

Pescaderia3 Lubina y dorada son la mejor opción para disfrutar de pescado estas fiestas.

Las mejores alternativas

Pero ¿qué comprar sin gastarse una pasta? Algunas especies no suben especialmente de precio en navidades, y no desmerecen en nada a los productos tradicionales. Como nos explican los pescaderos del mercado de Chamberí tanto lubina como dorada tienen un precio similar al de todo el año. En concreto, la lubina salvaje está en plena temporada, y se puede encontrar sin problemas estos días por en torno a 15 euros, un precio más que interesante.

Álvarez nos explica también que hay buenas corvinas, que se están vendiendo bastante, y el atún se puede comprar “con cierta facilidad”. Siempre se puede optar, además, por un buen bacalao salado, cuyo precio también se mantiene estable. “En mi casa hacemos bacalao con garbanzos y coliflor, un plato muy típico en Galicia, que pude ser desalado y lo puedes haber comprado hace más tiempo”, explica la directora de Fedepesca.

En cuanto al marisco, se puede ahorrar mucho dinero comprando el marisco congelado o ya cocido –que se suele preparar a partir de congelado– pero si quieres marisco vivo prepárate para rascarte el bolsillo.

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Siete platos que puedes tener listos con antelación si organizas en tu casa la cena de Nochevieja

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Siete platos que puedes tener listos con antelación si organizas en tu casa la cena de Nochevieja

La cena de Fin de año es para muchos un buen motivo para reunirse entre amigos y celebrar una cena informal, como fase previa a una fiesta. Para ayudarte si vas a organizar esta reunión en tu domicilio, hemos seleccionado estos siete platos que puedes tener listos con antelación si organizas en tu casa la cena de Nochevieja para que tengas tiempo para atender a los invitados sin estar toda la noche en la cocina.

Todos ellos son platos fáciles de compartir, recetas sencillas y vistosas que te permitirán ser el anfitrión perfecto con tu familia o con tus amigos, sin tener que estar pendiente de cocinar nada en el último momento, para que puedas centrarte en la celebración de la última noche del año y en charlar y divertirte con quienes más aprecias. Además, puedes poner la mayoría de ellos en el centro de la mesa como aperitivos, continuar con una crema o una sopa como entrante y terminar con algún plato principal frío o fácil de calentar como los que te proponemos.

1. Pastel frío o budín de cabracho

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Se trata de un plato frío que puedes preparar con antelación y dejarlo en la nevera hasta el momento de servirlo. También se puede servir con salsa de tomate caliente y así jugar con el contraste de temperaturas. Es ideal para compartir y se hace muy fácilmente.

Ingredientes

Para 6 personas
  • Cabracho 1 kg
  • Huevos 4
  • Salsa de tomate 30 g
  • Nata líquida para cocinar 50 ml
  • Mayonesa 50 ml
  • Aceitunas 4

Cómo hacer pastel de cabracho

Dificultad: Media
  • Tiempo total 1 h
  • Elaboración 30 m
  • Cocción 30 m

Aunque el cabracho tenga fama de tener muchas espinas, la mayoría de ellas están en la parte externa del pescado y en el interior tiene las mismas que cualquier otro. Además, si el pescadero nos saca los lomos, prácticamente no tendremos dificultad en cocerlo y retirar las pocas espinas que puedan haber quedado para hacer un pastel, puding o budín lleno de sabor. Merece la pena hacer el pastel con este pescado porque es mucho más sabroso que si hacemos un pastel de merluza, pescadilla o corvina.

Cocemos pues el cabracho durante 20 minutos en agua con sal. Una vez cocido y cuando ya no queme, retiramos las espinas y desmenuzamos la carne. Yo prefiero hacerlo a mano y no triturar con batidora porque me gusta más la textura como la del atún desmigado, mejor que la de un mousse o paté de pescado, pero eso a vuestro gusto.

Batimos los huevos, los mezclamos con el pescado y la nata y los metemos en un molde de cake previamente enharinado para que no se nos pegue en los bordes y podamos desmoldar fácilmente. Horneamos a 180ºC durante 40 minutos, y antes de sacar el pastel del horno, metemos una brocheta para comprobar que sale limpia.

Desmoldamos el pastel de cabracho y lo pasamos a una fuente donde lo serviremos cortando rodajas para cada comensal. Para decorarlo, me gusta extender una cucharada de mayonesa solo para la parte superior y decorar con unas aceitunas cortadas, tiras de pimiento rojo asado y unas huevas, pero podéis usar vuestra imaginación y hacerlo a vuestro gusto. Lo que sobre, lo envolvemos en film o en papel aluminio y lo conservamos en la nevera donde aguantará perfectamente durante tres o cuatro días.

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2. Crema de hongos

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Esta receta de entrante la puedes tener hecha el día anterior y bastará con calentarla en un cazo justo antes de servirla. Es fácil de hacer y resulta un plato elegante y reconfortante. Basta con preparar una pequeña cantidad para servir en una taza de consomé por comensal, por lo que además, resulta una receta económica.

  • Ingredientes: 500 g de Setas surtidas, pueden ser congeladas, 1 Cebolla, 100 ml de Leche evaporada, 400 ml de Caldo de verduras o agua, Sal gruesa y Aceite de oliva virgen extra
  • Elaboración: Comenzamos limpiando bien los hongos que vayamos a utilizar y cortándolos en trozos pequeños. Picamos una cebolla en brunoise y la pochamos a fuego lento en una sartén hasta que comience a tomar color. Agregamos los hongos variados y los salteamos durante 10 minutos. Reservamos unos pocos para decorar al servir. Pasamos el resto de los hongos a un cazo, agregamos el caldo de verduras o el agua, y cocemos durante unos 10 minutos, triturando a continuación con una batidora de mano para dejar con textura de puré. Añadimos la leche evaporada, -si queréis también podéis utilizar nata líquida- y mezclamos bien, dando un último hervor. Servimos la crema de hongos en tazas de consomé, decorando cada una de ellas con dos o tres trocitos de hongos.

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3. Crema especiada de calabaza y zanahoria

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Otra buena alternativa es esta crema de verduras que puedes tener lista dándole un calentón justo antes de servirla. Con un toque especial de decoración a base de yogur y pipas, tu mesa de Nochevieja quedará estupenda.

  • Ingredientes: Aceite de oliva virgen extra, 15 g, 200 g de Cebolleta, 1 Diente de ajo, 1 pizca de Guindilla, 5 g de Comino molido, 5 g de Eneldo seco, 600 g de Calabaza, 150 g de Patatas, 100 g de Zanahoria, 600 ml de Caldo de verduras, 1 Yogur griego, Pipas de calabaza, Cilantro fresco y Sal y Pimienta negra molida
  • Elaboración: En una cazuela de fondo grueso calentaremos el aceite de oliva y le añadiremos la cebolleta picada, el diente de ajo picado y la guindilla. Sofreímos dos minutos. Añadimos entonces el comino y el cilantro machacados en un mortero, y dejamos cocinar otros dos minutos más. Cocinamos hasta que la cebolleta esté blanda, entonces añadimos la calabaza en dados, la patata también picada y la zanahoria en rodajas. Sofreímos durante cinco minutos y agregamos el caldo vegetal, dejando cocinar todo durante 25 minutos o hasta que las verduras estén blandas. Salpimentamos. Pasamos la mezcla al vaso de una batidora o a un robot de cocina y trituramos todo bien hasta que no queden tropezones. Para servir la crema, tostamos ligeramente las semillas de calabaza en una sartén durante dos minutos. Reservamos. Repartimos la crema en cuatro boles, y le hacemos en la superficie una espiral a cada ración con una cucharadita de yogur griego, colocamos unas semillas de calabaza y espolvoreamos con un poco de cilantro fresco. Servimos rápidamente.

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4. Sopa de pescado

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Una sopa es un plato ideal para empezar la noche con un plato de cuchara que nos entone. Si preferís hacerla con productos cárnicos, podéis preparar la deliciosa sopa de picadillo tradicional andaluza pero si os apetece una sopa de pescado esta es la mejor opción.

  • Ingredientes: Caldo de pescado o fumet (aproximadamente) 1500 ml, 20 Langostinos crudos, Almejas 350 g, 700 g de Pescado blanco (bacalao, rape, merluza...) 1 Cebolleta pequeña, 1 Puerro pequeño, 1 Apio pequeño, 1 Zanahoria mediana, Pulpa de pimiento choricero o ñora 15 ml, una hoja de Laurel, Pimentón dulce media cucharadita, Pimentón picante al gusto, Azafrán una pizca, Pedro Ximénez 120 ml, Pimienta negra molida, Perejil fresco al gusto, Tomillo seco (opcional), Sal y Aceite de oliva virgen extra
  • Elaboración: Si ya tenemos fumet casero nos podemos ahorrar el paso de hacerlo. En caso contrario, con improvisar un poco rápidamente aprovechando las cabezas y cáscaras de los langostinos, y las cabezas o espinas del pescado -si las hubiera-, ya nos quedará mucho mejor que un caldo mediocre industrial. Lo primero es dejar a remojo las almejas en agua fría. Después recomiendo ir preparando las verduras; lavar las zanahorias, el puerro y el apio, pelar ligeramente y picar en piezas muy finas junto con la cebolleta y el puerro. Sacar la pulpa del pimiento choricero o ñora en el caso de que no tengamos reservas -yo siempre dispongo de porciones pequeñas en el congelador-. Aprovechar los restos de las verduras para el caldo. Pelar los langostinos sobre una cazuela que recoja los jugos, reservando los cuerpos limpios aparte. Poner dos o tres cucharadas de aceite de oliva a calentar y añadir los cuerpos de los langostinos y, si tenemos, cabeza o espinas de pescado. Salpimentar ligeramente y saltear a fuego vivo dejando que agarre un poco al fondo. Cubrir con agua, aproximadamente algo menos de dos litros. Llevar a ebullición y bajar el fuego; cocer unos 20 minutos. Colar y reservar. En la misma olla limpia o en otra cazuela calentar un poco de aceite y añadir las verduras. Salpimentar ligeramente, añadir el laurel y la pulpa de pimiento. Sofreír durante unos 8 minutos. Añadir el pimentón y el azafrán, remover muy bien y regar con el vino. Cuando evapore el alcohol, cubrir con un litro de caldo y cocer 10 minutos. Triturar con la batidora para deshacer la mayor parte de las verduras, que lo espesarán. Agregar el pescado limpio y troceado; pasados 5 minutos echar también los langostinos. Cuando empiecen a coger color echar las almejas bien escurridas y enjuagadas, tapar y esperar a que se abran. Si hiciera falta podemos añadir más caldo. Retirar el laurel, poner al punto de sal y servir caliente. Dar un golpe de pimienta recién molida y añadir perejil, eneldo o tomillo al gusto.

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5. Carpaccio de vieiras a los cítricos

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Este precioso plato podéis ponerlo como entrante o como plato principal, acompañado de unas tostas de pan crujiente. Su delicioso sabor tras la marinada de cítricos os va a encantar a todos

  • Ingredientes: 30 g de Aceite de oliva virgen extra, 15 g de Vinagre de arroz, media Lima, media Naranja, Jengibre fresco un trozo de 1 cm, Vieiras (solo la carne), 300 g, un cuarto de Tomate, Semillas de sésamo y Escamas de sal
  • Elaboración: Comenzamos por la vinagreta o marinada, así la tendremos lista para extender sobre las vieiras una vez laminadas. Rallamos el jengibre, la media lima y la media naranja con un rallador fino. Exprimimos también los jugos de la lima y la naranja. En un cuenco hondo mezclamos el aove, el vinagre de arroz, 1/2 cucharadita de ralladura de lima, 1/2 cucharadita de ralladura de naranja, 1/4 cucharadita de jengibre rallado, 1 cucharadita de zumo de lima y 1 cucharadita de zumo de naranja. Batimos con unas varillas metálicas hasta integrar y emulsionar. Retiramos los corales de las vieiras y nos quedamos sólo con el solomillo, que laminamos finamente con ayuda de un cuchillo bien afilado. Colocamos las láminas de vieira sobre un plato grande o dos platos pequeños, bien extendidas, y regamos con la vinagreta que tenemos preparada y reservada. Introducimos en la nevera y dejamos marinar durante una hora. Mientras tanto, pelamos un tomate y lo cortamos en cuartos. Utilizamos sólo uno de ellos, aunque la cantidad de tomate es opcional, de modo que al gusto. Retiramos las pepitas con ayuda de una cucharita y cortamos la carne del tomate en pequeños dados. Cuando el tiempo de marinado ha terminado, retiramos la vieira de la nevera y dejamos que se atempere ligeramente. Entonces repartimos las pepitas de tomate y los dados sobre la vieira, espolvoreamos con semillas de sésamo y con escamas de sal y servimos.

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6. Rosbif con gajos de manzana y cebollas confitadas

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Puedes tener cocinada esta receta, filetearla en rodajas y reservarla hasta el momento de la cena, calentando bien la salsa y la guarnición, podrás hacer felices a los comensales con un plato elegante y sabroso.

  • Ingredientes: 1.5 kg de lomo de ternera, 2 Manzanas, 12 Cebollitas francesas, Mantequilla, 50 g y 2 cucharadas de Aceite de oliva virgen extra
  • Elaboración: Comenzamos dorando el lomo de ternera o rosbif -que habremos mallado o pedido que nos aten en la carnicería-, en una sartén con 20g de mantequilla. No temáis dejarlo un par de minutos por cada cara. Por dentro apenas se cocinará pero tomará un estupendo color para después. Además, debido a las reacciones de Maillard de caramelización la salsa tendrá luego un color más oscuro y será más sabrosa. En una fuente de horno ponemos la carne, la mantequilla que haya quedado en la sartén, las cebollitas y añadimos una cucharada sopera de aceite de oliva. Salpimentamos ligeramente y horneamos. Podéis hacer la carne a 190º durante una hora y media, para un aspecto más cocinado y de color pardo, o si como a mí os gusta la carne sonrosada pero cocinada, como se ve en la foto del collage un poco más abajo, asarla a 130º durante dos horas. Si metéis una sonda en el centro podréis controlar la temperatura en el corazón de la pieza para dejarla a vuestro gusto. Una vez cocinado el rosbif, dejamos que repose, envuelto en papel aluminio durante 20 minutos para que los jugos recirculen y se asienten. Además así será mucho más fácil cortar tajadas finitas. Mientras, retiramos las cebollas que se habrán cocinado muy lentamente con la carne y sus jugos. Para hacer la guarnición, cortamos dos manzanas en gajos como si fueran patatas y las doramos con 30g de mantequilla. Cuando estén las manzanas, metemos también las cebollas confitadas y las doramos para que tengan mejor pinta. Para hacer la salsa, recogemos los jugos de la cocción que quedaron en la fuente del horno, desglasamos con un chorrito de vino o cognac y trituramos con la batidora, añadiendo una de las cebollitas confitadas para que la salsa tenga más cuerpo. Servimos aparte en salsera.

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7. Tarta de chocolate lista en 15 minutos

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El mejor final para nuestro menú es esta deliciosa tarta de chocolate que podéis tener lista en 15 minutos y que además podéis aprender a hacer mirando el vídeo que hemos preparado. Después de una pequeña porción podréis disfrutar las uvas de la suerte y las copas de cava o champagne para brindar por el nuevo año.

  • Ingredientes: 240 g de Galletas tipo Digestive, 90 g de Mantequilla a temperatura ambiente, 250 g de Chocolate negro para postres, 1 litro de Leche entera, Cuajada en polvo dos sobres, 50 g de Azúcar y 100 g de Chocolate blanco para decorar
  • Elaboración: Trituramos las galletas dentro de una bolsa de plástico bien cerrada y pasando por encima un rodillo. Agregamos la mantequilla a temperatura ambiente o, incluso mejor, ligeramente fundida. Mezclamos bien para obtener una masa homogénea. Cubrimos la base y laterales de un molde desmoldable de 25 cm, aplastando bien para compactar, y guardamos en la nevera o congelador para que endurezca. Mientras tanto preparamos el relleno. Picamos el chocolate y lo calentamos en un cacito junto con la leche, los dos sobres de cuajada y el azúcar durante 10 minutos. Removemos bien para que no queden grumos. Vertemos sobre la base de galletas y dejamos cuajar en la nevera durante cuatro horas aproximadamente. Con un pelador hacemos virutas de chocolate blanco y decoramos la tarta en el momento de servir.

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Pescados madurados y su casquería: el carnicero del mar que inspira a Dani García a romper los esquemas de la cocina marinera

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Pescados madurados y su casquería: el carnicero del mar que inspira a Dani García a romper los esquemas de la cocina marinera

¿Por qué madurar el pescado si siempre hemos considerado que, cuanto más fresco, mejor? Con esta pregunta daba paso Carlos Capel en Madrid Fusión a Dani García y su jefe de cocina de I+D Jorge Martín, aunque la gran estrella, esta vez, era otra. Se autodenomina el carnicero del pescado, solo tiene 31 años y está revolucionando el mundo de la cocina marina tal y como la conocemos.

Desde que abriera en 2016 su pequeño restaurante Saint Peter en Sídney con su mujer Julie, Josh Niland tiene una obsesión: cambiar por completo la forma que tenemos de concebir el pescado. Al menos en occidente, donde estamos acostumbrados a comer las mismas pocas especies, con las mismas recetas y desperdiciando más de la mitad de cada ejemplar. Niland propone tratar al producto marino como lo haríamos con la ternera o el cerdo: madurando la carne y aprovechando prácticamente todo.

Mientras que la tendencia de las carnes maduradas sigue de plena actualidad, este chef australiano pone otro debate sobre la mesa con sus trangresoras técnicas, que rompen totalmente con la idea que tenemos de que el pescado debe ser fresquísimo. Sus ideas están expuestas en su reciente libro, 'The Whole Fish Cookbook: new ways to cook, eat and think', toda una revolución con la que quiere, dice, inspirar a los demás para intentar cambiar el sistema.

The Whole Fish Cookbook: New ways to cook, eat and think

The Whole Fish Cookbook: New ways to cook, eat and think

Porque Niland es muy categórico en su forma de ver el mercado del pescado actual, estamos agotando los recursos marinos, convirtiendo este producto en una de las proteínas más caras del mundo, y la situación solo puede ir a peor. Es necesaria una revolución completa en la que aprendamos a valorar realmente el pescado y sacar partido de todas sus posibilidades.

Del pescado, hasta los andares

Sobre el escenario de Madrid Fusión el equipo del chef desplegó un varipinto surtido de piezas de pescado con aspecto poco apetecible. En una idea similar a la que ya compartió la eslovena Ana Ros de Hisa Franko el año pasado, el joven australiano denuncia que tradicionalmente solo se aprovecha un 45% de cada pescado. Más de la mitad de cada animal se desperdicia, y teniendo en cuenta su escasez y precios, realmente parece una barbaridad.

Niland

Por eso Niland ha convertido en una especie de obsesión el buscar nuevas técnicas y procesos para dar salida a prácticamente todas las partes de cada ejemplar, incluyendo los ojos, la lengua o los órganos. Si ahora hay una corriente de chefs que reivindican la casquería en la alta cocina, también se pueden ofrecer bocados sabrosos usando el corazón o el estómago de un pescado.

No es fácil, y el cocinero lo sabe. El público no está acostumbrado a probar ciertas cosas y pueden generar, de entrada, mucho rechazo, por eso el reto está en aplicar las técnicas adecuadas para convertir la casquería marina en platos realmente apetecibles, más o menos disfrazados, pero que ofrecen texturas y sabores completamente nuevos.

Casquería marina

Por ejemplo, triturando los ojos con harina de tapioca para deshidratarlos y crear un snack crujiente. O elaborando paté con el hígado, tratándolo como si fuera de pollo. Incluso cocinan con el corazón, la lengua y el estómago, debidamente purgado y limpio de impurezas. Es, en definitiva, la misma filosofía que desarrolla Ángel León con proyectos como sus embutidos marinos: aprovechar al máximo los recursos del mar.

El secreto de la maduración del pescado: nada de agua

Mientras que los órganos internos del pescado tienen que extraerse rápidamente con el animal muy fresco, su carne recibe otro tratamiento completamente diferente cuando llega a Saint Peter. "Nunca vuelvas a poner en agua un pescado que ya ha sido sacrificado", declara, "la humedad es su enemigo, lo estropea y acelera su deterioro".

Niland

Así, en sus cocinas cada ejemplar es lavado meticulosamente con papel, en un proceso muy laborioso para el que, como comentó Dani García, utilizan kilos y kilos de este material. "A nadie se le ocurriría lavar un corte de ternera con agua para después cortarlo y volver a mojarlo. Con el pescado occure igual", insiste el australiano. A veces usan un cepillo de dientes para retirar todas las impurezas y la sangre.

Esto sucede porque el animal sin vida sufre un proceso interno en el que actúan ciertas sustancias que, en contacto con humedad, favorecen la aparición de bacterias. Así es como el pescado empieza a "oler fuerte", ese olor que echa para atrás a muchos consumidores, que recuerda a amoniaco, pero del que carecen por completo los ejemplares madurados.

Se retiran las escamas a cuchillo para extraer una fina membrana que cubre la piel

Otra cuestión clave es el proceso de descamado, o mejor dicho, del corte de las escamas. Aplicando una técnica japonesa ancestral, las escamas se retiran en láminas finas, cortándolas a cuchillo junto con una fina membrana que la une a la piel. Esa membrana impide un secado correcto de la carne, ya lista para la curación, sin sal y sin salmuera, solo manteniendo una temperatura constante.

La piel retirada se hierve tres veces para desechar del todo la membrana y así poder freírla, convirtiéndola en otro aperitivo muy crujiente, salado o dulce, pues también la utilizan en la preparación de postres usando grasa de pescado como base, sustituyendo a la mantequilla o nata.

Niland Pescados

Recreando la técnica japonesa, los pescados son colgados mediante un gancho por la cola y se dejan respirar, sin entrar en contacto unos con otros, en la cámara de maduración diseñada exclusivamente para ello. Las piezas reposan a una temperatura controlada de entre -2º y 0º C, hasta un mes, sin ventiladores ni dispositivos de secado de ningún tipo.

Los porqués de la maduración marina

¿Cuánto tiempo se dejan madurar? ¿Sirven todos los pescados? ¿Qué se prepara con ellos? No hay una única respuesta. El joven chef nos da una pista analizando el corte de la carne: si las fibras están muy juntas, mejor madurará, pues suelen ser especies de textura firme, prieta, con una baja humedad que resistirá periodos más largos de curación, como el atún.

Niland

A partir de 800-900 g ya merece la pena aplicar esta técnica, aunque lo ideal, como señala Dani García, es alcanzar un mínimo de 1,5 kilos de peso, para que el animal aguante bien. En Lobito de Mar, donde están trabajando con esta técnica adaptada a los medios con los que disponen, ya ofrecen en carta una selección de "pescados reposados", (pargo, lubina, mero, pez limón, según mercado), nombre que hace una concesión al cliente.

"Todavía cuesta hacer entender que no siempre el pescado fresco es mejor"

"Los llamamos reposados por quitarle el miedo a la gente". En nuestra cultura estamos muy acostumbrados a que el mejor pescado hay que cocinarlo y comerlo fresquísimo, "es difícil que se entienda que el pescado se puede madurar y no siempre comerlo fresco". Se trata de evolucionar la mentalidad y enseñar al público las posibilidades que tiene esta técnica.

En Lobito de Mar Marbella querían sacar todo el partido de pescados grandes como el mero, pero que cocinados frescos no parecían muy interesantes. "En Andalucía lo tradicional era dejar reposar estos ejemplares unos días antes de cocinarlos, porque si es muy fresco se riza, se queda duro e insípido". Experimentando sin mucho éxito, contactaron a través de las redes sociales con Josh Niland, quien no dudó en recibirles en su casa de Australia.

¿Y por qué merece la pena? Los tres cocineros coinciden: se gana en sabor y en textura, pero también es una ventaja al chef. No se obliga a tener que preparar el pescado rápidamente, en cuanto llega de la lonja, se amplía el margen de tiempo con el que jugar y desarrollar los platos.

Bogavante

Un pescado o marisco madurado, como el bogavante que Jorge Martín preparó en el escenario, sorprende al desarrollar sabores y texturas nuevas, características que ya le son propios pero que no dejábamos ver la luz. Al perder la humedad se concentran los sabores, se potencia el umami intrínseco a cada especie, y por tanto no hace falta añadir demasiados aderezos o salsas.

Niland, que junto a su restaurante regenta Fishbutchery, una especie de charcutería o carnicería marinera abierta al público, sueña con un futuro en el que podamos acudir a nuestra tienda de barrio y comprar pescado como quien se lleva 200 g de jamón ibérico o de lacón al corte.

Niland

Tanto la maduración como el aprovechamiento de la casquería abren las posibilidades culinarias para cocinar con muchas más especies y de mil maneras nuevas. Al final, se trata de es encontrar ese punto en el que cada pescado sabe mejor, sin agotar los recursos marinos.

Imágenes | Reale Seguros Madrid Fusión - Restaurante Saint Peter
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Cómo congelar pescado y marisco en casa de manera correcta y segura

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Cómo congelar pescado y marisco en casa de manera correcta y segura

Aunque el pescado fresco es una delicia, hay muchas razones de seguridad alimentaria que nos recomiendan proceder a congelarlo, antes de consumirlo, para evitar así los riesgos del anisakis. Pero ¿sabes cómo congelar el pescado para mantener su calidad y propiedades? Te damos las claves.

La protección contra el anisakis no es la única razón por la que congelamos habitualmente el pescado y como nos explicó Mónica Carrera, del Instituto de Investigaciones Marinas, también es suficiente con cocinarlo superando los 60ºC de temperatura en su interior.

Como no siempre tenemos ocasión de comprar el pescado fresco cada vez que lo vamos a consumir, en ocasiones compramos más cantidad de la necesaria, porcionándolo y congelándolo, dejando en la nevera el que vamos a consumir y congelando el resto para cuando vayamos a cocinarlo.

Sea cual sea la razón por la que vayas a congelar pescado fresco, te damos nuestros consejos para hacerlo de forma correcta para que, cuando lo vayas a consumir, esté en perfecto estado para su consumo.

Estas son las claves para congelar pescado y marisco

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Para congelar el pescado y el marisco de forma que puedas disfrutar de todo su sabor y propiedades nutricionales cuando lo descongeles y lo vayas a cocinar, es importante que tengas en cuenta nuestros siguientes consejos:

1. Congela el pescado lo antes posible

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Es importante que no guardes el pescado unos días en tu nevera para después congelerlo. Para una correcta congelación el tiempo transcurrido entre la captura y el congelado debe ser el mínimo posible por lo que según llegues de la pescadería debes congelar las piezas que no te vayas a comer en uno o dos días.

2. Antes de congelar el pescado

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Lo primero que debes hacer es lavar bien el pescado poniéndolo bajo el grifo de agua, para retirar escamas y restos de sangre que puedan haber venido en el envoltorio de la pescadería. Si no lo hizo ya el pescadero, también es necesario que quites todas las vísceras. Seca el pescado antes de congelarlo para que no tenga humedad.

3. No es lo mismo congelar pescados enteros que pescados en trozos

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Dependiendo de el uso que vayas a dar al pescado es conveniente que lo tengas listo para cuando lo vayas a cocinar. Por eso es mejor que congeles las piezas de ración o las que vayas a cocinar en el horno enteras, para que estén así cuando las vayas a consumir.

Para las piezas que quieras consumir en rodajas, delicias, lomos, etc, es preferible que las cortes en las porciones deseadas y después las congeles ya en trozos. Aquí puedes aprender cómo trocear un salmón entero para su máximo aprovechamiento y aquí tienes los consejos para porcionar correctamente una merluza entera.

4. Al congelar el pescado y el marisco, recuerda este consejo

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Guarda el pescado y el marisco en la zona más fría del congelador, -suele ser el primer cajón- y, dependiendo de la cantidad de pescado que metas en este elecrodoméstico, dale al botón de potencia máxima durante una hora, para que los alimentos que metes no hagan bajar la temperatura de lo que ya tienes congelado.

5. En qué recipiente se debe congelar el pescado

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Puedes congelar el pescado y marisco utilizando todo tipo de envases como bolsas de plástico para congelación, envolviendo las piezas en papel de aluminio, utilizando fiambreras o tuppers herméticos, etc, según tus necesidades.

Si utilizas bolsas de plástico es preferible que tengan cierre zip o que una vez cerradas las asegures con unas gomas. Si eliges otros sistemas, lo importante es que consigas un cierre hermético que evite que entre humedad o que se salgan jugos y olores...

Es importante que no haya mucho aire en contacto con el pescado, por lo que si es posible recomendamos que uses paquetes o envoltorios que puedas vaciar al máximo como bolsas o recipientes al vacío.

6. Etiquetado de lo que congelamos

Aunque creas que te vas a acordar es preferible apuntar qué tipo de pescado es y la fecha en que se ha congelado. Ten en cuenta que el pescado congelado se puede consumir hasta 6 meses después de su congelación, -siempre que sea a una temperatura de -18ºC- y así sabrás cuando te conviene sacarlo para ser consumido dentro de su fecha preferente.

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Aunque lo mejor es comprar el pescado que se vaya a consumir en el momento, hay veces que nos interesa comprar un pescado entero porque esté en oferta y eso hace aconsejable su congelación, al menos de la parte que no se vaya a consumir inmediatamente. Aplicando estos consejos para congelar pescado, podrás estar seguro de que cuando lo vayas a preparar estará casi igual que si lo hubieran pescado el día anterior.

7.Descongelado del pescado

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Ya os contamos que algunos pescados grasos como el salmón pueden cocinarse directamente sin descongelar previamente, pero en general, tan importante como congelar bien es descongelar correctamente el pescado y el marisco. Para ello, no debes sacar el pescado del congelador a temperatura ambiente sino dejar que se descongele lentamente en el frigorífico durante 24 horas y al día siguiente lo tendrás como si estuviera fresco.

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Imagenes | Pixabay.com y Directo al Paladar

Los mejillones están a muy buen precio, (y te damos seis buenas ideas para disfrutarlos)

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Los mejillones están a muy buen precio, (y te damos seis buenas ideas para disfrutarlos)

Los estaréis viendo a diario en vuestros puntos de venta. Los mejillones están a muy buen precio y tenemos muchas ideas para sacarles partido. Si solamente los preparas al vapor o a la vinagreta, hoy te damos seis opciones diferentes para disfrutar con este ingrediente.

Cuando tienes claro cómo limpiarlos sin esfuerzo, resultan una fuente de proteínas económica y sabrosa, con una textura excelente que permite su utilización en numerosas elaboraciones, casi siempre asociadas a la hora del aperitivo o como ingrediente en ensaladas, sopas y arroces.

Características nutricionales

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En general los mejillones que consumimos provienen de las bateas de las rías de Galicia o de la zona mejillonera del Delta del Ebro. Su contenido en minerales (hierro, calcio, fósforo, yodo y magnesio) y en ácidos grasos hace que nos siente bien y contribuya en procesos de nuestro metabolismo de forma importante.

El mejillón es un producto de alta calidad nutricional ya que su consumo nos aporta la misma cantidad de proteínas que la carne roja, pero con mucha menos grasa y calorías. Este alto contenido en proteínas con baja incidencia de grasa es lo que convierte a los mejillones en un alimento muy recomendado en dietas de adelgazamiento, prevención o control de peso.

Comprar mejillones, opciones

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Encontraremos en los supermercados y pescaderías tanto mejillones frescos, como en conserva y también congelados. Cuando los compramos frescos, debemos comprobar que las conchas de los mejillones estén cerradas, -se abrirán durante la cocción-, y si están rotas, debemos desecharlos.

Los mejillones en conserva, son un excelente sustituto del mejillón fresco y un gran recurso para elaboraciones de salsas y dips o untables. Finalmente, los mejillones congelados son perfectos para tener a mano este producto durante todo el año. Puedes congelar tanto el mejillón con su concha como solamente la carne.

Seis recetas originales para disfrutar con los mejillones

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Hemos elegido seis recetas variadas con mejillones, sencillas y rápidas de llevar a la mesa. Junto a esas seis recetas, podríamos haber elegido algunas más como los espaguetis con mejillones al curry, el arroz caldoso de marisco, o los mejillones con salsa picante de tomate, que ya habréis probado en otras ocasiones. Estas son nuestras seis propuestas con mejillones para hoy.

1. Mejillones con leche de tigre

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Ingredientes

Para 6 personas
  • Mejillones 1 kg
  • Vino blanco 100 ml
  • Jengibre fresco 10 g
  • Cebolla morada 1
  • Apio
  • Cilantro fresco al gusto
  • Yogur griego 125 ml
  • Pasta de ají amarillo 50 g
  • Zumo de lima 40 ml

Cómo hacer mejillones con leche de tigre

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 20 m
  • Elaboración 20 m

Limpiamos bien los mejillones y los abrimos al vapor con el vino blanco. Con un colador filtramos el líquido y lo reservamos. Quitamos una de las valvas a los mejillones y cortamos las barbas con unas tijeras, si las tuviera. Colocamos los mejillones en una fuente de servir con la valva hacia abajo.

Paso A Paso

Picamos el jengibre, media cebolla morada, el apio y el cilantro. Los ponemos en un bol y añadimos el líquido de cocción filtrado, el yogur, la pasta de ají amarillo y el zumo de lima. Lo trituramos todo con ayuda de una batidora de mano o la Thermomix. Vertemos la salsa en una jarra y rellenamos las valvas de los mejillones. Por encima repartimos el resto de cebolla morada picada menuda y servimos inmediatamente.

Más detalles, aquí.

2. Mejillones tigres o mejillones con bechamel empanados

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  • Ingredientes: Mejillones 12, Cebolla 1, Salsa de tomate 2 cucharadas soperas, Salsa Tabasco unas gotas, Salsa bechamel para rellenar, Pan rallado para empanar, Huevo para empanar y Aceite de oliva virgen extra abundante para freírlos.
  • Elaboración: Comenzamos cociendo los mejillones una vez limpios de tierras y barbas, poniéndolos al vapor durante unos 4 minutos y retirándolos en cuanto se abren. Separamos la carne de las conchas y nos quedamos con la mitad de ellas que limpiamos a conciencia. Es conveniente darles un hervor en agua con vinagre durante unos minutos. Secar y reservar. Picamos una cebolla lo más pequeña que podamos y la pochamos en una sartén con 3 cucharadas de aceite de oliva. Una vez transparente, añadimos la carne del mejillón picada en trozos de tamaño intermedio y salteamos el conjunto. Incorporamos el tomate frito, las gotas de tabasco y probamos, rectificando de sal si fuera necesario. Hacemos una bechamel utilizando 2 cucharadas de harina, medio litro de leche entera y un chorro del caldo de la cocción de los mejillones bien colado para que el conjunto tenga cierto sabor a mar. Reducimos la bechamel removiendo continuamente hasta que quede bastante espesa y dejamos enfriar. Para montar los tigres, ponemos en cada concha una cucharada del relleno de mejillones con tomate, cubrimos con otra cucharada de la bechamel espesa y cuando estén bien fríos, los pasamos por huevo batido y pan rallado, friéndolos en aceite muy caliente. Como siempre conviene escurrirlos después en papel absorbente.

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3. Mejillones a la marinera

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  • Ingredientes: 1 kg de Mejillones frescos y limpios, Cebolla, 150 g, Vino blanco, 80 ml, Tomillo fresco rama, 2, Laurel hoja, 1, romero fresco rama, 1, Pimentón dulce (una cucharadita), 5 g, Sal, Pimienta negra molida, Aceite de oliva virgen extra, Perejil fresco (opcional)
  • Elaboración: Esta es una receta que prepara en un abrir y cerrar de ojos, pero es necesario tener los mejillones limpios y listos antes de empezar a cocinarla. Aquí os dejamos unos consejos sobre su limpieza que os vendrá de perlas a la hora de poneros a ello y que os ahorrarán tiempo de trabajo. Pelamos la cebolla y la picamos muy finamente. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y pochamos la cebolla durante unos cinco minutos (no debe dorarse). Añadimos el pimentón dulce, removemos para que no se queme. Inmediatamente después incorporamos los mejillones y regamos con el vino blanco. A continuación salpimentamos e incorporamos la hoja de laurel, las hojas de tomillo y la rama de romero. Con esta última no hace falta separar las hojas de la rama pues solo la queremos para aromatizar. Cocemos a fuego fuerte durante cinco minutos o hasta que los mejillones se abran. Una vez listos, separamos las conchas, colocamos las que tienen el mejillón en una fuente, regamos con la salsa y servimos inmediatamente. Si os gusta que la salsa sea más espesa, la podéis dejar reducir a fuego fuerte mientras desconcháis los mejillones o añadir un poco de espesante instantáneo y dejar cocer a fuego suave durante un par de minutos. Igualmente podemos espolvorar con perejil fresco picado en el momento de servir.

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4. Crema de mejillones con manzana

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  • Ingredientes: 1.5 kg de Mejillones, Agua, 500 ml, Agua de cocer los mejillones, 300 ml, Puerro, 150 g, Aceite de oliva virgen extra, 50 g, 3 Diente de ajo, 1 Manzana, Cilantro fresco al gusto, Tomate troceado en lata 150 g, Sal y pimienta al gusto
  • Elaboración: Comenzaremos limpiando y lavando los mejillones. Los cocemos al vapor en una olla hasta que se abran las conchas, los retiramos del fuego y quitamos de las conchas. En una cazuela ponemos a calentar el aceite y sofreímos el puerro en rodajas, los dientes de ajo, la manzana en cubos, y lo salteamos todo durante unos minutos hasta que estén blandos. Añadimos el tomate y el cilantro y cocemos todo durante quince minutos. Añadir el agua y el caldo de cocer los mejillones. Añadimos los mejillones, reservando alguno para decorar, salpimentamos y después trituramos con la túrmix, pasándolo por el chino para que quede suave.

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5. Pintxo de patatas con mejillones y alioli de su escabeche

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  • Ingredientes: Mejillones en escabeche de lata, 4 Patatas pequeñas, 4 Tomate cherry, Mayonesa, Sal Maldon o en escamas
  • Elaboración: Para hacer esta receta comenzamos preparando una mayonesa sencilla con un huevo y aceite de girasol con ayuda de la batidora. Si lo preferís, podéis utilizar en esta época del año mayonesa industrial. Para hacer el alioli de escabeche, agregamos el aliño de la lata de mejillones en escabeche sobre la mayonesa y batimos con las varillas hasta obtener una crema homogénea anaranjada que guardamos en un biberón para poder dosificarla mejor. Por otro lado, cocemos las patatas con piel en agua con sal, durante unos 18 minutos, -dependerá del tamaño- y después cortamos los extremos de las patatas para que puedan sujetarse bien en el plato y servir de base de nuestro pintxo. Sobre cada patata ponemos un tomate cherry asado -aquí tenéis la receta para que os queden perfectos- y sobre cada tomate asado, colocamos un mejillón de la lata, sujetando todos los ingredientes en equilibrio con un palillo. Solo falta dar el toque final a nuestro pincho de patata, tomate y mejillón, añadiendo un buen chorro de nuestro alioli de escabeche y llevar a la mesa. Como me quedaba un poco de salsa de la de asar los tomates cherry, lo puse en la base, mezclado con un poco más del líquido de la conserva.

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6. Mejillones en salsa verde

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  • Ingredientes: 1 kg de Mejillones frescos, 6 ramas de Perejil fresco, 2 Dientes de ajo, Harina de trigo una cucharada, Guindilla de Cayena, 1, Agua, Vino blanco, Aceite de oliva virgen extra, Sal
  • Elaboración: Limpiamos los mejillones de barbas y suciedad. Los abrimos al vapor con un poco de agua y un chorrito de vino blanco. Retiramos y reservamos mientras hacemos la salsa. Aparte en una cazuela baja echamos un chorrito de aceite de oliva. Picamos finos los dientes de ajo y los doramos ligeramente junto a la guindilla. Añadimos la cucharada de harina y le damos unas vueltas para que se cocine. Echamos el perejil limpio y muy picadito y removemos durante un minuto. Por último ponemos 1/2 vaso de vino blanco, subimos el fuego para que se evapore el alcohol, y sin dejar de remover con una varilla, agregamos otro 1/2 vaso de agua. Cuando tengamos la salsa lista y sin grumos echamos un poco de sal y los mejillones. Cocinamos el conjunto unos 10 minutos. Podemos dejar reposar un ratito para que la salsa coja un punto mejor de picante. Servimos calientes.

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29 recetas con pescados ideales si haces dieta keto para adelgazar

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29 recetas con pescados ideales si haces dieta keto para adelgazar

Conociendo ya las ventajas que puede ofrecer la dieta keto o cetogénica para perder peso, el gran reto está en pasar de la teoría a la práctica. Al potenciar las grasas y proteínas, no deja de ser una dieta restrictiva que deja fuera muchos alimentos que puede hacernos caer en cierta monotonía. Pero aunque la despensa sea más limitada, no tienen por qué serlo nuestros menús.

Salir de los mismos platos repetitivos es clave para mantener la motivación y también para asegurarnos de que seguimos obteniendo los nutrientes necesarios. Salvo que seamos vegetarianos o veganos, el pescado es un alimento fantástico para enriquecer una dieta keto, especialmente las variedades azules por su mayor contenido en grasas.

Una dieta cetogénica elimina casi por completo los hidratos de carbono para forzar al organismo entrar en estado de cetosis. Esto es, se suprimen cereales y granos refinados o integrales, azúcares en todas sus formas y legumbres. El consumo de frutas y verduras se reduce a mínimos, limitándose además a variedades más concretas.

Para evitar carencias nutricionales, la planificación de los menús resulta crucial; por eso se recomienda siempre practicar esta dieta bajo la supervisión de un profesional, que además controlará posibles errores que puedan interrumpir la cetosis, siempre en base a los objetivos concretos de cada persona.

El pescado es un alimento muy recomendable para toda la población, gran aliado de la pérdida de peso y también una gran opción en la dieta cetogénica. Porque, aunque las grasas ocupan hasta el 80% de un menú keto, siempre hay que priorizar los alimentos más nutritivos y saludables. Las latas y los ahumados son buenos recursos, pero hay muchas recetas de pescados que podemos preparar fácilmente en casa para dar más variedad a un menú keto semanal.

Recetas con pescado azul

La principal diferencia entre los pescados azules y blancos está en el aporte de grasas, notablemente mayor en el primer caso. Ya sabemos que son lípidos cardiosaludables, fundamentalmente poliinsaturadas, siendo por tanto una gran fuente de ácidos grasos omega 3. Se siga o no una dieta cetogénica, consumir pescado azul una o dos veces por semana tiene muchos beneficios para cualquier persona, incluso si se persigue adelgazar.

Tartar de salmón y aguacate

Esta variante de la receta clásica de carne se ha convertido hoy en un plato de moda y algo repetitivo en la carta de muchos restaurantes, que admite muchas variantes. Resulta de lo más sencillo de preparar en casa y eso nos permite adaptarlo a nuestras necesidades y gustos.

Para la dieta keto nos tenemos que olvidar de añadir arroz -un recurso barato del que suelen abusar en numerosos locales- y potenciar la presencia de buen salmón y aguacate. Según nos guste, podemos combinarlo todo junto como en nuestra receta en vídeo, o montar el tartar alternando las dos capas de ingredientes. En lugar de presentarlo como aperitivo, prescindiremos de las tostas para tomarlo directamente como plato.

Salmón al horno con frutos secos

Salmón al horno

La cobertura crujiente de esta receta que aporta la mezcla de frutos secos no solo le da un toque original al típico salmón asado, además enriquece aún más los nutrientes del plato, con más grasas saludables, proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales.

De esta forma tendremos un plato de salmón mucho más saciante con el que podemos prescindir de más guarniciones, centrándonos en las grasas y proteínas para mantener mejor el estado de cetosis. Otra ventaja es que tanto pescado como frutos secos contienen lípidos beneficiosos para el sistema cardiovascular.

Salmón al horno con especias cajún

Salmón cajún

Una buena alternativa al simple salmón al horno es esta receta con especias cajún, para dar variedad de sabores a nuestros menús sin complicarnos demasiado. Solo hay que eliminar el azúcar moreno de los ingredientes de la salsa y potenciar, si queremos un poco más las especias o el puntito picante de la mezcla aromática.

Salmón en papillote con cilantro

Keto Salmon Horno Cilantro

La técnica del papillote es sana y también muy cómoda para manchar lo menos posible, muy adecuada para cocinar pescados al horno y evitar que se resequen demasiado. En esta receta de salmón con cilantro usamos medallones aunque podríamos cocinar así también lomos o filetes, ajustando los tiempos.

La elaboración original incluye cebolla y tomates cherry; podemos prescindir especialmente de los segundos para evitar interrumpir la cetosis. La cebolla contiene menos hidratos, así que su consumo dependerá de cómo esté planificada nuestra dieta en su totalidad y los objetivos perseguidos.

Salmón con costra de ajonesa

Salmón con Costra

Sencilla, rápida y con una vuelta de tuerca llena de sabor, esta receta de salmón con constra de ajonesa, es ideal para la dieta keto. Usando una** buena pieza de lomo de salmón fresco** podemos hacer la comida para toda la familia, separando por raciones y emplatando con otras guarniciones si los demás miembros no están siguiendo un patrón cetogénico.

Para la cetosis prescindiremos de los acompañamientos sugeridos y así disfrutar de lo sabores de esta receta al máximo, con ese punto tan rico que le da el gratinado de mayonesa y ajo al pescado, sumando aún más grasas sin aportar prácticamente ningún hidrato de más.

Vitello Tonnato

Keto Vitello

Dejamos ya el salmón para proponer recetas con otro versátil pescado azul, el atún, en sus múltiplces formatos y variedades. Y empezamos con un clásico italiano, el vitello tonnato a base de acompañar carne de ternera con una sabrosísima salsa de atún, anchoas, alcaparras y huevo. Por supuesto la misma salsa podemos emplearla para aderezar otros platos.

Tartar de atún rojo

Keto Atun Rojo

Merece la pena conseguir auténtico atún rojo de almadraba para preparar un tartar de campeonato como este. Si no fuera posible, también queda estupendo con atunes más económicos; en cualquier caso hay que respetar la congelación previa de, al menos, cinco días, para evitar anisakis en casa.

Cuando el pescado es de primera calidad se aconseja no picarlo demasiado para evitar convertirlo en una pasta que estropee su textura y sabor más natural. En nuestra dieta keto reduciremos las algas si nos preocupa pasarnos con los carbohidratos -aunque su aporte es bajo-, o podemos directamente eliminarlas y servir el tartar sobre aguacate.

Tacos de atún marinado al tomillo

Tacos de Atún

Con "tacos" nos referimos al corte del pescado, no al plato mexicano ni nada que se le parezca. La particularidad de esta receta de atún es el tratamiento previo de marinado que se le da al pescado, con abundante sal gruesa que transforma su textura sin necesidad de cocinarlo.

Recordamos tomar las precauciones necesarias para evitar el anisakis si trabajamos con pescado fresco crudo, y también aconsejamos prescindir de la decoración con tomates cherry de la presentación. En su lugar podemos servir el atún con gajos de aguacate, alcaparrones, dientes de ajo encurtidos o pepinillos.

Bonito encebollado

Bonito Encebollado

Pronto arrancará la temporada del delicioso bonito del norte; mientras esperamos su llegada siempre podemos tirar de otras variedades, recurrir al congelado o usar atún en su defecto. En cualquier caso, esta receta de bonito encebollado es tan clásica como deliciosa, fácil, y apta para la dieta keto, controlando la cantidad de cebolla.

Esta hortaliza es baja en hidratos pero no hay que confiarse en su consumo si no queremos interrumpir la cetosis. La ventaja es que la propia receta ayuda a cocinar el pescado dándole mucho sabor y jugosidad, así que podemos hacerla tal cual pero consumir solo el bonito, o con una mínima cantidad de salsa.

Bonito en aceite

Bonito en Aceite

Cuando nos encontremos con buen pescado en la pescadería, merecerá la pena elaborar nuestro propio bonito en aceite casero, en este caso además con el toque de limón y romero. Al embotarlo con abundante aceite de oliva alargaremos su conservación -que, en cualquier caso, hay que mantener en la nevera, y potenciaremos aún más las grasas saludables de la receta.

Tataki de salmón al pesto

Keto Salmon

Picoteo, aperitivo o plato único para la cena, sirviendo el salmón en tataki tendremos una receta elegante y muy sencilla para variar nuestros menús fácilmente. Además, le damos un toque italiano con la salsa de pesto casera, baja en hidratos y rica en grasas, al contener aceite de oliva, piñones y queso.

Caballa a la plancha

Caballa a la Plancha

La económica, nutritiva y rica caballa ya está en temporada y es perfecta para preparar recetas sencillas rápidamente en casa. Los ejemplares suelen tener el tamaño ideal para servir una ración, y si queremos complicarnos lo mínimo solo hay que pedirla limpia y abierta o separada en lomos en la pescadería.

Así podemos disfrutar de algo tan simple pero sabroso como esta caballa a la plancha, prescindiendo, eso sí, del acompañamiento. La remolacha contiene carbohidratos que querremos evitar en esta dieta, pero sí podemos servir algunos canónigos o unos brotes de rúcula, cuyo aporte es muy inferior.

Caballa en conserva casera

Caballa en Aceite

Sencillísima de preparar con el pescado ya limpio, esta caballa en conserva casera con buen aceite de oliva virgen extra es toda una delicia que sorprenderá por su fantástico sabor. No echaremos de menos el pan, es un manjar de lo más saludable que se disfruta perfectamente por sí solo.

Caballa en escabeche

caballa en Escabeche

Otra forma típica para preparar el pescado, basada en el recetario más tradicional, es el escabeche. Es una técnica que funciona especialmente bien con variedades azules, por eso esta receta de caballa en escabeche merece la pena ser recuperada. Una vez listo, podemos eliminar la cebolla de la elaboración para disfrutar del pescado en su pureza más simple.

Rillette de sardinas

Rillette

Todavía nos queda esperar un poco para ver buenas sardinas en el mercado, así que mientras tanto podemos ir preparando este delicioso paté o rillette marinero con una buena lata de pescado en aceite de oliva.

Como todos los untables, en teoría están diseñados para ser tomados con pan, pero en nuestra dieta keto podemos comerlo a cucharadas, usarlo a modo de dip o tomarlo con alguna variante apta para la cetosis, como este pan de ajo.

Sardinas al horno con perejil

Sardinas

Y cuando este saludable pescado vuelva a bendecir nuestras pescaderías, nada más simple que disfrutarlo con una receta como las sardinas al horno, condimentadas con limón y, sobre todo, mucho perejil. No hace falta comerse toda la hierba una vez cocinado, pero esta aromática contribuye a cocinar las sardinas dando sabor y protegiendo su carne. Y es una buena forma de evitar los olores típicos de freírlas.

Escabeche de sardinas

Sardinas en escabeche

Otra receta imprescindible para saborear las sardinas en todo su esplendor, cuando nos cansemos de asarlas o pasarlas por la parrilla. Vinagre, limón, ajo, aceite, laurel, perejil y tabasco añaden un sabor fantástico al pescado; la salsa de tomate frito se puede omitir perfectamente para no poner en riesgo nuestro estado de cetosis.

Recetas con pescado blanco

Los pescados blancos aportan, en general, menos de 8% de grasas, pero son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, perfectos para complementar una dieta cetogénica. La forma de preparación en este caso puede ayudarnos a potenciar más los lípidos del plato, por ejemplo sin temer a la fritura o las salsas más grasas.

Bacalao al pil pil

Bacalao al Pilpil

El pil pil es una técnica con fama de difícil, pero merece la pena practicarla en casa para llegar a dominarla. Se basa en cocinar el pescado en una salsa melosa con gran sabor, obtenida al ligar el aceite de oliva con la propia gelatina y grasa del bacalao. Tiene su técnica, pero nada que un poco de ensayo y error no puedan solucionar.

Branadada de bacalao

Brandada

La tradicional brandada es una elaboración también cremosa que a menudo se sirve como untable, y que ajustando su textura nos servirá como base o acompañamiento de lo que nos apetezca, aunque también es disfrutable a cucharadas. Con bacalao desalado, ajo, aceite y leche, este otro clásico es perfecto para completar una dieta keto sin tener que recurrir a más hidratos.

Bacalao skrei al horno

Bacalao Skrei

Cuando tenemos un pescado tan exquisito como el bacalao skrei, no hay que complicarse demasiado para disfrutarlo. Cocinándolo en el horno disfrutaremos de una receta sabrosísima para comidas o cenas, omitiendo, por supuesto, la guarnición sugeraida de patatas, y ajustando la cebolla según necesidades.

Moqueca de peixe

Moqueca

Esta versión adaptada de un plato tradicional brasileño podemos prepararla con cualquier pescado blanco que nos apetezca o esté en temporada. Nuestra receta de moqueca o guiso de pescado la hemos hecho con merluza, pero con pescadilla o bacalao quedará también muy sabrosa. Podemos elaborarlo sin los pimientos y tomate o dejarlos en la cazuela para que solo aporten su sabor, sobre todo si hay más comensales en casa que no estén siguiendo una dieta keto, pero sí quieran comer sano.

Merluza al horno con ajada de limón

Merluza con ajada

Ligera, fácil y rápida, esta receta de merluza al horno se puede hacer con piezas de pescado ya limpio, como los típicos lomos, frescos o descongelados. La ajada aporta gran sabor y aroma, manteniendo la jugosidad del pescado. Habrá que omitir, como siempre, las hortalizas y patatas del acompañamiento.

Kokotxas de merluza rebozadas a la lima

Keto Kokotxas

Las suculentas kokotxas de merluza no son económicas, pero merece la pena darse un capricho con ellas de vez en cuando. Poseen más grasa que otra parte del pescado y son ideales para freír y disfrutar al momento, disfrutando de ese contraste de texturas. El rebozado solo utiliza huevo, ningún tipo de harina, por lo que es perfectamente apta para la dieta cetogénica.

Lomos de merluza con costra de mayopesto

Merluza con costra de pesto

Las costras y gratinados a base de mayonesa, alioli y similares preparaciones siempre son una buena manera de dar sabor y textura a pescados que pueden parecer más anodinos. Claro que suma calorías porque tienen mucha grasa, pero eso es precisamente lo que nos interesa en una dieta keto. La ensalada ligera de la imagen podemos sustituirla por aguacate, unos frutos secos o algún huevo.

Por ello, esta receta de merluza con costra de mayopesto es ideal para aprovechar incluso lomos congelados que no sen de gran calidad, mucho más económicos que la merluza fresca, y más cómodos. Preparar nuestra salsa combinando la mayonesa con el pesto italiano es muy fácil, y aporta un sabor sorprendente.

Lenguado al horno con costra de puerro y alcaparras

Lenguado

Esta otra receta se basa en la misma técnica, pero con un pescado muy distinto y sabores diferentes. El lenguado con costra es un platazo digno de servir a invitados o para una ocasión especial, con el gran sabor y la fantástica textura que aporta la cobertura. Podemos reducir la cantidad de puerro de la costra y añadir más mantequilla y nata y así reducir más los hidratos.

Lenguado con salsa burro limón

Lenguado

Una alternativa a la receta anterior es este lenguado con salsa burro limón, con solo tren ingredientes y muy aptos para una dieta keto. El burro es la mantequilla, pura grasa láctea que enfatiza la delicada carne de este rico pescado, no de los más baratos, pero sí uno de los más exquisitos para preparar de vez en cuando. Suprimiendo las patatas de la guarnición tendremos un plato keto para cualquier ocasión.

Lubina a la donostiarra

Lubina Donostiarra

Con lubina salvaje o de piscifactoría, la preparación a la donostiarra nunca falla, y no podía ser más sencilla. El pescado se dora primero en la sartén y después se termina en el horno, culminando la elaboración con un refrito de ajos, vinagre y guindilla, más el toque fresco de perejil. Si encontramos buenas lubinas grandes, podemos pedirla entera, limpia en una pieza, para tener un gran plato para toda la familia.

Lubina a la sal

Lubina

Otro clásico con el que sacar partido a la lubina es la elaboración a la sal, cuyos trucos son fáciles de aplicar y memorizar para que siempre nos salga perfecta. El pescado queda jugoso, en su punto, y podemos así servirlo con los acompañamientos que desee cada comensal. En una dieta keto, podemos refrescar con aguacate o acompañar la lubina con mayonesa casera.

Rodaballo al horno con sorpresa de gambas al ajillo

Rodaballo

Este otro pescado plano parece menos popular pero merece la pena prestarle atención si nos lo encontramos en nuestra pescadería. Con esta receta al horno, sorprenderemos a nuestra familia o invitados enriqueciendo el rodaballo con una mezcla de gambas, ajo y mayonesa, sugerente y muy sabrosa.

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Todo sobre la caballa: propiedades, características y cómo cocinar este pescado de temporada (con recetas incluidas)

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Todo sobre la caballa: propiedades, características y cómo cocinar este pescado de temporada (con recetas incluidas)

También llamada verdel, sarda o xarda, la caballa es un pescado azul de tamaño medio que se encuentra actualmente en el mejor momento de su temporada. Aunque disponible todo el año bajo diferentes formatos, merece la pena aprovechar estas semanas para disfrutar de este delicioso pescado fresco en todo su esplendor.

Este animal de aguas marinas permanece en las bajas profundidades durante los meses del invierno; hacia el final de la estación fría, y sobre todo con las temperaturas más cálidas de la primavera, se agrupa en bancos y sube a la superficie, facilitando su captura. Sabrosa y saludable, la caballa además es un pescado muy versátil que podemos preparar de mil maneras diferentes.

Descripción y características

En España, al hablar de caballa, nos referimos fundamentalmente al Scomber scombrus, o caballa del Atlántico, y pertenece a la familia de los escómbridos, de los que existen otras variedades como la japonesa Scomber japonicus, o estornino, con la que a veces se confunde.

Caballa

Se trata de un pescado azul de cuerpo alargado y fino, hidrodinámico y fusiforme con el hocico muy puntiagudo, grandes ojos, boca ancha y mandíbula fuerte con dientes pequeños cónicos. Está cubierta de pequeñas escamas y presenta un color blanco o perlado en el vientre que contrasta con las rayas oscuras verticales que la cubren en el lomo, con reflejos azulados.

La caballa atlántica se distingue por las dos pequeñas aletas dorsales, muy separadas entre sí, y las también pequeñas pectorales. Además tiene aletas ventrales y anales casi imperceptibles que preceden la gran aleta caudal, firme, fuerte y ahorquillada, propia de los escómbridos.

La talla mínima de comercialización del verdel es de 18 cm y puede llegar a los 50 cm y hasta casi tres kilos de peso. En el mercado, normalmente, encontramos ejemplares de unos 30 cm de longitud, con un peso aproximado de 250-350 g por unidad.

Caballa Pescada

Este pescado acostumbra a vivir en grupos y no es raro encontrarlo en compañía de sardinas o de otras especies. Le gustan las aguas frías del atlántico, y se acerca a los litorales de costa a finales del invierno, siendo más frecuente su presencia en la superficie durante las semanas centrales de la primavera.

Es un animal omnívoro que suele alimentarse de pequeños crustáceos, moluscos y de otros peces pequeños cuando alcanza la madurez, como sardinillas o arenques. Es un gran depredador, nadador rápido y muy voraz, que alcanza la madurez sexual a los 2-3 años de vida. Se pesca con redes de cerco, anzuelo, enmalle y arrastre, concentrándose las mayores capturas entre febrero y mayo.

Propiedades y beneficios

Como ya hemos comentado, la caballa o verdel es un pescado azul, con 10 g de grasa por cada 100 g de porción comestible, fuente por tanto de ácidos grasos poliinsaturados, omega-3, saludables.

Además es, como todos los pescados, un alimento rico en proteínas de alta calidad. Destaca por su contenido en vitaminas del grupo B, especialmente en B12, y liposolubles como la D o A. Además es una buena fuente de minerales como selenio, fósforo y potasio.

Caballa Barbacoa

La cantidad precisa de calorías que aporta el consumo de este pescado varía según las fuentes -236 kcal por cada 100 g en crudo según la Base de Datos de Composición de Alimentos, 150 kcal por 100 g según la Fundación Española de Nutrición-; en cualquier caso, no es una cifra exacta que deba preocuparnos.

El pescado azul es un alimento muy saludable, nutritivo y completo cuyo consumo se recomienda incluir al menos una vez por semana en nuestros menús cotidianos, incluso si buscamos adelgazar. Además de las mencionadas grasas saludables, de las que carece el pescado blanco, los azules son más ricos en proteínas y vitaminas, y también son más saciantes.

Caballa Restaurante

Su consumo aporta numerosos beneficios, contribuyendo a un correcto funcionamiento del sistema cardiovascular al ayudar a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos, así como de otras enfermedades del corazón y vasos sanguíneos. Además, su alto aporte de vitaminas y minerales le añaden propiedades como el facilitar la absorción y fijación del calcio, mejorar la buena salud de la vista, la piel, tejidos y el sistema nervioso o la acción antioxidante que protege contra el envejecimiento y diversas enfermedades.

Es un pescado con baja presencia de mercurio, por lo que no hay restricciones de consumo entre la población. Sí tienen que vigilar su ingesta las personas con problemas de gota o hiperuricemia, pues en ocasiones acumulan gran cantidad de purinas.

Cómo preparar y cocinar este pescado

La caballa se comercializa fresca, en conserva, semiconserva, congelada y también ahumada, pero lo que nos interesa hoy es destacar las posibilidades que ofrece este pescado fresco, en plena temporada.

En la pescadería encontraremos los ejemplares enteros, normalmente con un peso y tamaño perfecto para considerar cada unidad como ración por persona. Además, los pescados de tamaño medio o pequeño suelen ser más sabrosos que los excesivamente grandes. Como siempre, hay que fijarse en que sean ejemplares muy frescos, sin olores extraños, de piel firme y tersa y ojos brillantes.

Caballa

Lo más sencillo es pedir que nos den las caballas limpias de vísceras, abiertas, pero dejándolas enteras para cocinarlas rellenas, a la brasa o en el horno. La cabeza se suele conservar para facilitar la manipulación y que sumen sabor al plato, pero se puede pedir que nos la retiren. Si queremos cocinar los filetes a la plancha, es más sencillo perdir los lomos así directamente, sin las espinas.

La caballa se puede adobar en una marinada antes de cocinarla, por ejemplo con vino blanco, vinagre o limón, aceite, ajos y unas hierbas frescas. Admite casi cualquier preparación: a la plancha o grill, al horno sola, rellena de hortalizas o sobre una cama de patatas y pimientos, también al papillote o al vapor; no requiere añadir mucha grasa y siempre queda jugosa si se evita la sobrecocción. Hay que cocinarla con piel, pues resultaría muy complicado tratar de retirarla en crudo.

Caballa Horno

Con caballa se pueden elaborar preparaciones sin cocción, como sashimi o sushi, también un tartar, ceviche o tiradito, siempre respetando la congelación mínima de cinco días para evitar el anisakis. El pescado en conserva o ahumado nos servirá para hacer todo tipo de ensaladas, aperitivos y canapés, o para rellenar empanadas, cocas y acompañar pastas.

Recetas para sacar partido a la caballa fresca

Como ejemplo de esa versatilidad del verdel, proponemos cinco recetas con elaboraciones y técnicas diferentes que demuestran todas las posibilidades que nos ofrece este pescado en la cocina en estas fechas.

1. Caballa al horno con hortalizas asadas

Caballa al Horno

Ingredientes

Para 4 personas
  • Caballa limpias 4
  • Tomate en rama 3
  • Pimiento verde italiano 2
  • Patata 4
  • Cebolla 1
  • Diente de ajo 2
  • Vino blanco 130 ml
  • Zumo de limón 1
  • Aceite de oliva virgen extra 50 ml
  • Sal

Cómo hacer caballa al horno con hortalizas asadas

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 1 h 10 m
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 1 h

Comenzaremos precalentando el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas finas, lavamos y cortamos los pimientos y tomates en rodajas, la cebolla en láminas, así como los dientes de ajo bien picaditos. Reservamos.

En una bandeja refractaria echamos una cuarta parte del aceite de oliva y lo extendemos por la base de la fuente, colocamos las patatas entremezcladas con los aros de cebolla, salamos, seguidamente las lonchas de tomate y los aros de pimiento verde y el ajo picado, rectificamos de sal.

Añadimos todo el vino, el zumo de limón y la mitad del agua, y horneamos 45 minutos, vigilando que no se queden las hortalizas secas, en tal caso les añadiríamos un poco más de agua durante la cocción.

Colocamos el pescado, limpio, salado y con unas rodajas de limón, encima de la cama de hortalizas asadas y añadimos el resto del agua que nos había quedado. Horneamos 15 minutos y servimos caliente.

Más detalles en la receta completa.

2. Conserva casera de caballa en aceite de oliva

Caballa en Conserva
  • Ingredientes. 2-3 caballas enteras sin vísceras, agua, sal, aceite de oliva virgen extra, piel de limón, pimienta en grano, hierbas frescas al gusto.
  • Elaboración. Cocemos las caballas enteras en agua con sal abundante, durante 10-15 minutos, dependiendo del tamaño. Una vez cocidas, dejamos que se enfríen y procedemos a pelarlas, retirando la piel y la espina central y sacando con cuidado las espinas que puedan quedar en la zona ventral. Colocamos los lomos de la caballa en una fuente rectangular y los cubrimos con aceite de oliva virgen extra. Agregamos unas bayas de pimienta. Podemos añadir también bayas de enebro o dos o tres clavos de olor, hierbas, cominos y unos dientes de ajo pelados. Agregamos unas pieles de limón, -teniendo cuidado de no llegar a la parte blanca para que no amargue- y cubrimos con el aceite necesario para cubrir. Dejamos dos días en la nevera y ya tenemos listas las caballas en conserva casera en aceite de oliva listas para consumir.

Más detalles en la receta completa.

3. Caballa a la plancha con ensalada cremosa de remolacha y jengibre

Caballa a la Plancha
  • Ingredientes. 2 caballas limpias en lomos, 1 remolacha cocida escurrida y picada en cubos, 1 trocito de jengibre pelado rallado, cilantro fresco, 1 limón, 5 ml de mostaza, 40 ml de yogur o nata espesa, aceite de oliva virgen extra, pimienta, sal, canónigos.
  • Elaboración. Mezclar la remolacha, el jengibre y un manojito de cilantro picado, añadir un chorro de la mitad del limón y salpimentar. Agregar la mostaza, el yogur o alternativa y mezclar bien. Probar y ajustar los ingredientes al gusto. Reservar. Calentar aceite en una buena sartén o plancha, salpimentar ligeramente y cocinar los filetes de caballa a fuego medio-fuerte, primero por la parte de la piel. Hay que dejarla bien crujiente. Dar la vuelta con una espátula adecuada y cocinar lo justo por el otro lado, apenas uno o dos minutos más. Aderezar con un poco de zumo de limón por la parte de la carne y servir los platos repartiendo la ensalada de remolacha con los filetes de caballa, siempre con la piel hacia arriba. Acompañar de unos canónigos o de otras hojas verdes, y más cilantro fresco si se desea.

Más detalles en la receta completa.

4. Caballa en escabeche de cebolla

Caballa Escabeche
  • Ingredientes. 2 caballas limpias y troceadas, harina, 2 cebolla en juliana, 1/2 cabeza de ajos, 1 vaso de vinagre de vino blanco, 1/2 vaso de vino blanco, 2 hojas de laurel, aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada de pimentón dulce, sal.
  • Elaboración. Pasamos el pescado por harina y lo freímos. Salamos y reservamos. En el mismo aceite (o con algo más) echamos los ajos machacados y después la cebolla y el laurel, dejamos que se confite todo a fuego lento. Agregamos una cucharada de pimentón dulce, removemos y dejamos hasta que la cebolla esté hecha. Añadimos el vinagre y el vino blanco y dejamos reducir ligeramente. Por último, disponemos la caballa en un recipiente hondo y repartimos por encima la cebolla y el líquido que haya quedado.

Más detalles en la receta completa.

5. Pinchos de rúcula, tomates secos y caballa

Pinchos
  • Ingredientes. 300 g de caballa en conserva, 6 tomates secos, 30 g de rúcula y 30 g más para el pesto, 3 rebanadas de pan, 30 ml de aceite de oliva virgen extra y un poco más para aliñar, 30 g de piñones, 30 g de queso parmesano, 2 dientes de ajo, flores de cilantro (opcional).
  • Elaboración. Cortamos las rebanadas de pan y las tostamos para que estén crujientes. Mientras se tuestan, preparamos un pesto de rúcula con 30 g de piñones, 30 g de rúcula y 30 de queso parmesano, dos dientes de ajo y un buen chorreón de aceite de oliva. Trituramos y reservamos. También podéis utilizar un pesto de albahaca casero o comprado. Cubrimos las rebanadas de pan con rúcula aliñada con aceite de oliva virgen extra. Sobre la rúcula ponemos dos trozos de tomates secos y sobre ellos una buena porción de caballa. Terminamos los pinchos, poniendo en un extremo de la caballa un poquito de nuestro pesto de rúcula y decoramos con una flor de cilantro u otra aromática.

Más detalles en la receta completa.

Fotos | iStock - Pixabay - W.carter - wolfworld - T.Tseng
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Corvina al horno con patatas, cebolla y cilantro: receta fácil de pescado

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Corvina al horno con patatas, cebolla y cilantro: receta fácil de pescado

Me encanta hacer pescados enteros al horno. Son recetas muy sencillas, siempre se consigue un punto perfecto en el pescado y encima no necesitamos apenas ingredientes para hacer un plato de fiesta de los que se recuerdan siempre. Hoy vamos a preparar una corvina al horno con cilantro y cebolla encurtida, una explosión de sabor en cada bocado que vais a preparar a menudo cuando veáis lo sencillo que resulta.

Este pescado blanco de carnes firmes, la corvina, solemos encontrarla en nuestros mercados proveniente de la acuicultura, con productos criados en el mar en perfectas condiciones para asegurar su sostenibilidad y obtener pescados sin dañar el medio natural como con otras artes de pesca más invasivas. Con este pescado de Crianza de nuestros mares, vamos a hacer esta receta en la que utilizaremos también la cebolla encurtida que os enseñé a preparar hace poco y que da al pescado un toque ligeramente escabechado que es realmente sorprendente.

Ingredientes

Para 4 personas
  • Corvina abierta a la espalda 1
  • Cebolla 1
  • Cilantro fresco al gusto
  • Patata 2
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra molida al gusto

Cómo hacer corvina al horno con patatas

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 40 m
  • Elaboración 20 m
  • Cocción 20 m

Comenzamos pelando y cortando las patatas en rodajas muy finas, mejor si las hacéis utilizando una mandolina. Una vez limpias, las extendemos en una fuente de horno, y las cubrimos espolvoreando con hebras de cebolla encurtida, que le darán un toque especial. Es como hacer patatas panadera, pero usando esta cebolla en lugar de la clásica juliana de cebolla en crudo.

Agregamos también un poco de sal, unas hojas de cilantro y un chorrito de aceite de oliva. Metemos al horno a 180º para que se vayan haciendo mientras preparamos el pescado. Habremos pedido al pescadero que nos abra la corvina por la mitad, dejando la raspa a un lado. Viendo más adelante cuándo se levante esa raspa sin dificultad, sabremos cuando está listo nuestro pescado.

Cuando las patatas lleven diez minutos, abrimos el horno y colocamos encima el pescado, que también decoraremos con la cebolla, y el cilantro tras haberlo salpimentado. Dejamos que la corvina se ase en el horno durante 20 minutos como mucho, comprobando el punto con el truco de la raspa.

Cuando esté, sacamos el pescado del horno, separamos los lomos y los servimos con la guarnición de patatas a un lado. La explosión de sabor en cada bocado está garantizada. El pescado queda sabroso, lleno de matices sutiles, muy agradables.

Corvina Cilantro Cebolla

Con qué acompañar la corvina al horno

Esta receta de corvina al horno con patatas y cebolla confitada la podéis acompañar de un entrante ligero como una crema de hongos casera y terminar con un postre ligero basado en fruta. Buen provecho.

Caballa al horno a la griega: receta fácil, saludable y muy económica

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Caballa al horno a la griega: receta fácil, saludable y muy económica

La caballa –también llamada verdel, sarda o xarda– es un pescado pariente del atún, oriundo del Atlántico norte y el Mediterráneo, que ahora está en plena temporada.

Su presencia en la dieta europea es antiquísima, en fresco y escbechado. Es protagonista de un sinfín de recetas en el mediterráneo, y en el mundo anglosajón da nombre, incluso, a un tipo de formación de nubes (el mackerel sky), que recuerda a su característica piel. Pero, pese a ser un pescado azul muy saludable, económico y sabrosísimo, parece haber sido relegado de nuestras cocinas en favor de otras especies más fáciles de comer.

Allá cada cual, pero desde Directo al Paladar seguimos reivindicando el pescado con esta receta, de supuesto origen griego, pero adaptada de la biblia de la cocina italiana, La cuchara de plata. Lo tiene todo: es barata, fácil de preparar, y tiene un genial contraste de sabores. No se la pierdan.

Ingredientes

Para 2 personas
  • Caballa en lomos 2
  • Cebolleta 1
  • Perejil fresco
  • Tomillo fresco o seco
  • Limón medio
  • Aceitunas negras 20 g
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra molida

Cómo hacer caballa a la griega

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 25 m
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 15 m

Calienta el horno a 180º C. Mientras alcanza la temperatura, corta la cebolleta en juliana, calienta una sartén con un poco de aceite y sofríela, removiendo de vez en cuando, unos cinco minutos. Reserva.

Unta una fuente para el horno con un poco de aceite de oliva, y coloca los lomos de la caballa, con la piel hacia abajo. Salpimenta, y echa sobre las caballas la cebolla, un puñado de perejil picado, un poco de tomillo, las aceitunas negras deshuesadas (nosotros hemos usado olivas de Aragón), el zumo de medio limón, y un chorrito de aceite.

Introduce la fuente del horno y deja que se cocine el pescado entre 10 y 15 minutos, dependiendo del tamaño de las piezas (la receta original habla de 30 minutos, pero es demasiado tiempo). Saca la fuente del horno y sirve inmediatamente.

Collage Caballa

Con qué acompañar la caballa a la griega

Esta receta es un estupendo segundo plato o, incluso, plato único, si se acompaña de alguna guarnición de verdura o unas buenas patatas fritas. Como en todas las recetas, las especias utilizadas se pueden variar al gusto, incluyendo otras como hierbas provenzales, salvia o, incluso, chile en polvo, si queremos darle un toque picante. La temporada de caballa es corta, así que no dudes en comprar el pescado ahora y congelarlo bien para poder preparar platos como este en los meses venideros.

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Merluza en salsa roja de pimientos asados: receta sin tomate para mojar mucho pan

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Merluza en salsa roja de pimientos asados: receta sin tomate para mojar mucho pan

Cocinar el pescado en alguna salsa es una forma fácil de evitar que se nos quede muy seco, y puede mejorar notablemente variedades de menor calidad o piezas congeladas. Y también es una buena apuesta para preparar ejemplares frescos de primera categoría, sobre todo si lo preparamos con antelación o queremos que haya sobras para aprovecharlas otro día.

La salsa de tomate es un clásico sencillo para acompañar muchos pescados blancos, pero no siempre hay que recurrir a esta hortaliza para preparar salsas de mojar mucho pan. En esta ocasión aprovechamos pimientos asados para guisar piezas limpias de merluza, un plato fácil que podemos hacer con pimientos en conserva o aprovechar los que tengamos hechos caseros.

Ingredientes

Para 4 personas
  • Merluza en lomos o rodajas limpias 800 g
  • Cebolla dulce o blanca 1
  • Diente de ajo 2
  • Laurel 1
  • Pulpa de pimiento choricero o 1 ñora rehidratada 10 ml
  • Pimiento rojo asado (aproximadamente) 180 g
  • Vino blanco 60 ml
  • Caldo de pescado o fumet o agua (aproximadamente) 120 ml
  • Pimentón dulce 1/2 cucharadita (o picante) 1
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Tomillo seco o perejil

Cómo hacer merluza en salsa roja de pimientos

Dificultad: Media
  • Tiempo total 40 m
  • Elaboración 5 m
  • Cocción 35 m

Comenzamos dejando la merluza preparada y atemperándose fuera de la nevera para cocinarla directamente cuando toque. En realidad podemos usar cualquier otro pescado blanco, merluza descongelada o pescadilla, lomos o rodajas... Lo ideal es disponer de piezas de buen grosor, cortadas, sin espinas y, a ser posible, sin piel. Salar y reservar.

Picar la cebolla y rallar los ajos. Calentar un fondo de aceite de oliva en una cazuela amplia y pochar ambos con un poco de sal. Cuando empiecen a coger color, añadir el pimiento choricero (es muy práctico tener congelado en porciones) o la carne de la ñora, y remover bien. Si no tenemos, echar ahora el pimentón cuidando que no se queme.

Merluza Salsa Roja Pasos

Incorproar el pimiento troceado o cortado en tiras, dar unas vueltas un par de minutos y regar con el vino. Cuando se evapore el alcohol, agregar el caldo, remover, bajar el fuego y dejar reducir unos 10 minutos. Retirar el laurel y triturar con la batidora. Añadir un poco más de pimentón o cayena si se desea.

Se puede dejar una salsa más fina, procesándola más y pasándola por un chino, o con más sustancia, según nos guste. Ajustar de líquido con más caldo o agua si fuera necesario y añadir la merluza, secándola previamente con papel de cocina. Dejar cocer a fuego suave hasta que el pescado esté en su punto.

Otra opción es enharinar el pescado antes y pasarlo por la sartén, pero podemos ahorrarnos ese paso. Servir caliente con tomillo o perejil.

Con qué acompañar la merluza en salsa roja

Una buensa salsa como esta de pimientos asados pide pan para mojar y una guarnición que aproveche su sabor, como el simple y siempre agradecido arroz blanco. Pero hay más opciones: cuscús, puré de patatas o patatas cocidas, pasta corta, quinoa, polenta... La salsa está tan rica que queremos que nos sobre a apropósito para devorarla a cucharadas.

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Las 33 mejores recetas de bacalao para disfrutar del tradicional pescado de Semana Santa

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Las 33 mejores recetas de bacalao para disfrutar del tradicional pescado de Semana Santa

Durante siglos el bacalao fue uno de los pocos pescados que se consumía en el interior de España, donde no llegaba en buenas condiciones el género del litoral. Su antiquísimo proceso de conservación en salazón, un invento que se remonta al siglo X de nuestra era, permitía disfrutar del pescado todo el año, aunque era en Cuaresma y Semana Santa cuando más se consumía, como sustituto de la carne, que la religión católica no permitía comer en estas fechas.

Aunque el bacalao en salazón es el mismo todo el año, y ya son muy pocos los que guardan la abstinencia de la Cuaresma, la tradición de cocinar este pescado al llegar la Semana Santa se ha mantenido en el tiempo. En los últimos años, además, podemos encontrar en nuestra pescadería bacalao fresco, cuya temporada se extiende de enero a abril, lo que abre todo un abanico de nuevas recetas que, poco a poco, se van incorporando a nuestras cocinas.

En este artículo queremos recopilar todas las recetas españolas tradicionales de estas fechas, pero también las que nos ha legado nuestro país vecino (muy populares, también, en las zonas limitrofes con Portugal) y las nuevas incorporaciones al recetario que vienen de la mano, sobre todo, de la llegada del bacalao fresco.

Recetas españolas tradicionales

Bacalao Salado

El recetario español está plagado de recetas de bacalao, elaboradas siempre con el pescado desalado. Cada región tiene sus elaboraciones estrella, pero muchas de ellas se han extendido por toda España. Lo que no cambia es el proceso de hidratación del bacalao, que en el caso de los lomos debe realizarse siempre con dos días de antelación, cambiando el agua cada 12 horas.

Bacalao al pil pil

Pilpil

Ingredientes

Para 6 personas
  • Bacalao desalado 300 g
  • Aceite de oliva virgen extra 1 l
  • Cabeza de ajos 3
  • Guindilla al gusto
  • Pan de hogaza duro, dos rebanadas

Cómo hacer bacala al pil pil

Dificultad: Media
  • Tiempo total 1 h
  • Elaboración 30 m
  • Cocción 30 m
  • Reposo 8 h

Comenzaremos preparando la víspera el aceite aromatizado con el ajo. Para eso pelamos los dientes de ajo y los fileteamos. En una olla ponemos el aceite a calentar y cuando comience a herir echamos los ajos. Bajamos el fuego y dejamos que se vayan tostando. Para que no se quemen echamos dos rebanadas de pan duro al aceite, que retiramos unos minutos antes para terminar de tostar los ajos. Dejamos así hasta el día siguiente. Al día siguiente limpiamos y descamamos los lomos de bacalao, les quitamos las espinas que pudieran tener y los igualamos en altura con un cuchillo para evitar que haya trozos que salgan mucho por encima del aceite. Colocamos el pescado en una cazuela de barro. Si no disponéis de gas y tenéis que hacerlo en cocina de inducción os valdrá también una cazuela baja de hierro fundido. Colocamos los lomos de bacalao con la piel hacia arriba, y le vamos añadiendo el aceite aromatizado sin los ajos por encima. Colocamos la cazuela al fuego y llevamos el conjunto hasta casi que empiece a hervir, o sea un calentón. Tapamos con una tapa de madera, para evitar que condense agua encima del pescado y dejamos reposar durante cinco minutos. Repetimos esta operación dos veces más. En total tres calentones y 15 minutos de reposo en tandas de cinco minutos. Cuando pase el tiempo pinchamos el pescado para saber si ya esta hecho. Si es así observamos que no se haya soltado mucha agua al aceite. En el caso de que la hubiera, y para que no nos aclare la salsa, podemos quitarle ese exceso de agua retirándola con una jeringuilla absorbiendo líquido de la base de la cazuela y en el centro, puesto que el aceite se queda en la superficie y el agua baja hacia el fondo de la olla. Una vez hecho esto comenzamos a girar fuera del fuego la cazuela, haciendo como medias circunferencias. Cuando salgan los corrillos de gelatina comienza la emulsión. No hay que girarlo fuerte, sino con un ritmo similar. A medida que se va templando el aceite se va ligando la salsa. Una vez ligada toda la salsa, ponemos de nuevo al fuego y cuando comience a borbotear ya tenéis vuestro pil pil. Podéis utilizar el método del colador para ligar la salas más rápido. Para eso retiráis las tajadas de bacalao y vais haciendo círculos en el aceite con un colador. A medida que transcurre este movimiento la salsa se va ligando. Servimos al momento acompañado de unos filetes de ajo y guindilla.

Enlace a la receta | Bacalao al pil pil

Bacalao con tomate

Bacalao Con Tomate
  • Ingredientes: 450 g de bacalao desalado, 1 kg de tomate maduro, aceite de oliva virgen extra, sal.

  • Elaboración: Cortamos el lomo de bacalao en tres trozos de unos 150 gr y lo metemos en una fuente de paredes altas, cubriéndolo de aceite de oliva. A continuación, lo ponemos a confitar, es decir lo cocemos dentro del aceite que mantendremos a una temperatura de 70º durante unos 10 minutos. Esta operación la podéis hacer al fuego, teniéndolo al mínimo, en el horno fijando esa temperatura o incluso en el microondas, en cuyo caso lo calentamos durante 3-4 minutos a potencia máxima y dejamos luego reposar el pescado dentro del aceite otros 20 minutos. Después, tomamos cuatro cucharadas de ese aceite que tendrá algo de gelatina y del sabor del bacalao y las ponemos en una sartén en la que vamos a freír a fuego muy lento los tomates pelados, sin semillas y cortados en trozos pequeños. Dejamos que se hagan durante 25 minutos hasta tener un tomate frito bien espeso y con un sutil toque de bacalao. Finalizamos la receta poniendo en una fuente de barro cuatro o cinco cucharadas de nuestro tomate frito especial, y calentando hasta que empiece a cocer. Entonces colocamos los lomos de bacalao confitado en el centro, los cubrimos con el tomate y dejamos que se hagan otros tres minutos, llevándolos a la mesa inmediatamente.

Enlace a la receta | Bacalao con tomate.

Bacalao a la vizcaína

Vizcaina
  • Ingredientes: 400 g de bacalao desalado, 2 ceboolas, 3 dientes de ajo, 5 pimientos choriceros, 1 rebanada de pan de hogaza, 30 g de salsa de tomate, 30 ml de aceite de oliva virgen extra, sal.

  • Elaboración: Ponemos los pimientos choriceros a remojo en agua durante una hora. Escurrimos y les damos tres hervores para sacarles el amargo. Esto lo hacemos poniendo en un cazo agua hasta que los cubra, dejamos que hierva, contamos un minuto, tiramos el agua y repetimos la operación tres veces. Les sacamos toda la carne y la reservamos. En una cazuela amplia ponemos un poco de aceite de oliva, rehogamos las cebollas troceadas. Cuando estén transparente echamos los dientes de ajo picados y el pan desmigado. Una vez que esté dorado agregamos la carne del pimiento choricero, la salsa de tomate, damos unas vueltas y añadimos el agua y un poco de sal. Dejamos cocer la salsa a fuego medio durante unos 20 minutos. Mientras levamos y secamos bien el bacalao, lo enharinamos sacudiendo el exceso y marcamos las tajadas un minuto por ambos lados en una sartén con un poco de aceite. Pasamos la salsa por el pasapurés y la ponemos en la cazuela de nuevo, colocamos las tajadas de bacalao y cocemos unos 10-15 minutos el conjunto, dependerá del grosor del bacalao, teniendo cuidado de dejarlo en su punto y no cocerlo en exceso. Rectificamos de sal la salsa si fuese necesario. Servimos bien caliente.

Enlace a la receta | Bacalao a la vizcaína.

Bacalao rebozado

Bacalao Rebozado
  • Ingredientes: 500 g de bacalao, 1 huevo, 100 g de harina de trigo, 50 ml de cerveza, 1 cucharadita de levadura química, aceite de oliva virgen extra, sal, perejil, 1 diente de ajo.

  • Elaboración: Para preparar el rebozado, picamos un diente de ajo en trozos minúsculos, batimos un huevo, añadimos la mitad de la harina, la levadura y la cerveza y batimos con unas varillas hasta que quede homogéneo. Después, vamos incorporando el resto de la harina hasta conseguir una crema tirando a espesa con la que rebozaremos las tajadas de bacalao. Si la crema nos queda demasiado espesa, añadimos un poco más de cerveza y si nos queda demasiado ligera, añadimos un poco más de harina. Espolvoreamos con un poco de perejil y removemos y ya lo tenemos listo para el rebozado. Ponemos abundante aceite a calentar en una sartén y vamos rebozando cada porción de bacalao friéndolo durante unos dos minutos por cada lado hasta que quede dorado y crujiente en su exterior.

Enlace a la receta | Bacalao rebozado.

Bacalao al horno

Bacalao Horno
  • Ingredientes: 450 g de bacalao desalado (o fresco), 1 cebolla, 1 pimiento rojo tipo morrón, 4 dientes de ajo, 2 guindillas de cayena, 1 laurel, 450 g de bacalado desalao, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra molida, sal y vino blanco (opcional).

  • Elaboración: Precalentar el horno a 180ºC y preparar una fuente de vidrio o similar. Cortar la cebolla en juliana y el pimiento lavado en tiras, desechando las semillas y filamentos internos. Laminar los ajos, reservándolos aparte. Combinar las verduras en la fuente, salar ligeramente, añadir el laurel y un chorro generoso de aceite de oliva. Mezclar bien y hornear 10 minutos; remover y continuar el horneado unos 8-10 minutos más, hasta que la cebolla esté bien tierna. Mientras tanto, preparar el pescado secándolo con papel de cocina y dejando que se atempere un poco. Colocar sobre las verduras, añadiendo otro chorrito de aceite por encima y, si tenemos, un poco de vino blanco. Devolver al horno. Preparar un refrito de ajos mientras el pescado se cocina. Calentar un fondo de aceite en una sartén pequeña y cocinar los dientes laminados con las cayenas a temperatura suave, cuidando que no se quemen. Deben quedar dorados y crujientes. Cuando el bacalao esté listo, tras unos 15-20 minutos, según el grosor, echar el contenido de la sartén por encima del pescado y servir inmediatamente.

Enlace a la receta | Bacalao al horno.

Bacalao a la gallega

Bacalao Gallega
  • Ingredientes: 4 tajadas de bacalao desaladas, 4 patatas, 2 dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra, una cucharadita de pimentón dulce, agua y sal.

  • Elaboración: Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de unos dos centímetros de grosor. Las ponemos en una cazuela amplia con agua fría y un poco de sal y llevamos a ebullición para cocerlas. Desde que el agua hierva estarán listas en unos 15 ó 20 minutos, dependiendo del tamaño. Unos cinco minutos antes de terminar la cocción de las patatas, añadimos al agua las tajadas de bacalao y cocemos. Si las tajadas son muy gruesas las echaremos al agua un poco antes. Mientras se hace el conjunto calentamos un poco de aceite de oliva en una sartén honda. Doramos los dientes de ajo laminados y añadimos el pimentón, removemos y apartamos del fuego. Agregamos un poco de agua de la cocción del bacalao y reservamos. Escurrimos las patatas y el bacalao. Colocamos en una bandeja con las patatas como base y regamos con el refrito que hemos hecho de pimentón y ajos. Servimos inmediatamente.

Enlace a la receta | Bacalao a la gallega

Bacalao a la riojana

Bacalao Riojana

Ingredientes: 4 lomos de bacalao desalado, 2 pimientos rojos asados, 2 cebollas moradas, 2 hojas de laurel, 2 dientes de ajo, media copa de vino blanco, 500 g de tomate frito casero, aceite de oliva virgen extra, sal, 1 cucharadita de pimentón dulce, harina para rebozar.

  • Elaboración: Empezamos secando muy bien los trozos de bacalao con papel de cocina. Lo pasamos por harina y lo freímos en una sartén. Basta con dorarlo ligeramente. Lo colocamos en un plato y lo reservamos. Ponemos una sartén al fuego con un poco del aceite donde hemos dorado el bacalao y sofreímos el ajo, añadimos la cebolla picada y dejamos pochar unos diez minutos a fuego bajo hasta que esté blandita. Cuando la cebolla esté bien pochada, añadimos el vino y dejamos cocer unos minutos para que reduzca y se evapore el alcohol, seguidamente añadimos el tomate frito, la hoja de laurel y la cucharadita de pimentón dulce, removemos bien y dejamos cocer unos 15 minutos a temperatura media, a fuego bajo para que no se pegue. Cuando el sofrito de tomate está hecho, añadimos los pimientos asados y el jugo que hayan soltado, removemos con cuidado y cocinamos unos 5 minutos. Rectificamos de sal, si está muy ácido el tomate podemos añadir un pellizco de azúcar. Repartimos la mitad aproximadamente de la salsa en una cazuela que pueda ir al horno, encima colocamos los trozos de bacalao con la piel hacia abajo, y cubrimos con el resto de salsa. Horneamos unos 15 minutos a horno precalentado a 180ºC. Servir caliente.

Enlace a la receta | Bacalao a la riojana.

Bacalao con sanfaina

Bacalao Sanfaina
  • Ingredientes: 800 g de bacalao desalado, 30 g de harina de trigo, 1 cebolla, 1 diente de ajo, 1 pimiento rojo, 1 pimiento verde italiano, 1 calabacín, 1 berenjena, 6 tomates en reama, 10 ml de tomate concentrado, 100 ml de vino blanco, pimienta negra molida, sal, perejil o tomillo fresco (opcional), aceite de oliva virgen extra.

  • Elaboración: Pelar la cebolla y el diente de ajo. Lavar y secar el resto de verduras. Cortar en cubos la cebolla picar el diente de ajo y cortar el resto, sin pelar, en cubos de unos 2-3 cm, desechando las semillas de los pimientos. Dorar a fuego medio-alto la berenjena en una sartén antiadherente sin añadir nada más, hasta que coja color (no es un paso necesario pero sí recomendable). Reservar. Calentar un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una sartén alta o cazuela ancha y añadir la cebolla. Salar, saltear un par de minutos, añadir el ajo y dejar pochar a fuego suave, para que se liberen sus azúcares de forma natural. Cuando la cebolla empiece a transparentar incorporar los pimientos y cocinar el conjunto unos 10 minutos. Añadir el calabacín, cocinar 1 minuto y echar también la berenjena. Salpimentar, dar unas vueltas y regar con el vino. Cuando se evapore el alcohol, agregar el tomate rallado o pelado y troceado, o usar tomate en conserva. Añadir también el concentrado de tomate, remover y dar otro ligero punto de sal. Bajar el fuego, tapar y dejar cocer unos 35-40 minutos, removiendo de vez en cuando. Secar el bacalao muy bien con papel de cocina y enharinar ligeramente. Dorar por ambos lados lo justo para que se marque, pero sin cocinarlo del todo. Retirar y añadir a la cazuela de las verduras cuando estén ya en su punto. Tapar y dejar cocinar unos 5 minutos, hasta que el bacalao se haya cocinado del todo y se separe fácilmente en lascas. Servir con perejil o tomillo.

Enlace a la receta | Bacalao con sanfaina.

Buñuelos de bacalao

Bunuelos
  • Ingredientes: 400 g de bacalao desalado (en migas), un manojo de perejil fresco, 2 dientes de ajo, 200 g de ahrina de trigo, 3 huevos grandes, 150 g de mantequilla, 300 ml de agua, una cucharadita de postre de levadura química, aceite de oliva virgen extra, sal.

  • Elaboración: Empezamos dando un hervor al bacalao, después lo colamos, le quitamos la piel y las espinas y lo reservamos. Ponemos a fuego medio una cazuela con el agua y la mantequilla. Cuando empiece a hervir, retiramos del fuego y echamos la harina tamizada con la levadura de golpe. Llevamos de nuevo al fuego y removemos con una cuchara de madera hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos, que se despegue de las paredes. Retiramos la cazuela del fuego y dejamos templar. Añadimos los huevos de uno en uno, removiendo bien después de agregar cada uno, de modo que hasta que no esté integrado el primero no añadiremos el segundo. Nos quedará una masa de buñuelos de viento espesa, brillante y cremosa. Desmigamos el bacalao, picamos menudo el perejil y los ajos y lo añadimos todo a la masa. Removemos y dejamos enfriar en la nevera una hora como mínimo. Pasado este tiempo, calentamos aceite en cantidad suficiente en una sartén. Con la ayuda de dos cucharitas, formamos los buñuelos y los vamos friendo poco a poco. A medida que los sacamos del aceite, los vamos depositando sobre un plato cubierto con papel de cocina, para que absorba el aceite sobrante. Servir calientes.

Enlace a la receta | Buñuelos de bacalao.

Croquetas de bacalao

Croquetas
  • Ingredientes: 60 g de mantequilla, 60 g de harina de trigo, 200 g de bacalao desalado, 400 ml de leche entera, sal, pimienta negra molida, nuez moscada molida, aceite de oliva virgen extra.

  • Elaboración: Desmenuzamos y sacamos las espinas que pueda tener el bacalao. Lo rehogamos en una sartén con un poco de aceite unos minutos. Lo escurrimos bien y reservamos mientras hacemos la bechamel. Echamos en una cazuela amplia la mantequilla, cuando se haya disuelto añadimos la harina y con unas varillas removemos y “freímos” un par de minutos para que la harina pierda el sabor a crudo. Agregamos la leche poco a poco a la vez que removemos con viveza para evitar que se formen grumos. Iremos dejando que se consuma la leche antes de añadir otro chorrito. Subimos un poco el fuego, y sin parar de remover, cuando comience a hervir la bechamel salpimentamos y añadimos nuez moscada al gusto. Cocinamos la crema durante unos 15 minutos sin dejar de remover en ningún momento para evitar que se pegue. A los 10 minutos más o menos, antes de terminar de cocinar la masa, agregamos el bacalao y lo mezclamos. Vertemos la masa en una fuente, tapamos con film transparente y refrigeramos unas horas para que ésta se solidifique. Para dar forma a las croquetas con ayuda de una cuchara cogemos porciones de masa, hacemos bolitas en este caso,y pasamos por pan rallado, huevo y pan rallado, en este orden. Hacemos lo mismo hasta terminar toda la masa. Freímos las croquetas en abundante aceite de oliva y dejamos reposar sobre papel absorbente antes de servir.

Enlace a la receta | Croquetas de bacalao.

Tortilla de bacalao con pimientos

Tortilla
  • Ingredientes: 6 huevos, 300 g de migas de bacalao, 2 pimientos verdes italianos, 2 cebolletas, 2 pimientos rojos, 1 diente de ajo, sal al gusto.

  • Elaboración: Comenzaremos picando los dientes de ajo menudos. Por otra parte, cortamos la cebolleta y los pimientos en juliana. Cogemos una sartén con aceite y salteamos las hortalizas hasta que estén blandas, añadimos el bacalao desmigado y dejamos cocinar todo junto durante cinco minutos. Reservamos. Batimos los huevos, rectificamos de sal y después los añadimos a la sartén. Agregamos un poco de perejil picado, dejamos cuajar la tortilla, pasamos a un plato y servimos bien caliente.

Enlace a la receta | Tortilla de bacalao con pimientos.

Guisos de cuchara con bacalao

Aunque el bacalao era accesible en el interior de España, no siempre se podía disfrutar de él como elemento principal del plato y, como ha ocurrido siempre, una forma de estirar su proteína era incluirlo en un plato de cuchara, con el que cundía mucho más, mezclándolo con legumbres o patatas.

Patatas con bacalao

  • Ingredientes: 600 g de bacalao desalafo, 4 patatas, 1 pimiento verde italiano, 1 tomate, 2 cebolletas, 1 l de caldo de pescado o fumet, 3 huevos duros, 3 dientes de ajo, 50 ml de vino blanco, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta negra molida, perejil fresco, una cucharadita de pimentón dulce.

  • Elaboración: Secamos bien los lomos de bacalao. Calentamos un poco de aceite en una cazuela amplia y marcamos el bacalao por los dos lados, vuelta y vuelta. Retiramos y reservamos. En la misma cazuela añadimos un poco más de aceite pochamos un diente de ajo, las cebolletas y el pimiento (todos ellos finamente picados) durante 10 minutos. Añadimos el tomate rallado y sofreímos a fuego un poco más fuerte durante un par de minutos más. A continuación agregamos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol antes de incorporar las patatas, peladas y troceadas. Rehogamos un par de minutos al tiempo que removemos. Agregamos el caldo de pescado y, si fuera necesario, un poco de agua. Las patatas tienen que quedar cubiertas de líquido. Calentamos un poco de aceite en una sartén pequeña, añadimos el pimentón, removemos para que se tueste e, inmediatamente después, agregamos un cacito del caldo de la cazuela con las patatas. Vertemos la mezcla en la cazuela donde aportará su sabor y color. Picamos finamente los otros dos dientes de ajo y un manojo de perejil fresco. Añadimos a la cazuela para que aporte más sabor. Cocemos a fuego suave durante 15-20 minutos. Cuando las patatas estén casi tiernas, probamos y salpimentamos al gusto antes de introducir el bacalao en la cazuela. Cocemos un par de minutos para que se integren todos los sabores. Servimos inmediatamente acompañando el guiso con huevo duro y espolvoreando con perejil fresco.

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Verdinas con bacalao y verduras

Verdinas
  • Ingredientes: 400 g de bacalao desalado, 250 g de verdinas, 1 diente de ajo pelado, 1 cebolleta grande, 2 zanahorias, 1 puerro, caldo de verduras o pescado, azafrán, pimentón dulce, aceite de oliva virgen extra, perejil.

  • Elaboración: Enjuagar las verdinas ya rehidratadas. Lavar bien las verduras; desechar las raíces y hojas más verdes de la cebolleta y puerro, así como sus capas más externas, si estuvieran estropeadas. Pelar ligeramente las zanahorias y cortar en dos o tres trozos grandes. Disponer las verdinas y las verduras en una olla grande, cubrir con, al menos, dos dedos de caldo y agregar una pizca de sal, un chorrito de aceite de oliva, una hebras de azafrán desmenuzadas, y el pimentón. Calentar, llevar a ebullición, bajar el fuego y dejar cocinar a fuego lento durante, aproximadamente, dos horas o dos horas y media. El tiempo de cocción puede variar según la frescura de la legumbre, el tipo de agua o la potencia del fuego, también depende del punto que más nos guste. Desespumar de vez en cuando y añadir más caldo o agua a medida que lo vaya necesitando, siempre frío. Remover meneando la olla con suavidad, no con una cuchara. A los 90-120 minutos, sacar las verduras y triturar con una batidora. Reincorporar el puré a la olla removiendo con suavidad y mantener la cocción. Preparar el bacalao, que deberíamos haber desalado previamente si lo hubiéramos comprado en salazón. Si es fresco solo habrá que cocinarlo en la sartén, comenzando por la piel a temperatura alta, hasta que se separe en lascas. Retirar, quitar la piel y las posibles espinas. Desmenuzar un poco y añadirlo a la olla. Podemos echar también los jugos de la sartén. Rectificar de sal y pimienta, cocinar unos 5-10 minutos más, y apagar el fuego. Lo ideal es dejar reposar el guiso al menos treinta minutos antes de servir, incluso será mejor si lo dejamos listo con unas horas de antelación antes de volver a calentarlo -ojo, no dejarlo a temperatura ambiente más de dos horas, menos si la cocina está caliente-. Servir con perejil picado al gusto.

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Potaje de vigilia

Potaje Vigilia
  • Ingredientes: 300 g de bacalao desalado, 300 g de garbanzos, 1 puerro, 2 tomates, 1 cebolla, 1 pimiento verde italiano, 2 huevos, un manojo de espinacas.

  • Elaboración: Cocer los huevos en agua abundante durante 10 a 12 minutos. Pelar y reservar. Cortar las tajadas de bacalao. Para esta receta yo prefiero cortar tiras alargadas y finas del lomo del bacalao para repartirlas mejor. Cortar las espinacas en trozos pequeños. Hacer un sofrito con cebolla y pimiento verde. Añadir un puerro picado y dejar pochar durante diez minutos. Incorporar el tomate y el caldo de pescado. Triturar el sofrito con la batidora y dejarlo fino, retornándolo a la cacerola. Cuando vuelva a hervir, agregamos las espinacas y el bacalao, dejando que todo hierva durante unos cinco minutos. Incorporamos los garbanzos cocidos y dejamos que cuezan durante un minuto. Si usáis garbanzos secos, tendréis que dejarlos en remojo una noche y cocerlos dos horas a fuego lento o 18 minutos en olla rápida. Después se usan tal como acabamos de indicar. Apagamos el fuego, agitamos la cacerola agarrándola por las asas y recolocamos el contenido. Colocamos los huevos duros cortados en cuartos sobre el resto de ingredientes y llevamos a la mesa en la misma cacerola en la que se ha cocinado, sirviendo allí a los comensales.

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Bacalao guisado con verduras y patatas

Bacalao Verduras

Ingredientes: 350 g de bacalao desalado, 1 cebolleta grande, 2 dientes de ajo, 1 apio, 1 calabacín, 1 pimiento rojo pequeño, 1 pimiento verde pequeño, 5 patatas medianas, 2 hojas de laurel, 3 tomates en conserva, 50 ml de pulpa de pimiento choricero, pimentón dulce al gusto, caldo de verduras o agua, pimienta negra molida, sal, aceite de oliva virgen estra, perejil fresco.

Elaboración: Desalar el bacalao correctamente con antelación suficiente si lo hemos comprado salado. Limpiar bien de piel y espinas, y desmigar o cortar en piezas de un bocado, si fuera necesario. Reservar. Lavar muy bien todas las verduras. Picar fina la cebolleta y los dientes de ajo, trocear el apio y cortar en cubos no muy pequeños los pimientos sin las semillas. Cortar el calabacín en rodajas algo gruesas -o medias lunas- y pelar las patatas. Calentar un fondo de aceite de oliva en una cazuela y pochar la cebolleta con una pizca de sal. Añadir los ajos y el laurel cuando haya cogido color, remover un poco y echar los pimientos y el apio. Cocinar un par de minutos y agregar los tomates machacados y la pulpa de pimiento choricero. Dejar cocinar unos cuatro o cinco minutos e incorporar el calabacín, las patatas cascadas, el pimentón y una pizca de sal. Remover bien, cubrir con agua o caldo, llevar a ebullición, tapar y bajar el fuego. Dejar cocinar unos 20-30 minutos, o hasta que las patatas estén bien tiernas. Vigilar el nivel de líquido. Hacia el final de la cocción incorporar el bacalao, remover para integrarlo bien y corregir el nivel de líquido si fuera necesario. Cocer unos pocos minutos más, hasta que el pescado esté listo. Si estuviera muy líquido, cocer a fuego vivo destapado un poco al final. Servir con perejil picado.

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Recetas frías de bacalao

El bacalao también es protagonista de un buen número de recetas frías, especialmente populares en todo el Levante y su zona de influencia. Estas recetas se elaboran, también, con bacalao desalado, en muchos casos con sus económicas migas, que no requieren tanto tiempo de remojo.

Brandada de bacalao

Brandada
  • Ingredientes: 400 g de migas de bacalao desalado, 5 dientes de ajo, 250 g de aceite de oliva virgen extra, 40 ml de leche entera.

  • Elaboración: Empezamos poniendo el aceite y los dientes de ajo pelados y fileteados en una sartén. Calentamos sin que se llegue a quemar el ajo. Añadimos el bacalao a la sartén y lo dejamos unos dos o tres minutos con el fuego al mínimo, tapamos y dejamos que se haga y suelte toda la gelatina. Colamos el bacalao y los ajos, conservando el aceite. Ponemos el bacalao en un bol con la leche y removemos con unas varillas para deshacerlo todo junto. Vamos añadiendo el aceite que teníamos reservado y removiendo con las varillas para que emulsione todo, hasta obtener una crema unida.

Enlace a la receta | Brandada de bacalao.

Atascaburras

Atascaburras
  • Ingredientes: 350 g de bacalao desaladas, 4 patatas de tamaño medio, 1 hoja de laurel, 3 dientes de ajo, 3 ñoras, aceite de oliva virgen extra, perejil, 4 huevos, nueces, pimentón dulce, sal.

  • Elaboración:: Lavar bien las patatas. Cocerlas en abundante agua hirviendo con sal, dejándolas al dente, unos 30 minutos. Dejar enfriar un poco y pelarlas. Cubrir el fondo de una cazuela con agua, una hoja de laurel y un chorro de aceite. Cocer el bacalao con las ñoras y las patatas hasta que esté bien tierno, unos 8-10 minutos. Retirar la piel del pescado y las posibles espinas. Pelar los ajos y machacarlos en un mortero con una pizca de sal. Añadir las patatas y el bacalao en trozos, machacando todo poco a poco, hasta ir formando una masa homogénea. Cocer 4 huevos mientras se enfría un poco el pescado. Colocar la mezcla de bacalao, ajos y patata en una fuente de barro. Pelar las ñoras y retirar la piel, y añadirla a la fuente. Regar con aceite de oliva y decorar con los huevos duros cuarteados, pimentón y perejil.

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Rin ran de bacalao

Rin Ran
  • Ingredientes: 1 cebolla blanca o dulce grande, 1 ñora o pimiento choricero seco, 300 g de bacalao desalado, 1 limón, aceite de oliva virgen extra y sal.

  • Elaboración: Partimos ya de bacalao seco desalado, limpio y desmigado. En caso contrario, habrá que desalarlo adecuadamente con al menos 24 horas de antelación, cambiando el agua fría cada 4-6 horas. Retirar la piel y las espinas. Pelar la cebolla y cortar en cubos pequeños. Colocar en un recipiente con agua fría y un poco de sal, y dejar a remojo unos minutos para que pierda fuerza. Después, escurrir bien. Mientras tanto, tostar las ñoras en una sartén con un poco de aceite o sin nada, o usar el horno. Deben oscurecerse pero sin quemarse, inflándose un poco y adquiriendo la piel una textura más tierna. Retirar, enfriar y picar, desechando las semillas. En la misma sartén tostar el bacalao a fuego vivo para que pierda el agua que pueda tener. Añadir las ñoras y cocinar el conjunto unos 5 minutos. Incorporar la cebolla, remover bien y cocinar unos 5-10 minutos más. Mezclar con abundante aceite de oliva y zumo de limón y probar el punto de sal. Se puede añadir también un pimiento seco picante o una pizca de pimentón picante, para hacer una variante picajosa del plato.

Enlace a la receta | Rin ran de bacalao

Empedrat

Empedrat
  • Ingredientes: 400 g de judías blancas hervidas, 200 g de migas de bacalao desalado, 1 tomate grande, 1 cebolla, medio pimiento rojo, 2 huevos, sal, aceite de oliva virgen extra, aceitunas negras.

  • Elaboración: Ponemos las migas de bacalao desaladas en un bol, junto a las judías escurridas. Troceamos pequeños el tomate, la cebolla y el pimiento y los agregamos al bol. Incorporamos también las aceitunas y lo aliñamos todo con abundante aceite de oliva y sal. Pelamos los huevos, los partimos por la mitad y servimos el empedrat con los huevos.

Enlace a la receta | Empedrat.

Esqueixada de bacalao

Esqueixada
  • Ingredientes: 400 g de migas de bacalao desalado, 3 tomates, media cebolla, aceitunas negras, aceite de oliva virgen extra.

  • Elaboración: Las cantidades de los ingredientes van un poco a ojo, se puede aumentar o disminuir la cantidad de cualquiera de ellos si lo deseamos. Ponemos el bacalao en una fuente. Cortamos los tomates y la cebolla en cuadraditos y los agregamos al bacalao. Regamos con abundante aceite de oliva. Incorporamos las aceitunas negras y servimos.

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Bacalao en escabeche de azafrán

Bacalao Escabeche
  • Ingredientes: 300 g de bacalao desalado, 2 cebollas, 3 dientes de ajo, 2 zanahorias meianas, tomillo seco o fresco, romero fresco o seco, 1 hoja de laurel, media cáscara de naranja, 100 ml de sidra o vinagre de Jerez, 2 g de pimentón dulce, 3 hebras de azafrán, harina de trigo, aceite de oliva virgen extra, pimienta en grano, sal.

  • Elaboración: Cortar las cebollas en juliana fina, pelar los ajos y las zanahorias y cortar estas en rodajas no muy delgadas. Calentar un fondo de aceite en una cazuela y pochar la cebolla con una pizca de sal, dejando que se haga bien sin prisa, a fuego medio-bajo, durante unos 20 minutos. Añadir los ajos, el laurel, la zanahoria, el tomillo, el romero y los granos de pimienta, y cocinar el conjunto unos minutos. Desmenuzar el azafrán en el vinagre y mezclar con una pizca de pimentón. Añadir a la cazuela cuando la zanahoria esté tierna, junto con la naranja y medio vaso de agua. Tapar y dejar cocinar a fuego lento. Podemos añadir también la mitad del zumo de la fruta. Enharinar ligeramente el bacalao y freír o marcar por ambas caras en una sartén aparte con algo de aceite. Retirar con cuidado y llevar a la cazuela del escabeche. Apagar el fuego y remover bien, con suavidad. Añadir un poco más de agua para que el pescado quede bien empapado. Dejar enfriar antes de guardar en la nevera bien tapado para que repose hasta el día siguiente.

Enlace a la receta completa | Bacalao en escabeche de azafrán.

Recetas portugesas de bacalao

El país luso es la potencia mundial del bacalao, no en vano, fueron ellos los que lo trajeron a Europa, cuando empezaron a comerciar con los vikingos, allá por el siglo X. El recetario portugués de bacalao es interminable, pero recogemos aquí alguna de sus elaboraciones legendarias, que son también muy comunes en todo el Oeste de España.

Bacalahu a Bras o bacalao dorado

Bacalao Dorado
  • Ingredientes: 250 g de cebolla, 250 g de migas de bacalao, 150 g de patatas paja, 4 huevos, 30 g de nata líquida, aceitunas negras sin hueso, perejil fresco, aceite de oliva y sal.

  • Elaboración: Calentamos el aceite en una sartén amplia y, mientras tanto, cortamos la cebolla en juliana muy fina para que se cueza más rápido. La pochamos a fuego medio-bajo durante 10-12 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se queme. Cubrimos con una tapa para que el vapor generado en el interior de la sartén acelere este paso unos minutos. Batimos los huevos y la nata (opcional) en un cuenco y los reservamos. Cuando la cebolla esté pochada, agregamos las migas de bacalao desalado, removemos y cocemos a fuego alto durante un par de minutos. Cuando el bacalao haya cambiado de color y se haya vuelto opaco, agregamos las patatas paja de bolsa y removemos de nuevo hasta integrarlas. Incorporamos los huevos y la nata a la sartén, removemos y bajamos la intensidad del fuego. Cocemos a fuego suave, sin parar de remover, durante dos o tres minutos o hasta que el huevo está cuajado pero todavía jugoso. Ajustamos el punto de sal y pimienta y servimos con aceitunas negras y perejil fresco.

Enlace a la receta | Receta de bacalao dorado.

Bacalhau com natas

Natas
  • Ingredientes: 400 g de bacalao desalado, 5 patatas, 1 cebolla, 20 g de harina de trigo, 20 g de mantequilla, 500 ml de leche.

  • Elaboración: Partimos de bacalao desalado. Una vez el bacalao está en su punto, cortaremos pequeñas tiras, con las manos o con un cuchillo afilado. Las reservamos en agua. (También podéis usar migas de bacalao troceándolas cuando estén desaladas). Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas como cuando vamos a preparar una tortilla de patata y las freímos ligeramente sin que se lleguen a dorar. Luego terminarán de hacerse en el horno. Colocamos la mitad de las patatas una vez fritas y escurridas en la base de una fuente amplia. Picamos en juliana media cebolla y mientras se pocha a fuego lento, cocemos los trozos del bacalao en la leche durante dos o tres minutos. Después ponemos las tiras de bacalao con la cebolla y las salteamos juntas. Colocamos el bacalao y la cebolla sobre las patatas en la fuente. Preparamos una bechamel muy ligera con la mantequilla, la harina y la leche en que cocimos el bacalao, añadiendo más leche si fuera necesario. Una vez comience a espesar, lo añadimos a la fuente dejando que se reparta entre los huecos y que cubra las patatas. Horneamos a 190º durante quince minutos y después gratinamos hasta que se tueste la capa superior. Servimos advirtiendo a los comensales que puede estar muy caliente ya que las patatas conservan mucho la temperatura.

Enlace a la receta | Bacalhau com natas.

Bacalhau espiritual

Espiritual
  • Ingredientes: 600 g de migas de bacalao desaladas, 2 patatas, 400 ml de salsa bechamel, 2 zanahorias ralladas, 1 cebolla cortada en rodajas finas, 1 diente de ajo, 1 hoja de laurel, 100 ml de aceite de oliva, queso rallado para gratinar, nuez moscada, sal, perejil fresco, 3 cucharadas de mantequilla, 3 cucharadas de harina de trigo, 500 ml de leche, pimienta negra molida.

  • Elaboración: Empezamos preparando la salsa bechamel. Derretimos la mantequilla en una sartén antiadherente. Añadimos la harina y removemos hasta que la mezcla comience a dorarse. Vertemos la leche progresivamente y llevamos a ebullición a fuego lento, revolviendo constantemente con un batidor. Condimentamos con sal, pimienta y nuez moscada. Cocinamos durante 2-3 minutos, batiendo siempre, hasta que se forme una salsa espesa y cremosa. Reservamos. Ponemos aceite de oliva en una sartén y sofreímos las rodajas de cebolla, el ajo picado y la hoja de laurel, revolviendo con frecuencia, hasta que este bien confitada. Añadimos el bacalao desmenuzado y las zanahorias ralladas. Sazonamos con nuez moscada y dejamos cocer durante unos 7 minutos a fuego medio, revolviendo frecuentemente. Agregamos las patatas paja y mezclamos. Incorporamos la salsa bechamel y mezclamos de nuevo. Rectificamos la sazón y retiramos la hoja de laurel. Vertemos la mezcla a una bandeja de horno. Alisamos la superficie con una espátula y espolvoreamos con el queso rallado. Horneamos a horno precalentado a 190ºC hasta que este la superficie bien dorada. Si hace falta, podemos darle un toque de gratinador fuerte, para que se forme una deliciosa costra de queso en la superficie. Retiramos del horno y espolvoreamos con un poco de perejil picado. Dejamos reposar 5 minutos antes de servir.

Enlace a la receta | Bacalao espiritual

Recetas modernas de bacalao

Finalizamos esta selección con un compendio de recetas modernas, muchas elaboradas con el popular bacalao Skrei, pero también con bacalao desalado.

Bacalao con guisantes frescos

Bacalao Guisantes

Ingredientes: 400 g de bacalao fresco o desalado, 250 g de guisantes frescos con sus vainas, 2 chalotas, medio diente de ajo, 1 cayena pequela, 150 ml de sidra de manzana, 300 ml de caldo de verduras, pescado o agua, una cucharadita de maizena, cebollino al gusto, limón al gusto, pimienta negra molida, sal, aceite de oliva virgen extra.

Elaboración: Lo que más tiempo nos llevará será sacar los guisantes de las vainas, una tarea entretenida pero que tendremos lista en un periquete si lo hacemos con brío en pareja. Separar los guisantes en un cuenco y reservar las vainas. Realizar un corte del extremo de cada vaina y sacar la fibra más gruesa, el filamento que hace de unión entre las dos mitades. Es un paso opcional pero recomendable. Lavar bien las vainas y secarlas. Picar finas las chalotas y el diente de ajo. Poner a pochar en una cazuela con aceite de oliva y una pizca de sal. Cuando estén muy tiernas, añadir la cayena desmenuzada y las vainas; dorarlas unos minutos a fuego vivo. Agregar un poco de limón y la sidra, dejar que evapore un poco el alcohol y cubrir con el caldo con la maizena diluida. Llevar a ebullición, bajar el fuego y dejar cocer unos 15 minutos. Mientras tanto, escaldar los guisantes tiernos. Preparar un cuenco sobre una fuente con hielo -opcional, pero recomendable- y cocer los guisantes en agua hirviendo o al vapor durante unos pocos minutos. El tiempo dependerá del tamaño y la variedad; queremos que sigan ligeramente firmes y, sobre todo, que mantengan su bonito color verde brillante. Retirarlos inmediatamente, refrescar con agua fría con un colador y romper la cocción del todo en el cuenco sobre hielo. Cuando estén tiernas, triturar la preparación de las vainas con la batidora o robot y colar con un chino o tamiz fino, apretando bien para sacar toda la fibra. Probar y corregir de sal si fuera necesario. Añadir un poco de pimienta negra y reservar. Cocinar el bacalao a la plancha con un poco de aceite marcando primero la piel a fuego vivo para dejarla bien crujiente. Dar la vuelta a las piezas para que se hagan por el otro lado, dejándolas en su punto, y retirar. Para servir, calentar ligeramente la crema con los guisantes y distribuir en platos. Colocar encima las piezas de bacalao con la piel hacia arriba y añadir cebollino picado, ralladura de limón y pimienta al gusto.

Enlace a la receta | Bacalao con guisantes frescos.

Bacalao fresco al horno con albariño, tomillo y romero

Bacalao Horno
  • Ingredientes: 1,5 kg de lomo de bacala fresco, 125 ml de vino blanco albariño, 4 dientes de ajo, 125 ml, 800 g de patatas, 300 g de cebolla, 1 limón, tomillo seco, romero seco, sal.

  • Elaboración: Comenzaremos pelando y partiendo las patatas en rodajas finas. Seguidamente también pelamos y partimos las cebollas en rodajas finas. Ponemos una sartén con el aceite y salteamos las patatas, las cebollas y los dientes de ajo, cocinamos todo junto durante diez minutos. Ponemos las patatas, la cebolla y el ajo en una fuente de horno y colocamos encima el lomo de bacalao, salamos y añadimos el limón partido en cuatro y espolvoreamos el tomillo. Introducimos en el horno precalentado a 220º durante treinta minutos aproximadamente, dependiendo de la potencia del horno y del peso. A los diez minutos de comenzar el asado, regamos con el vino blanco gallego. Adornamos con más tomillo y romero. Para comprobar que está hecho, introducimos la punta de un cuchillo por un lateral, si entra con facilidad hasta la espina, está en su punto.

Enlace a la receta | Bacalao fresco al horno con albariño, tomillo y romero

Bacalao a la mantequilla de olivas

Bacalao Olivas
  • Ingredientes: 500 g de bacalao desalado, 100 g de aceitunas variadas sin hueso, 1 diente de ajo, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, 100 g de mantequilla, 1 lima, pimienta negra molida al gusto.

  • Elaboración: Calentamos el horno a 180ºC. En una sartén grande apta para el horno (que no tenga partes de plástico) ponemos la mantequilla y el aceite para que se derritan. Añadimos las aceitunas cortadas en rodajas o en trozos irregulares y el diente de ajo picado, y dejamos que se cocine todo durante un par de minutos. Mientras, preparamos el bacalao que tendremos bien desalado. Marcamos la pieza en una sartén para dorar la piel y cocinar ligeramente la parte exterior. Después lo metemos en la sartén que tenemos en el horno, regando bien un par de veces con una cuchara para que la mantquilla aromatizada se impregne por todas sus caras. Cocinamos entre diez y quince minutos hasta que veamos que las lascas del bacalao se empiezan a separar. El tiempo exacto dependerá del grosor de la pieza y de vuestros gustos respecto al punto de pescado. Colocamos el bacalao en la fuente donde lo vayamos a servir. Exprimimos una lima o un limón sobre la mantequilla para hacer una deliciosa salsa con ese toque tan sabroso. Echamos la salsa con las aceitunas sobre el pescado. Decoramos con pimienta negra, y unas hojas de perejil o de cilantro y ponemos unas rodajas de lima en el lateral de la fuente para quien quiera añadirse un poco más

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Bacalao en salsa de azafrán y gambas

Bacalao Azafran
  • Ingredientes: 250 g de bacalao desalado o fresco, 1 cebolleta, 2 dientes de ajo, 1 pimiento rojo, 1 pimiento verde, 60 ml de tomate triturado, 30 ml de vino blanco, 8 gambas o langoistinos, 1 pizca de nuez moscada molida, unas hebras de azafrán, pimienta negra molida, sal, aceite de oliva virgen extra, estragón o perejil fresco.

  • Elaboración: Secar bien el bacalao con papel de cocina y cortar en piezas de un bocado. Reservar. Picar bien la cebolleta y el diente de ajo. Desechar las semillas de los pimientos y picarlos en trocitos pequeños. Calentar unas cucharadas de aceite de oliva en una cazuela y sofreír la cebolleta. Añadir el diente de ajo y los pimientos y cocinar todo junto unos 10 minutos. Incorporar el tomate y dejar cocer un par de minutos. Regar con el vino y sazonar con la nuez moscada, el azafrán, pimienta y una pizca de sal. Cocinar todo a fuego suave unos 10 minutos. Añadir un poco de agua o caldo si redujera demasiado. Incorporar a la cazuela las gambas peladas. Pasados unos 5 minutos, o algo más si las usamos congeladas, introducir las piezas de bacalao, procurando que se imprengnen bien con la salsa. Tapar y dejar cocinar a fuego lento unos 10 minutos, o hasta que el pescado esté en su punto. Servir con un poco de perejil o estragón picado.

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Bacalao al romero con cebolla encurtida, tomate y olivas

Bacalao Olivas Romero
  • Ingredientes: 300 g de bacalao desalado, 500 ml de leche, 3 tomates (de lata o al natural), 1 cebolla morada, 3 dientes de ajo, 20 g de piñones, 3 cucharadas de tapenade de olivas, 2 cucharadas de vinagre de manzana, una rama de romero fresco, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta negra molida, agua, hielo.

  • Elaboración: En primer lugar vamos a preparar la cebolla encurtida. Para ello utilizamos la mitad de la cebolla, cortada en juliana fina, que introducimos en un bol con agua fría, hielo y un poco de sal, al que añadimos el vinagre de manzana. Esto hará que la cebolla pierda su fuerza y se encurta ligeramente. Mientras se encurte la cebolla, preparamos el sofrito de tomate sobre el que pondremos el bacalao. Para ello rehogamos en una sartén con un poco de aceite la otra mitad de la cebolla picada fina junto al ajo, también picado. Añadimos la rama de romero y, cuando la cebolla esté transparente, los tomates rallados. Salpimentamos y dejamos que se cocine cinco minutos. Reservamos. Ahora sí, procedemos a preparar el bacalao. Calentamos la leche en un cazo y, antes de que hierva, añadimos los lomos de bacalao. Dejamos que se cocinen durante cinco minutos, sin que la leche llegue nunca a hervir, así se confita y queda jugoso. Retiramos el bacalao y dejamos reservar en una fuente para el horno, con la piel boca arriba. Con ayuda de un mortero o una picadora, mezclamos el paté de aceitunas con los piñones. Extendemos la pasta sobre la piel de los lomos del bacalao e introducimos la fuente en el horno, con el grill encendido, hasta que quede crujiente. Una vez que el bacalao este listo, lo servimos sobre el sofrito de tomate y coronado con la cebolla encurtida.

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Bacalao en papillote con hortalizas

Bacalao Papillote
  • Ingredientes: Lomo de bacalao Skrei 1, Calabacín 1/4, Cebolleta 1/4, Aceite de oliva virgen extra una cucharada, Salsa de soja una cucharada, 1 Zanahoria

  • Preparación: Como el bacalao fresco Skrei se hace prácticamente en un minuto y queda tierno con las lascas que se desprenden sin esfuerzo, vamos a comenzar preparando las hortalizas que necesitan un poco más de tiempo. Pelamos las zanahorias y las cortamos en juliana. Picamos también el calabacín sin pelar y la cebolleta. Colocamos todos los ingredientes en un estuche de silicona apto para microondas, añadimos una cucharadita de aceite de oliva virgen extra y unos granos de sal y lo horneamos a 900W durante 2 minutos. Pasado ese tiempo, abrimos el estuche, removemos las verduras y observamos si están ligeramente cocinadas. Barnizamos el lomo de bacalao con una brocha mojada en salsa soja y lo ponemos dentro del estuche sobre las verduras pochadas. Añadimos el resto de la salsa soja y cerramos el estuche cocinando durante 1 minuto a 900W. Dejamos dentro del estuche sin abrir durante un minuto y procedemos a emplatar. Para ello, sacamos el lomo de bacalao con cuidado a una fuente, y ponemos un montoncito de las verduras en el plato donde vayamos a servir. Cubrimos las verduras con el bacalao y decoramos con unos brotes. Servimos los jugos que quedaron en el estuche sobre el pescado y las verduras.

Enlace a la receta | Bacalao en papillote con hortalizas

Bacalao fresco al doble pil pil de Mario Sandoval

Doblepilpil
  • Ingredientes: 12 cocochas, 1 buen lomo de bacalao Skrei, aceite de oliva, chalotas, ajo y espinas de bacalao

  • Elaboración: En una sartén se preparan las cocochas al pil pil de la forma convencional, con el aceite a muy baja temperatura y la piel hacia abajo. Mientras se preparan las cocochas, en otra cazuela confita la piel del bacalao y algunas partes con espina en aceite de oliva. Esta es la parte con más colágeno y, al extraer este, se puede añadir posteriormente a la sartén donde se están preparando las cocochas para potenciar el pil pil. Esta piel también se puede secar y freír y queda como una corteza de cerdo, muy crujientes. Además, en otra cazuela, prepara un caldo con ajo, chalotas, tomate, las espinas del bacalao, la “oreja” (la parte que queda entre la cabeza y los lomos, donde están las aletas delanteras, que es la más sabrosa), la parte de la cola que no podamos aprovechar y la cabeza, sin los dientes –que Sandoval desecha pues, asegura, pueden contener suciedad–. Pasada casi una hora, cuando está listo el caldo y se ha extraído todo el colágeno, se mezcla parte del caldo –el resto puede servir para cualquier otra preparación– con el aceite del confitado, que contiene ya todo el colágeno de la piel. Se bate la mezcla para obtener una emulsión que se añade a las cocochas. Es lo que podríamos llamar un doble pil pil. La emulsión, claro está, también puede servir como salsa para otras preparaciones.

Enlace a la receta | Bacalao fresco de Mario Sandoval.

Albóndigas de bacalao con pasas y piñones

Albondigas
  • Ingredientes: 500g de bacalao desalado, una hoja de laurel, 200g de pan del día anterior, un vaso de leche, dos huevos, dos dientes de ajo, un poco de perejil, un chorrito de zumo de limón, 2/3 cucharadas de pan rallado 70g de pasas, 40g de piñones, un par de cucharadas de harina, una cebolla, un tomate grande o dos pequeños, medio vaso de vino blanco, 15 avellanas, unas hebras de azafrán, aceite de oliva, sal y pimienta.

  • Elaboración: Ponemos el pan cortado en rebanadas en un plato hondo y lo bañamos con la leche dejando que se empape bien. Escaldamos el bacalao durante unos tres minutos en un cazo con agua hirviendo con una hoja de laurel. Lo escurrimos resrvando el agua de cocción. Cuando esté tibio lo desmenuzamos y lo ponemos en un bol. Añadimos al bol el pan remojado un poco escurrido, los huevos ligeramente batidos, un diente de ajo y el perejil picados, un buen chorro de zumo de limón y la mitad tanto de las pasas como de los piñones, mezclamos bien y añadimos pan rallado hasta que quede una masa manejable pero aún jugosa. La cantidad de pan rallado es orientativa. Formamos unas bolas del tamaño que más nos guste, las pasamos por harina y las freímos en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que estén un poco doraditas. Las reservamos en un plato. Ponemos un chorrito de aceite en una cazuela y sofreimos la cebolla picada, cuando esté pochada añadimos el tomate rallado o troceado y sofreimos durante unos diez minutos. Mientras tanto picamos en el mortero el otro diente de ajo con las avellanas y las hebras de azafrán. Cuando el tomate y la cebolla estén bien sofritas, añadir las albóndigas, diluir la picada en el vino blanco y verterlo todo en la cazuela, añadir un poco del agua de cocción del bacalao y el resto de las pasas y piñones. Dejar cocer durante una media hora, añadiendo un poco más de agua si vemos que la salsa está demasiado espesa. Probamos y rectificamos de sal y pimienta.

Enlace a la receta | Albóndigas de bacalao con pasas y piñones

Bacalao fresco al horno con costra de mostaza

Bacalao Mostaza
  • Ingredientes: 800 g de bacalao fresco, 12 tomates cherry, 30 g de mostaza a la antigua, 70 ml de aceite de oliva virgen extra, 1 huevo M, 15 g de perejil fresco picado, 10 g de albaca fresca picada, 40 g de pan rallado, sal y pimiento al gusto.

  • Elaboración: Comenzaremos precalentando el horno a 180 grados y poniéndole la función grill. Lavamos y salpimentamos el pescado, lo colocamos en una fuente engrasada con dos cucharadas del aceite de oliva, y la piel hacia abajo. En un bol mezclamos la yema de huevo con la mostaza, y extendemos esta mezcla por encima del pescado. Por otra parte en otro bol echamos el pan rallado con la albahaca y el perejil picaditos. Echamos esta mezcla por encima del pescado. Partimos los tomates cherry a la mitad y los rebozamos con el pan rallado. Los colocamos en la bandeja junto con el pescado, les añadimos por encima el aceite sobrante, y horneamos durante veinte minutos.

Enlace a la receta | Bacalao fresco al horno con costra de mostaza

Imágenes | iStock En Directo al Paladar | Dulces típicos de Semana Santa, la guía definitiva
En Directo al Paladar | Cómo preparar una tabla de ahumados

34 recetas fáciles pero resultonas para hacer la comida al horno sin manchar casi nada

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34 recetas fáciles pero resultonas para hacer la comida al horno sin manchar casi nada

En estos días de confinamiento, el horno se ha convertido en nuestro electrodoméstico favorito. Con más tiempo disponible para cocinar, nos hemos dedicado a hacer panes, tartas y bizcochos, pero hay quien también está redescubriendo el horno como la herramienta ideal para hacer pescados, carnes o verduras, sin manchar casi nada y con resultados excelentes.

Para estos últimos hemos pensado esta selección de recetas, que recogen las elaboraciones más fáciles entre las publicadas en Directo al Paladar para cocinar al horno, divididas entre verduras, carnes y pescados.

Hablamos de elaboraciones que, en la mayoría de los casos, no requieren mucho más que preparar los alimentos, sazonarlos e introducirlos en el el horno, sin manchar más que unos cuchillos, una tabla de cortar y una fuente. Y así tendrás tiempo de leer, echar una partida en la consola, entretener a los niños, tomar el aperitivo o, por qué no, cocinar más cosas.

Verduras y guarniciones

Patatas panaderas

Patatas Panadera

Ingredientes

Para 4 personas
  • Patata 1 kg
  • Cebolla 2
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Ajos 4
  • Perejil fresco un manojo

Cómo hacer patatas panaderas

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 1 h
  • Elaboración 30 m
  • Cocción 30 m

Para hacer las patatas panaderas podemos ponerlas crudas en el horno o pochar un poco los ingredientes ante de llevarlos al horno. Si optáis por la primera opción tendréis que dejar más tiempo los ingredientess en el horno. Yo opté por la segunda opción, para ir un poco más deprisa. Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana fina. Ponemos un poco de aceite en una sartén y la rehogamos unos minutos, hasta que esté blanda pero sin hacerse. Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de un grosor como el canto de una moneda de euro, sazonamos con sal y pimienta. Reservamos la cebolla, ponemos mas aceite en la sartén y pochamos un poco las patatas. En un molde que pueda ir al horno, ponemos las patatas y encima las cebollas. Hacemos una picada con los ajos y el perejil y la repartimos sobre la cebolla. Añadimos el vino blanco. Introducimos la bandeja en el horno precalentado a 180ºC y horneamos una media hora. Si vemos que la superficie se hace demasiado, podemos tapar el molde con un papel de plata. El tiempo es orientativo, pues puede que necesitemos algo más de media hora. También podemos añadir un poco de agua si está demasiado seco. Las patatas tienen que quedar confitadas.

Enlace a la receta | Patatas panadera

Tomates cherry con salsa de yogur

Tomates Cherry

Ingredientes: 350 g de tomate cherry, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, tres cuartos de cucharadita de comino en grano, una cucharadita de azúcar moreno, 3 dientes de ajo, 3 ramitas de tomillo fresco (o una cucharada de seco), 3 ramitas de orégano fresco (o una cucharada de seco), 1 limón, 350 g de yogur griego, 1 cucharadita de guindilla, sal, pimienta negra molia.

Elaboración: Enciende el horno a 200º C, con el ventilador en marcha. Mientras se calienta, coloca los tomates en un bol y mézclalos con el aceite de oliva, el comino, el azúcar, el ajo cortado en láminas finas, el tomillo, el orégano, tres tiras de piel del limón, media cucharadita de sal (si es en escamas, mejor) y una buena pizca de pimienta. Pasa la mezcla a una fuente para el horno, lo bastante grande para que quepan los tomates sin amontonarse. Cuando el horno alcance los 200ºC mete la bandeja y hornea los tomates durante 20 minutos, hasta que empiecen a tostarse y a burbujear. Pasado este tiempo, enciende el grill y gratina los tomates entre 6 y 8 minutos. La piel de los tomates debe quedar chamuscada por arriba, pero debemos estar atentos de que no se quemen demasiado. Mientras los tomates se asan, mezcla el yogur con una cucharadita de ralladura de limón y un cuarto de charadita de sal. Guárdalo en la nevera antes des servir. Es importante que esté frío. Cuanto los tomates estén listos, extiende el yogur en un plato grande o un bol poco profundo, formando un reborde alrededor. Vierte encima los tomates calientes con todos sus jugos, la peladura del limón, el ajo y las hierbas. Espolvorea un poco más de orégano y añade, si te gusta el picante, la guindilla en copos. Sirve el plato enseguida, acompañado de una barra de pan.

Enlace a la receta | Tomates cherry asados con salsa de yogur

Espárragos gratinados con mozzarella

Esparragos
  • Ingredientes: 12 espárragos trigueros, 120 g de queso mozzarella, 15 ml de aceite de oliva virgen extra, 15 g de pan rallado, sal y pimienta negra molida.

  • Elaboración: Limpiar los espárragos y cortar la parte inferior del tallo. Esparcir aceite de oliva sobre una fuente apta para horno y colocar los espárragos. Salpimentar. Picar el queso mozzarella lo más finamente posible y esparcirlo sobre los espárragos. Espolvorear el pan molido. Ajustar la sazón con más sal de ser necesario y un poco de aceite de oliva. Colocar en horno caliente a 200ºC por unos 20 minutos aproximadamente o hasta que el queso está derretido y doradito.

Enlace a la receta | Espárragos gratinados con mozzarella

Champiñones gratinados con un toque de tomillo y limón

Champis
  • Ingredientes: 300g de champiñones, 1/2 limón, 1 diente de ajo, 1 cucharadita de tomillo, 25g de queso parmesano, aceite, sal y pimienta.

  • Elaboración: Empezamos limpiando los champiñones y cortándolos en láminas finas. Untamos una fuente de barro grande con un poco de aceite y colocamos los champiñones, distribuyéndolos de forma más o menos homogénea. Añadimos ahora la ralladura de medio limón, y también su zumo. Picamos el ajo y lo añadimos también, junto a la cucharadita de tomillo, una pizca de sal y pimienta y, finalmente, el queso parmesano rallado. Por último, gratinamos durante 15 minutos con el horno a 200ºC, pasamos a una fuente más pequeña (los champiñones habrán encogido) y servimos caliente con un poco de perejil picado por encima, aunque esto es opcional.

Enlace a la receta | Champiñones gratinados con tomillo y limón.

Alcachofas al horno

Alcachofas
  • Ingredientes: 8 alcachofas, aceite de oliva virgen extra y sal.

  • Elaboración: Retiramos un par de capas de hojas de la base de las alcachofas y cortamos el tallo, que podemos reservar para otra elaboración como, por ejemplo, un revuelto con alcachofa o un salteado de alcachofa. Buscamos poder colocar la alcachofa sobre su base, así que procuraremos que la parte inferior de las alcachofas quede plana. Cortamos también la parte superior de las alcachofas, retirando las puntas que son duras y sin miedo de cortar demasiado. Colocamos las alcachofas boca abajo y las presionamos, con fuerza como si les diéramos un puñetazo, con la palma de la mano para que se abran y las hojas se separen unas de otras. Volteamos las alcachofas de nuevo y las colocamos en una bandeja de horno. Sazonamos la parte superior de cada una de ellas y las rociamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Es importante que sea de buena calidad, pues esto se notará en el resultado final. Introducimos las alcachofas en el horno, pre-calentado a 180ºC con calor arriba y abajo, y las asamos durante aproximadamente una hora (todo dependerá del tamaño y la calidad de las alcachofas). Retiramos la bandeja del horno, dejamos reposar 10 minutos y servimos las alcachofas calientes, ya sea como guarnición o como entrante.

Enlace a la receta | Alcachofas al horno.

Col asada con vinagreta de pistachos, limón y parmesano

Col Asada
  • Ingredientes: 1 col blanca, 30 ml de vinagre balsámico, 20 g de pan rallado, 20 g de copos de avena finos o triturados, 30 g de pistachos, 20 g de semillas de lino o sésamo, 1 limón, ajo granulado al gusto, 60 ml de aceite de oliva virgen extra, queso parmesano o grana padano, perejil fresco o cilantro, pimienta negra molida y sal.

  • Elaboración: Precalentar el horno a 220º y preparar una bandeja, llanda o fuente. Yo prefiero forrarla con papel de aluminio para manchar menos. Retirar las posibles hojas externas más dañadas de la col, lavar y secar con suavidad. Cortar en "gajos" para obtener unas ocho piezas. Disponer en la bandeja, salpimentar y regar con un par de cucharadas de aceite de oliva y una cucharada de vinagre balsámico, procurando que se embadurnen todas las caras. Asar durante unos 20-30 minutos, girando las piezas a mitad del tiempo. Hay que controlar bien, porque dependiendo del horno, el tipo de col y el tamaño de las piezas pueden tardar más o menos. Mientras tanto preparar la vinagreta. Machacar o picar a cuchillo los pistachos y combinar con los demás ingredientes, añadiendo abundante queso recién rallado. Ajustar la cantidad de zumo de limón al gusto; lo mejor es ir probando sobre la marcha. Si estuviera muy fuerte, rebajar con agua. Batir bien para emulsionar. Cuando la col esté bien asada, tierna por dentro y con las hojas externas tostadas, retirar y llevar a una fuente. Repartir parte de la salsa y perejil o cilantro fresco lavado y picado.

Enlace a la receta | Col asada con vinagreta.

Garbanzos al horno al estilo griego

Garbanzos
  • Ingredientes: 400 g de garbanzos secos, 5 g de bicarbonato sódico, 50 ml de aceite de oliva virgen extra, 2 dientes de ajo, 2 hojas de laurel, 2 ramitas de tomillo fresco, 2 cebollas blancas, pimentón dulce o picante al gusto, caldo de verduras o agua, 1 limón, pimienta negra molica, sal, eneldo fresco (opcional).

  • Elaboración: Lavar los garbanzos la víspera y dejar a remojo con abundante agua fría, el bicarbonato sódico y una cucharadita de sal. Lo ideal es tenerlos como mínimo 8 horas, pero yo recomiendo al menos 12-16, o incluso 24 horas completas. Cuando más tiempo los tengamos hidratándose, menos tiempo tardarán en cocinarse. Desechar el agua. Precalentar el horno a 175º C. Preparar una cazuela de hierro, o fuente adecuada con tapa. Picar las cebollas y pelar los dientes de ajo. Echar los garbanzos en la fuente y espolvorear con el pimentón, un poco de pimienta negra, tomillo y añadir el laurel. Regar con el aceite de oliva y mezclar suavemente. Cubrir con el caldo o agua, que al menos estén cubiertos por un dedo de líquido. Añadir las cebollas picadas, zumo de limón y los dientes de ajo. Tapar y hornear hasta que los garbanzos estén tiernos y la cebolla totalmente asada. Dependiendo del tipo de legumbre, el agua y el remojo, pueden tardar unos 90 minutos o hasta 3-4 horas. Vigilar de vez en cuando por si hiciera falta añadir más agua. Servir con eneldo fresco o perejil, si se desea.

Enlace a la receta | Garbanzos al horno estilo griego.

Zanahorias tandoori al hono con yogur

Zanahoria
  • Ingredientes: 450 g de zanahoria, 250 g de yogur griego natural, 2 cucharaditas de mezcla de espcias tandoori, 15 ml de zumo de limón, media ralladura de limón, 20 ml de mostaza de Dijon, pistachos o almendras picadas, cilantro fresco o perejil, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra molida, sal, semillas de sésamo.

  • Elaboración: Precalentar el horno a 200º C y preparar una fuente o bandeja con papel de aluminio, sulfurizado o, simplemente, engrasándola un poco. Lavar y secar bien las zanahorias. Pelarlas ligeramente con un pelador de verduras retirando posibles partes dañadas. Lo ideal es que tengan más o menos el mismo tamaño y grosor, aunque no pasa nada si son diferentes.Se puede dejar la parte superior con algunas hojas si las conservan, pelando el tallo más grueso. Mezclar en un recipiente unas 4-5 cucharadas del yogur con 1 cucharada de limón, las especias tandoori, la mostaza, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y sal y pimienta negra al gusto. Untar bien las zanahorias con esta mezcla y colocar en la bandeja. Hornear durante unos 25 minutos, o hasta que estén al punto deseado. Es conveniente darles la vuelta con unas pinzas, con cuidado de no quemarnos, cuando haya pasado algo más de la mitad del tiempo.

Enlace a la receta | Zanahorias tandoori.

Palitos crujientes de polenta al horno

Polenta
  • Ingredientes: 250 g de polenta no instantánea, 1 l de agua o caldo, 2 cucharaditas de sal, 30 ml de aceite de oliva virgen extra, pimienta negra molida, ajo granulado, hierbas provenzales, queso parmesano o similar al gusto.

  • Elaboración: Preparar una fuente o bandeja rectangular de unos 40x25 cm (aproximadamente) engrasándola o cubriéndola con papel sulfurizado antiadherente. Calentar en una cazuela u olla de fondo grueso el agua o caldo con la sal y un chorrito de aceite de oliva. Seguir las instrucciones del paquete o proceder como se describe a continuación. Cuando rompa a hervir, agregar la polenta poco a poco removiendo con unas varillas. Aderezar con pimienta negra, ajo granulado y unas hierbas secas al gusto. Bajar el fuego y mantener la cocción suavemente, removiendo, hasta que espese y la polenta se despegue de las paredes. Echar en el molde para dejar la polenta con un grosor de un dedo, aproximadamente, igualando la superficie con una espátula. Dejar enfriar hasta que se solidifique. Precalentar mientras el horno a 200º C.

Enlace a la receta | Palitos crujientes de polenta al horno.

Bastones de boniato al horno

Boniato
  • Ingredientes: 3 boniatos, aceite de oliva virgen extra, maizena, especias al gusto, pimienta negra molida y sal.

  • Elaboración: Lavar los boniatos, secar y cepillar, o pelar con un pelaverduras. Se puede dejar la piel, pero hay que procurar eliminar todos los restos de tierra, raíces y posibles partes más duras o dañadas. Con un buen cuchillo o mandolina, cortar longitudinalmente para sacar "lonchas" de un grosor inferior a 1 cm. Cortar cada porción en bastones finos, procurando que queden de tamaños regulares. Separar los más pequeños o cortos de los más largos. Cubrir con agua fría y dejar a remojo al menos media hora. Escurrir y enjuagar, secar muy bien y pintar con aceite de oliva. Precalentar el horno a 220ºC y preparar un par de bandejas con papel de hornear. Utilizar rejillas si se dispone de ellas. Extender los bastones en las bandejas, mejor si los separamos por tamaños, y espolvorear con maizena tamizada, removiéndolos bien. Puede ser más fácil si echamos el almidón en una bolsa de de congelación y los rebozamos dentro. No tienen que quedar muy cubiertos.

Enlace a la receta | Boniato al horno.

Pescados

Rodaballo al horno de Dani Garcia

  • Ingredientes: un rodaballo, 200 g de colas de gambas frescas y peladas, perejil fresco, pimentón dulce, 2 guindillas de cayena, 2 dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra, 2 cebollas, 3 patatas, 150 ml de vino blanco seco, vinagre de sidra en spray, sal y pimienta negra molida.

  • Elaboración: Pedimos al pescadero que retire las tripas del rodaballo. Una vez en casa lo lavamos debajo del grifo de agua fría para quitar la baba que lo recubre y retirar los restos de sangre que pueda contener en el interior. Pelamos las patatas y las cebollas y laminados. Colocamos en una fuente de barro, salpimentamos y rociamos con aceite de oliva virgen extra. Llevamos la fuente al horno, precalentado a 190-200º C, y las cocemos entre 20 y 30 minutos. El tiempo exacto dependerá del grosor. Mientras tanto preparamos el rodaballo. Cortamos transversalmente siguiendo la columna, desde la cabeza hasta la cola. Abrimos un poco cada uno de los cuatro lomos, deslizando suavemente la hoja del cuchillo lo más cerca posible de las espinas. La idea es hacer sitio para poder aliñar el interior y quede más sabroso. Dani García usa hinojo, mezclando las hojas con sal y pimienta. Nosotros hemos prescindido del hinojo y condimentado solamente con sal y pimienta negra molida. Transcurrido el tiempo de horno de la patata y la cebolla (que estarán a medio cocer), retiramos la fuente y vertemos la mitad del vino blanco. Colocamos el rodaballo encima y añadimos el resto del vino. Llevamos al horno y asamos a 200ºC durante 25 minutos. Pulverizamos vinagre de sidra sobre el pescado en un dos o tres ocasiones, evitando los diez últimos minutos. Así la piel quedará más seca y crujiente. Sazonamos las gambas. Pelamos y laminamos los dientes de ajo y los colocamos en una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra. Calentamos el aceite y añadimos las semillas de las guindillas. Removemos cuando el ajo empiece a "bailar". A continuación agregamos una cucharadita de pimentón e inmediatamente después incorporamos las gambas. Retiramos del fuego, removemos y dejamos cocer las gambas con el calor residual del aceite. Sacamos el rodaballo del horno, cubrimos con las gambas al ajillo y servimos.

Enlace a la receta | Rodaballo al horno de Dani García.

Bacalao al horno

Bacalao
  • Ingredientes: 450 g de bacalao desalado (o fresco), 1 cebolla, 1 pimiento rojo tipo morrón, 4 dientes de ajo, 2 guindillas de cayena, 1 laurel, 450 g de bacalado desalao, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra molida, sal y vino blanco (opcional).

  • Elaboración: Precalentar el horno a 180ºC y preparar una fuente de vidrio o similar. Cortar la cebolla en juliana y el pimiento lavado en tiras, desechando las semillas y filamentos internos. Laminar los ajos, reservándolos aparte. Combinar las verduras en la fuente, salar ligeramente, añadir el laurel y un chorro generoso de aceite de oliva. Mezclar bien y hornear 10 minutos; remover y continuar el horneado unos 8-10 minutos más, hasta que la cebolla esté bien tierna. Mientras tanto, preparar el pescado secándolo con papel de cocina y dejando que se atempere un poco. Colocar sobre las verduras, añadiendo otro chorrito de aceite por encima y, si tenemos, un poco de vino blanco. Devolver al horno. Preparar un refrito de ajos mientras el pescado se cocina. Calentar un fondo de aceite en una sartén pequeña y cocinar los dientes laminados con las cayenas a temperatura suave, cuidando que no se quemen. Deben quedar dorados y crujientes. Cuando el bacalao esté listo, tras unos 15-20 minutos, según el grosor, echar el contenido de la sartén por encima del pescado y servir inmediatamente.

Enlace a la receta | Bacalao al horno.

Merluza al horno

  • Ingredientes: 1 lomos de merluza de 200 g, 1 patata, media cebolla, aceite de oliva virgen extra, 1 pera, 100 g de mayonesa, sal, pimienta negra molida, pistachos para decorar.

  • Elaboración: Pelamos la pera, retiramos el corazón y las semillas y troceamos. Colocamos en un recipiente apto para microondas con una cucharadita de agua. Cubrimos con papel film, agujereamos y cocemos en el micro a máxima potencia durante 2 minutos. Una vez fría trituramos junto con la mayonesa y reservamos. Pelamos y laminamos finamente la cebolla y las patatas. Cubrimos una bandeja de horno con dos rectángulos de papel vegetal y colocamos sobre ellos una cama de patata y otra de cebolla. Regamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y salpimentamos. Horneamos a 190º C durante 20 minutos (calor arriba y abajo). Transcurrido este tiempo salpimentamos los lomos de merluza y los colocamos, con la piel hacia abajo, sobre la patata y cebolla. Cubrimos cada lomo con un poco de mayonesa de pera y horneamos de nuevo, a 200º C durante 10 minutos. Una vez lista la merluza, retiramos la bandeja del horno. Con ayuda de una espátula de pescado cogemos cada una de las raciones y emplatamos. Servimos inmediatamente decorando la merluza con algún fruto seco picado y acompañando con el sobrante de mayonesa de pera.

Enlace a la receta | Merluza al horno.

Caballa al horno con hortalizas asadas

Caballa
  • Ingredientes para personas 4. 4 caballas, 3 tomates en rama, 2 pimientos verdes italianos, 4 patatas, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 130 ml de vino blanco, 2 limones, 50 ml de aceite de oliva virgen extra y sal.
  • Elaboración. Precalentamos el horno a 180º C con calor arriba y abajo. Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas finas, lavamos y cortamos los pimientos y tomates en rodajas, la cebolla en láminas, y picamos bien los dientes de ajo. Engrasamos una fuente con una cuarta parte del aceite, colocamos las patatas mezcladas con la cebolla, salamos y añadimos el tomate, el pimiento verde y el ajo picado, rectificamos de sal. Añadimos el vino, el zumo del limón y la mitad del agua, y horneamos durante 45 minutos, vigilando que no se queden las hortalizas secas. Colocamos el pescado, limpio, salado y con unas rodajas de limón y añadimos el resto del agua. Horneamos durante 15 minutos.

Enlace a la receta | Caballa al horno con hortalizas asadas.

Pescado con pimiento en papillote

Papillote
  • Ingredientes para 2 personas. 2 filetes limpios de ración de pescado blanco, 1 pimiento verde italiano, 1 tomate maduro grande, 1 diente de ajo, 50 g de cebolla blanca, aceitunas verdes sin hueso, tomillo seco, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra y sal.
  • Elaboración. Sumergimos el tomate en una olla con agua hirviendo y lo escaldamos durante un minuto. Lo retiramos del agua, lo refrescamos y lo pelamos. Cortamos por la mitad, retiramos las semillas y lo machacamos para hacerlo puré. Aplastamos el diente de ajo, lo picamos finamente y lo agregamos al tomate. Condimentamos con media cucharada de aceite de oliva, sal y pimienta. Colocamos papel de aluminio en un sartén y ponemos a asar el pimiento hasta que la piel quede quemada. Lo colocamos en una bolsa de plástico 10 minutos para que sude y lo podamos pelar fácilmente. Retiramos los filamentos y las semillas y cortamos en juliana. Engrasamos unas hojas de papel de aluminio con aceite y extendemos una cantidad generosa del puré de tomate y ajo, sobre el que colocamos el filete de pescado. Espolvoreamos con sal, pimienta y tomillo. Cubrimos con la cebolla y el pimiento y añadimos unas aceitunas. Cerramos para formar nuestros papillotes y horneamos a 180º C durante 30 minutos.

Enlace a la receta | Pescado con pimiento en papillote.

Pargo al horno sobre su cama de patatas

Pargo
  • Ingredientes para 4 personas. 1 pargo de un kilo y medio limpio y listo para asar, 4 patatas, caldo de pescado necesario, 1 cebolla, 10 ml de aceite de oliva virgen extra, sal gruesa.
  • Elaboración. Precalentamos el horno a 190º C. Pelamos y cortamos las patatas en rodajas de 0,5 cm de grosor, y las repartimos en una bandeja de horno sin que se amontonen mucho. Espolvoreamos con sal y añadimos un hilito de aceite de oliva. Horneamos unos 15 minutos. Agregamos el caldo de pescado sin que sobrepase la altura de las patatas y colocamos el pargo. Si queréis podéis añadir también una cebolla cortada en juliana fina. Asamos el pescado unos 20 minutos, diez por cada lado. Al darle la vuelta es probable que parte de la bonita piel del pescado se os quede en la espumadera o en la herramienta que utilicéis para hornear el pargo por el otro lado.

Enlace a la receta | Pargo al horno sobre su cama de patatas.

Dorada a la marsellesa

Dorada
  • Ingredientes para 2 personas. 2 doradas de ración, limpias y abiertas, o 4 filetes de dorada, 1 cebolla morada, 1 diente de ajo, 2-3 tomates, 1 cucharada de alcaparras, 2 filetes de anchoas, 1 cucharada de aceitunas negras sin hueso, 1/2 limón, 1 vaso de vino blanco, orégano, perejil, sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen extra.
  • Elaboración. Precalentar el horno a 200ºC y engrasar una fuente de horno con aceite. Cortar la cebolla en juliana fina y disponer en el fondo de la fuente. Picar el diente de ajo con las anchoas y agregarlos. Cortar los tomates en rodajas gruesas y colocarlos también sobre la cebolla. Salpimentar y agregar un poco de orégano. Hornear durante 10-15 minutos, hasta que la cebolla empiece a estar tierna. Salpimentar las doradas y colocarlas encima de las verduras. Regar con el zumo de limón, el vino blanco y repartir por encima las alcaparras y aceitunas cortadas en rodajas. Hornear unos 10 minutos más y servir con orégano y perejil.

Enlace al horno | Dorada a la marsellesa.

Salmón al horno en papillote

Salmón al Papillote
  • Ingredientes para 2 personas. 200 g de salmón fresco limpio, 100 g de cebolla, 1 pimiento verde italiano, 2 zanahorias, pimienta negra y sal.
  • Elaboración. Cortamos las verduras limpias en bastones finos o juliana, del mismo tamaño. Las colocamos en un estuche de silicona o en un paquete hecho con papel de horno o de aluminio. Para hacerlo, cortamos una pieza de unos 60x30 cm y la doblamos por la mitad. Añadimos un poco de sal, un chorrito de vino, otro de aceite de oliva y un poco de agua. Colocamos el salmón cortado en trozos de unos 50 o 60 g cerramos el estuche o paquete con unos pliegues que aseguren que vaya a quedar más o menos hermético. Cocinamos en el microondas a 4 minutos a máxima potencia o en horno precalentado a 200º C durante unos 15 minutos.

Enlace a la receta | Salmón al horno al papillote.

Salmonetes al horno

Salmonetes
  • Ingredientes para 4 personas. 4 salmonetes, 2 limones, 1 hoja de laurel, 1 cucharada de vinagre de manzana, 2 dientes de ajo, 50 ml de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra.
  • Elaboración. Comenzaremos preparando los salmonetes a los que previamente habremos pedido a nuestro pescadero que desescame. Le retiramos las vísceras abriéndolos longitudinalmente, y los lavamos bien. Los colocamos en una fuente para horno, les añadimos sal y pimienta en su interior, colocamos en la bandeja el laurel y les añadimos por encima una mezcla hecha del zumo de medio limón y el vinagre de manzana. Precalentamos el horno a 200º C. En una sartén calentamos el aceite y le añadimos el ajo laminado, dorándolo un poco. Vertemos esta ajada sobre los salmonetes y los horneamos durante unos ocho minutos.

Enlace a la receta | Salmonetes al horno.

Lubina asada con hortalizas "de raíz" a la sidra

Lubina
  • Ingredientes para 3 personas. 3 lubinas de ración limpias o 1 grande, 2 patatas medianas, 2 zanahorias, 1 nabo, 1 chirivía, 1 colinabo o nabicol, 1 limón, 400 ml de sidra, tomillo, romero, ajo granulado, 1 pizca de comino molido, perejil, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra y sal.
  • Elaboración. Precalentar el horno a 200º C. Lavar y pelar todos los vegetales. Trocear las patatas en gajos y el resto en bastones o cubos. Engrasar con un poco de aceite una fuente de horno y añadir las patatas y las zanahorias. Cubrir con 1 vaso de agua y 1 vaso de sidra, salpimentar y añadir tomillo y romero. Hornear durante 15 minutos. Añadir el resto de vegetales, medio vaso de sidra restante, ajo granulado y comino molido, mezclando bien. Devolver al horno 20-25 minutos más, vigilando que no se seque. Sazonar el pescado limpio con pimienta negra, perejil y un poco más de comino, añadir zumo de limón e incorporarlo a la fuente. Añadir el resto de sidra y hornear pocos minutos, hasta que la lubina esté en su punto, dependiendo de su tamaño. Servir con un poco de limón.

Enlace a la receta | Lubina asada con hortalizas a la sidra.

Carnes

Pechugas de pollo al horno

  • Ingredientes: 2 pechugas de pollo, 1l de agua tibia, 75 g e sal, 20 g de aceite de oliva virgen extra, 5 ml de zumo de limón, 30 g de mostaza de Dijon, una pizca de pimienta negra molida, 2 cucharaditas de pimentón dulce, media cucharadita de pimentón picante, media cucharadita de comino molido, media cucharadita de ajo en polvo.

  • Elaboración: Limpiamos bien las pechugas, retirando las grasa y los tendones, y secamos con papel de cocina. Disolvemos la sal en el agua dentro de un recipiente amplio y sumergimos las pechugas, que queden totalmente cubiertas. Dejamos reposar en la salmuera entre 30 minutos y una hora. Si hace calor, mejor en la nevera. Transcurrido el tiempo de reposo retiramos las pechugas de la salmuera. Colocamos en una fuente de horno, bien secas, y rociamos con el aceite de oliva virgen extra. Añadimos el zumo de limón, la mostaza y una pizca de pimienta negra. Espolvoreamos con el resto de especias (los dos tipos de pimentón, el comino y el ajo en polvo) y frotamos las pechugas por todos lados para que queden bien cubiertas. Introducimos la fuente con las pechugas en el horno, precalentado a 200ºC con calor arriba y abajo, y cocemos durante 25-30 minutos. Volteamos a media cocción para que se hagan de manera uniforme. Retiramos del horno, cortamos en rodajas y servimos inmediatamente.

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Redondo de ternera tradicional

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Es uno de los clásicos familiares y aunque no es una carne muy jugosa, sí es una carne muy tierna que gusta a grandes y pequeños, en especial gracias a su deliciosa salsa.

  • Ingredientes: Redondo de ternera, 1.5 kg, Cebolla grande, 1, Dientes de ajo, 6, Laurel, 2, Tomillo seco, Aceite de oliva virgen extra, Sal, Pimienta negra molida, Vino blanco, Agua
  • Elaboración: Lo más práctico es que pidamos en la carnicería que nos preparen la carne, quitando la grasa de la superficie y atándola con cordel, si no podemos hacerlo nosotros en casa. Para que coja más sabor suelo marinarla la noche antes y la dejo reposar en la nevera hasta el día después. En primer lugar, pelamos la cebolla y la cortamos en gajos grandes, después la colocamos en una bandeja que pueda ir al horno. Sobre ella colocamos la carne de ternera previamente salpimentada. Regamos el redondo con un buen chorro de aceite de oliva y otro de vino blanco, también generoso. Espolvoreamos con el tomillo por ambos lados. Partimos los ajos y los añadimos a la bandeja, junto al laurel. Por último, ponemos un poco de agua para que se forme salsa durante la cocción. Metemos la bandeja en el horno precalentado a 180ºC y dejamos que se vaya haciendo por ambos lados una hora, aproximadamente. Cuando la carne esté hecha pero jugosa la sacamos de la bandeja y colocamos esta al fuego, para que reduzca el contenido. Podemos añadir un poco más de vino y agua si queremos que salga más salsa o que esta no sea tan concentrada. Pasamos el contenido por el chino. Serviremos el plato cortando la carne en lonchas no muy gruesas y con la salsa por encima.

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Fajitas de pollo al horno

Fajitas Horno
  • Ingredientes: 60 ml de zumo de lima o limón, 60 ml de salsa de soja, 50 ml de aceite de oliva, 30 ml de miel, 1 cucharadita de comino molido, 1 cucharadita de pimenta negra molida, 1 cucharadita de chile molido o pimentón picante, 1 diente de ajo grande, 1 pimiento rojo pequeño, 1 pimiento verde pequeño, 1 pimiento amarillo pequeño, 1 cebolla blanca o morada, 400 g de contramuslos de pollo deshuesados sin piel.

  • Elaboración: Unas horas o la noche antes, sacar el pollo de su envase, retirar posibles restos de grasa, hueso o plumas, y secar con papel de cocina. Poner en una bolsa de congelación. Batir con unas varillas el zumo, la salsa de soja, el aceite, la miel, el ajo muy picado y las especias. Separar 50-60 ml y echar el resto sobre el pollo, mezclar muy bien, cerrar sacando el máximo de aire y dejar en la nevera, como mínimo, dos horas. Reservar también en la nevera el resto de la sasla que hemos retirado. Precalentar el gratinador del horno al máximo y preparar una bandeja de unos 36x26 cm. Preparar las verduras lavando los pimientos y cortándolos en tiras sin las semillas; cortar en juliana o plumas la cebolla. Sacar el pollo retirando el exceso de marinada, distribuir en la bandeja y hornear en el nivel más alto durante unos 5 minutos; girar las piezas y hornear 4-5 minutos más. Puede necesitar más tiempo, tiene que quedar bien dorado. Cambiar el horno a calentar con calor arriba y abajo a 220º C. Sacar la bandeja, retirar el pollo a un plato y poner las verduras en una sola capa. Echar el resto de la marinada reservada, remover bien rascando el fondo con una espátula y hornear a media altura hasta que todo esté bien cocinado, removiendo a mitad del tiempo, unos 20-25 minutos. Mientras, cortar el pollo en tiras usando un buen cuchillo. Cuando las verduras estén casi listas, echar la carne sobre ellas, remover bien y hornear todo junto unos pocos minutos más. LLevar a la mesa con la bandeja.

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Chateaubriand de ternera con salsa de setas

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El chateaubriand es uno de los cortes en que se divide el solomillo de ternera o de buey, coincidiendo con su parte más alta o superior y es excelente para asar y compartir debido a su tamaño.

  • Ingredientes: Solomillo (ternera o buey) (pedid la parte superior), 700 g, Cebolleta, Zanahoria, Aceite de oliva virgen extra, Sal y pimienta al gusto, Coñac un chorreón, Nata líquida para cocinar, 50 ml

  • Elaboración: La primera parte es cuadrar la pieza formando un cilindro, para lo cual tendremos que cortar la punta y atar con un hilo de cocina la pieza. Así cuando luego la hagamos en el horno, se cocinará de manera uniforme. Una vez atada, doramos el chateaubriand en una sartén con aceite de oliva dandole la vuelta por todas sus caras. Cuando esté dorado, lo pasamos a una fuente de horno y lo cocinamos sin más ingredientes a 180º durante 20 minutos. Así queda tierno y jugoso y con un aspecto muy sonrosado. Si queréis más hecha la carne, podéis prolongar la cocción 5 o 10 minutos más, pero así queda de lujo. Una vez asada la carne, la cubrimos con papel aluminio y la dejamos reposar unos diez minutos para que se asienten y circulen los jugos. Para hacer la salsa, cortamos todos los recortes que habíamos hecho al cuadrar la pieza y los doramos en la misma sartén. Añadimos también la cebolla y la zanahoria y seguimos dorando durante unos diez minutos, dejando que todos los ingredientes tomen color. Añadimos el brandy y dejamos que reduzca hasta evaporar. Agregamos entonces la nata líquida y los jugos que suelte la carne al filetearla en tajadas de un cm y medio de grosor. Colamos y damos un último hervor al conjunto. Servimos un par de filetes por ración con un poco de nuestro puré champ irlandés de patata y cebolleta como guarnición y una cucharada de la salsa servida por encima como veis en la foto superior, y ya lo podremos llevar a la mesa para deleite de nuestra familia, o de nuestros invitados.

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Pollo al horno de la abuela

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  • Ingredientes: 1 Pollo de corral, 1 Manzana Reineta, 1 Limón, 2 Patatas, 250 ml de Caldo de pollo, 100 ml de Coñac, Tomillo fresco, Manteca de cerdo y Hierbas provenzales al gusto.

  • Elaboración: La primera cosa que hacía mi abuela era meter la mano entre la piel y la carne del pollo, separando bien una de otra para después introducir ramas de tomillo fresco directamente sobre la carne, una tarea sencilla que aporta gran sabor y aroma al resultado. Seguidamente, pelaba la manzana reineta y la troceaba, introduciéndola dentro del pollo. Luego metía una pastilla de caldo concentrado y medio limón, que hacía de tope para que no se saliese el relleno. Después, frotaba la piel del pollo con un poco de manteca de cerdo -imprescindible para sus asados- y espolvoreaba con un puñadito de hierbas aromáticas. Para culminar su receta, pelaba las patatas y las cortaba rasgando en trozos irregulares y las ponía en su fuente de barro como cama, colocando inicialmente el pollo con la pechuga abajo. Añadía el caldo y el coñac y lo horneaba a 200º durante tres cuartos de hora aproximadamente. Después daba la vuelta al pollo, dejando la pechuga arriba y horneaba otros cuarenta y cinco minutos. Antes, regaba con la salsa, volvía a espolvorear con las aromáticas y dejaba el pollo asarse hasta que la piel estuviera bien crujiente y se vieran las ramitas de tomillo a través de la piel. Las patatas quedaban deliciosas, -casi deshechas al haberse cocido en el caldo y asado en el horno-.

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Jarrete de ternasco asado

Ternasco
  • Ingredientes: 2 jarretes de ternasco, 2 patatas, 1 l de caldo de carne.

  • Elaboración: En una fuente apta para el horno, echamos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Pelamos y cortamos las patatas en rodajas de mediano tamaño y las colocamos sobre el aceite. Precalentamos el horno a 200ºC. En la rejilla del horno, colocamos los dos jarretes de ternasco de Aragón, untados ligeramente con manteca de cerdo, mantequilla, o con aceite de oliva y sazonados ligeramente. Ponemos la bandeja de horno con las patatas más abajo para que recoja los jugos que deje caer el cordero al asarse. Mientras se cocina el jarrete de cordero ternasco, ponemos el caldo de carne a reducir a fuego vivo hasta obtener una salsa espesa y casi cremosa, una demi-glace con la que vamos barnizando el ternasco cada quince minutos, dándole media vuelta cada vez.

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Pata asada canaria

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  • Ingredientes: Carne de cerdo pieza magra del jamón, 1.2 kg, Romero fresco al gusto, Sal gruesa, Pimienta negra molida, Pimienta negra en grano, Finas Hierbas, Aceite de oliva virgen extra
  • Elaboración: Comenzamos haciendo unos cortes en forma de rombos a la pata de jamón, en la zona de la piel. Después, cubrimos la pata con sal gruesa y la dejamos unas dos horas dentro de la nevera. Transcurrido ese tiempo, sacamos la pieza a temperatura ambiente y retiramos la sal. En un mortero, machamamos pimienta negra, romero fresco, hierbas aromáticas y condimentos a nuestro gusto y hacemos una mezcla. Untamos la pata de cerdo con aceite de oliva y pegamos esta mezcla de especias en la superficie. Horneamos durante una hora por cada kilo de carne a 200º. Si usamos una pata entera o una pieza de 3 kg por ejemplo, es conveniente proteger con un papel aluminio tras una hora de cocción para que no se queme en exceso. Si usais como yo una pieza de kilo y pico, es suficiente con una hora y cuarto de horno, sin necesidad de tapar. Dejamos que la carne se enfríe dentro del horno apagado, -tardará una hora o más- y posteriormente la envolvemos en papel aluminio y la metemos en la nevera durante dos horas. Ya fría, la cortamos en láminas muy finas y la tenemos lista para consumir, tanto en frío como en caliente, acompañada de los jugos de la cocción.

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Solomillo de cerdo al horno con salsa de mostaza y sidra

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  • Ingredientes: 1 solomillo de cerdo, 1 cebolla morada, 50 ml de aceite de oliva, 2 cucharadas soperas de mostaza de Dijon, 60 ml de sidra o zumo de manzana, 50 ml de agua, 30 g de mantequilla, 3 manzanas rojas, 1 cucharada de azúcar moreno, sal.
  • Elaboración: Comenzaremos precalentando el horno a 200 grados. Picamos la cebolla morada en lonchas y la añadimos a una bandeja con el aceite de oliva. Salamos el solomillo y lo rebozamos bien con las dos cucharadas de mostaza. Lo horneamos durante veinticinco minutos. Mientras, pelamos las manzanas y las cortamos en rodajas. En una sartén derretimos la mantequilla y salteamos las manzanas con el azúcar moreno. Reservamos en caliente. Una vez que se ha horneado el solomillo, lo retiramos de la fuente y lo envolvemos en papel de aluminio mientras que preparamos la salsa. Para ello, desglaseamos el líquido que nos quedó en la fuente del horno y la cebolla, lo añadimos a una sartén y vertemos por encima la sidra o el zumo de manzana y el agua. Cocinamos durante unos diez minutos para que vaya espesando.

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Rosbif de ternera con gajos de manzanas confitadas

1366 2000 15
  • Ingredientes: Lomo de ternera, 1.5 kg, Manzana, 2, Cebollitas francesas, 12, Mantequilla, 50 g, Aceite de oliva virgen extra 2 cucharadas
  • Elaboración: Comenzamos dorando el lomo de ternera o rosbif -que habremos mallado o pedido que nos aten en la carnicería-, en una sartén con 20g de mantequilla. No temáis dejarlo un par de minutos por cada cara. Por dentro apenas se cocinará pero tomará un estupendo color para después. Además, debido a las reacciones de Maillard de caramelización la salsa tendrá luego un color más oscuro y será más sabrosa. En una fuente de horno ponemos la carne, la mantequilla que haya quedado en la sartén, las cebollitas y añadimos una cucharada sopera de aceite de oliva. Salpimentamos ligeramente y horneamos. Podéis hacer la carne a 190º durante una hora y media, para un aspecto más cocinado y de color pardo, o si como a mí os gusta la carne sonrosada pero cocinada, como se ve en la foto del collage un poco más abajo, asarla a 130º durante dos horas. Si metéis una sonda en el centro podréis controlar la temperatura en el corazón de la pieza para dejarla a vuestro gusto. Una vez cocinado el rosbif, dejamos que repose, envuelto en papel aluminio durante 20 minutos para que los jugos recirculen y se asienten. Además así será mucho más fácil cortar tajadas finitas. Mientras, retiramos las cebollas que se habrán cocinado muy lentamente con la carne y sus jugos. Para hacer la guarnición, cortamos dos manzanas en gajos como si fueran patatas y las doramos con 30g de mantequilla. Cuando estén las manzanas, metemos también las cebollas confitadas y las doramos para que tengan mejor pinta. Para hacer la salsa, recogemos los jugos de la cocción que quedaron en la fuente del horno, desglasamos con un chorrito de vino o cognac y trituramos con la batidora, añadiendo una de las cebollitas confitadas para que la salsa tenga más cuerpo. Servimos aparte en salsera.

Enlace a la receta | Rosbif de ternera con gajos de manzana confitada

Solomillo de ternera en salsa de vino tinto

1366 2000 14
  • Ingredientes: Solomillo (ternera o buey), 2 kg, Sal y pimienta al gusto, Vino tinto 1 botella, Caldo de carne, 500 ml, Azúcar 5 cucharadas soperas
  • Elaboración: Para hacer la salsa, nos servimos una copa de vino para probarlo y el resto de la botella lo ponemos a reducir en un cazo a fuego medio-fuerte. Nos fijamos en el nivel que tiene y dejamos que se reduzca hasta la mitad. Añadimos el caldo de carne y volvemos a dejar reducir a la mitad. Mientras tanto, ponemos el solomillo bien limpio en una fuente de horno y lo asamos a 175º en el horno con calor arriba y abajo durante unos 45 minutos. Metemos una bandeja de horno llena de agua en la parte de abajo del horno para que haya humedad abundante. No será necesario dorar o marcar el exterior de la carne, que quedará suficientemente dorada con su paso por el horno, pero sí tendremos que darle la vuelta a la pieza cada 10 o 12 minutos para que se haga de forma homogénea por todas las caras. Cuando la parte interna de la carne esté a unos 55-60º medidos con un termómetro o sonda, la carne estará al punto, jugosa pero bien cocinada. Dejamos que repose unos 10 minutos y la fileteamos en cortes de un centímetro aproximadamente. Los jugos que hayan quedado en la fuente de horno y los que suelte al filetear la carne los añadimos a la salsa de vino tinto reducida, añadiendo el azúcar y subiendo el fuego al máximo para que reduzca y espese un poco más. Con 4 ó 5 minutos será suficiente. Servimos el solomillo calculando dos filetes por persona y salseando con una cucharada de la salsa de vino por encima.

Enlace a la receta | Solomillo de ternera con salsa de vino tinto

Solomillo de cerdo laqueado a las cinco especias

1366 2000 20
  • Ingredientes: 1 solomillo de cerdo, 60 ml de salsa de soja, 2 cucharadas soperas de Pedro Ximénez, 1 cucharada sopera de azúcar moreno, 1 cucharada sopera de miel, 1 diente de ajo pelado, ½ cucharada sopera de mezcla de cinco especies, 1 gota de colorante alimentario rojo (opcional), 1 cucharada de aceite para engrasar.

  • Elaboración: En un bol preparar la marinada, para ello mezclar la salsa de soja, el jerez y la miel y la gota de colorante. Disolver en el líquido el azúcar moreno y las cinco especias. Añadir el diente de ajo machacado. Colocar el solomillo en la marinada y dejarlo como mínimo tres horas o mejor toda la noche para que se impregne de sabor, dándole la vuelta varias veces. Precalentar el horno a 200 grados. Pincelar toda la superficie de una fuente refractaria con la cucharada de aceite, colocar el solomillo escurrido de la marinada pero reservando ésta. Hornear durante diez minutos. Bajar el termostato a 180 grados e ir pincelando cada poco el solomillo con la marinada durante otros treinta minutos.

Enlace a la receta | Solomillo de cerdo laqueado.

Solomillo de cerdo al vermut

1366 2000 9
  • Ingredientes 2 Solomillo de cerdo, 15 Panceta, Sal y pimienta al gusto 1 Cebolla, 2 Diente de ajo, 30 ml de Aceite de oliva virgen extra, 50 ml de Vino blanco, 50 ml de Agua, 500 ml de Vermut rojo (Para la salsa), 3 Dientes de ajo (Para la salsa), 1 cucharadita y media de Extracto de buey Bovril, y 300 ml de Nata líquida (Para la salsa)

  • Elaboración: Comenzaremos asando el solomillo de cerdo. Para eso salpimentamos la carne y la envolvemos en tiras de panceta ibérica. En una fuente de horno colocamos la cebolla cortada en aros y colocamos los solomillos encima, regamos con el aceite y asamos con el horno precalentado a 180 grados durante 20 minutos. Una vez pasado el tiempo abrimos el horno y agregamos el vino y el agua y dejamos el solomillo otros 20 minutos más. Reservamos. Mientras que se hace la carne vamos preparando la salsa. En un mortero machacamos los dientes de ajo. Salteamos el ajo en una olla con el aceite de oliva virgen extra durante tres o cuatro minutos vigilando que no se queme el ajo. Añadimos el vermut y el extracto de buey y cocemos a fuego bajo durante 20 minutos, removiendo de vez en cuando. Cuando pase el tiempo, añadimos la nata y cocemos de nuevo otros cinco minutos. Reservamos en caliente hasta el momento de servir la carne.

Enlace a la receta | Solomillo de cerdo al vermut

Pierna de cordero deshuesada al horno con hortalizas

Pierna Verduras
  • Ingredientes: 1 pierna de cordero deshuesada, 1 patata, 2 zanahorias, 1 cebolla, 1 puerro, 5 ramitas de tomillo fresco, 2 cucharadas de salsa de soja, 1 cucharada de salsa Worcestershire

  • Elaboración: Pedid al carnicero que os prepare la pierna sacándole el hueso y dejándola de una pieza. Después atad la pierna para que conserve su forma. Yo corté el "colgajo" del final para asar solamente la parte magra, guardando el trozo en el congelador para usarlo más adelante guisado con patatas y setas, uno de los platos que tanto nos gustan. Una vez dorado el exterior de la pierna deshuesada por todas sus caras, lo reservamos. Picamos las hortalizas en trozos de tamaño hermoso, y las colocamos en una fuente de hornear. Añadimos un pellizco de sal y un buen chorreón de aceite de oliva y las cubrimos con unas ramitas de tomillo. Ponemos la pierna de cordero encima, añadimos la salsa soja y el Perrins, y lo cocinamos en el horno a 160º durante una media hora. Damos la vuelta a la carne, removemos las hortalizas y añadimos el agua, dejando otra media hora a la misma temperatura. Terminamos subiendo el horno a 190º y dejando que se cocine hasta que veamos que las hortalizas están tiernas y la carne ha tomado un bonito color dorado. Fileteamos y servimos dos tajadas en cada plato acompañadas de las hortalizas como guarnición.

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Solomillos de cerdo al horno con vino, mostaza y miel

1366 2000 18
  • Ingredientes: 1 Solomillo de cerdo, 30 ml de Mostaza de Dijon, 30 ml de Miel, 30 ml de Aceite de oliva virgen extra, 150 ml de Vino tinto para la salsa, 15 ml de Mostaza de Dijon para la salsa, 15 ml de Miel para la salsa y Sal.

  • Elaboración: El primer paso para preparar el solomillo de cerdo al horno con salsa de vino, mostaza y miel es que el solomillo macere un poco con una salsa que prepararemos mezclando dos cucharadas de mostaza, dos de miel, dos de aceite de oliva y un poco de sal. Pintamos con ella la carne y la dejamos macerar unas horas. Una vez haya macerado la carne, retiramos de ella toda la salsa que nos sea posible, y la pondremos a reducir junto con otra cucharada de mostaza, otra más de miel y los 150ml de vino tinto. Hay que llevar esta salsa a ebullición y luego bajar el fuego hasta que quede una salsa espesa. Mientras se reduce la salsa, sellamos el solomillo en una sartén y horneamos a 180ºC durante 20 minutos. Servimos la carne cortada en rodajas, con unas patatas al horno, por ejemplo, y acompañada de la salsa de vino, mostaza y miel.

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Cómo organizar las comidas si estás confinado en soledad (y 14 recetas fáciles y rápidas para comer solo, pero bien)

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Cómo organizar las comidas si estás confinado en soledad (y 14 recetas fáciles y rápidas para comer solo, pero bien)

El estado de alarma declarado para frenar la propagación del coronavirus ha dejado a muchas personas aisladas de sus familiares y amigos. Ya sea por haber contraído la enfermedad, o por estar fuera de su residencia habitual, no es poca la gente que se tiene que conformar con ver a sus seres queridos por teleconferencia; y, claro está, comer solo.

Organizar las comidas para uno no es siempre sencillo. La mayoría de raciones de los supermercados están pensadas para familias, y todos los paquetes te quedan grandes. Eso por no hablar del aspecto social que rodea la comida.

Gran parte de la satisfacción de cocinar algo rico reside en ver cómo disfrutan tus invitados o familiares, pero si vas a comer solo la cosa cambia.

Si no ponemos de nuestra parte podemos caer en la más absoluta de las perezas, limitando nuestra alimentación a platos precocinados y elaboraciones muy sencillas como pasta, arroz o huevos, algo que no es muy saludable que digamos.

Por eso, aunque te haya tocado pasar la pandemia solo, te animamos a seguir algunos consejos.

Cocina Solo2

Comidas fáciles, pero eficientes

Es muy difícil pedir a alguien que se complique la vida cocinando para él mismo, pero hay algunas elaboraciones básicas que nos pueden solucionar varias comidas y nos permiten cocinar más cantidad, para no estar todo el rato bajando a hacer la compra.

Nuestro compañero Paco Becerro (Pakus) está estos días cocinando solo. Nos cuenta que está usando mucho el congelador. Los guisos de legumbres se pueden hacer en gran cantidad y congelar en raciones individuales, para ir tirando de ellas, y el pescado se puede comprar en mayor cantidad, y separar en raciones pequeñas.

También es muy útil, explica, hacer un pollo asado entero, cuya carne se puede comer en varias tandas, o con ensaladas, y usar los huesos para hacer caldo.

Por lo demás, explica, tira de recetas fáciles, que se hacen en cuestión de minutos: pasta, pescado al horno, arroces, filetes empanados, revueltos y tortillas….

Despensa

Comer saludable disfrutando

Otras personas, como Esther Miguel, editora de Magnet, tienen como prioridad mantener una alimentación saludable durante el confinamiento, algo que recomendamos encarecidamente, pues estamos en una situación en la que es muy fácil ganar kilos de más.

Miguel está siguiendo una dieta elaborada por un nutricionista, pero que responde a un criterio básico de platos sencillos, pero sabrosos y equilibrados: pescados al horno, pastas y arroces con verduras, legumbres, tortillas, carne a la plancha, ensaladas… El tipo de platos que se cocinan en cuarto de hora y te solucionan una buena comida con pocos ingredientes.

Ella prefiere, de hecho, cocinar en cada sentada, que andar acumulando tuppers: “En mi caso al menos si hago tuppers noto que luego tomo porciones más generosas o me quedo con más gusa que si he estado delante de los fogones”.

Y esto no quiera decir que nos podamos dar algún capricho. Eva Rodríguez de Luis, periodista compañera de Xataka, también esta sola, pero eso no le impide tomarse el vermú los fines de semana, con su aperitivo. El resto de la semana come saludable, pero ya que no podemos salir de bares, al menos nos queda el consuelo de simular el momento de tapeo en la medida de lo posible.

Cocina Solo1

Un recetario solitario

Para comer saludable pero rico no hace falta ser todo un cocinillas como Becerro, ni siquiera tener un “nivel usuario” y estar preocupado por la nutrición como Miguel (aunque todos deberíamos), basta conocer unas técnicas básicas que se pueden aprender desde cero y empezar por alguna de estas recetas, que puede cocinar cualquiera.

Hemos adaptado los ingredientes a raciones individuales, excepto en aquellas elaboraciones que se pueden congelar facilmente en raciones individuales o sirven para hacer otras comidas.

1. Aguacates al horno rellenos de salmón y huevo

Esta receta no tiene ningún misterio, y solociona una cena en un santiamen. Los ingredientes han sido adaptados para usar tan solo una aguacate. Si no tienes mucha hambre, puedes hacer solo una mitad y dejar el resto para otra elaboración.

Ingredientes

Para 2 unidades
  • Aguacate 1
  • Salmón ahumado 25 g
  • Huevo 2
  • Pimienta negra molida
  • Pimentón dulce
  • Eneldo fresco

Cómo hacer aguacates al horno rellenos de salmón y huevo

Dificultad: Media
  • Tiempo total 20 m
  • Elaboración 10 m
  • Cocción 10 m

Partimos los aguacates por la mitad, a lo largo, con cuidado de no cortarnos. Separamos las mitades y retiramos el hueso. Colocamos las cuatro mitades en una fuente apta para horno, separadas entre si. Cortamos el salmón ahumado en trozos del tamaño adecuado para cubrir los huecos que deja el hueso y los colocamos en su sitio. Separamos las claras de las yemas, guardando las primeras para otra elaboración (aquí podéis encontrar unas cuantas ideas). Colocamos las yemas sobre el salmón y salpimentamos. Cocemos en el horno, pre calentado a 180ºC, durante 10 minutos. Espolvoreamos con pimentón, decoramos con eneldo fresco y servimos inmediatamente.

Enlace a la receta | Aguacates al horno rellenos de salmón y huevo

2. Filetes de pollo empanados al horno

Pollo Empanado

Esta receta está adaptada para dos personas, pero una vez has rebozado los filetes aguantan en la nevera al menos 24 horas. Seguro que, además, hay más de uno que se come 350 g de pollo de una sentada, aunque entonces lo del menú saludable lo olvidamos.

  • Ingredientes: 350 g de pechuga de pollo en filetes, 1 huevo, 100 ml de leche, 5 ml de mostaza de Dijon, media cucharadita de pimentón dulce o picante, cuarto de cucharadita de comino molido, cuarto de cucharadita de ajo granulado, 75 g de panko o pan rallado, 1,5 cucharadas de copos de maíz tostado sin azúcar, 2 cucharadas de copoa de puré de patata, 1 cucharadita de oregano seco, pimienta negra molida, sal.

  • Elaboración: Para que queden mucho más crujientes, si los filetes son gruesos, podemos introducirlos en una bolsa de congelación y golpearlos sobre una tabla ligeramente con un martillo de carnes o la maza de un mortero, con cuidado de no romper las piezas. Batir los huevos en un recipiente grande y profundo con un tenedor; añadir la leche, la mostaza, el pimentón, el comino, el ajo, y salpimentar ligeramente. Batir hasta tener una mezcla homogénea e introducir el pollo, removiendo para que se cubra bien. Tapar con film y dejar en la nevera como mínimo una hora, mejor dos. Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja grande, con papel sulfurizado o de aluminio pintado con aceite. Mezclar el resto de ingredientes en otro plato o fuente para formar un rebozado homogéneo. Sacar el pollo, dejando que escurra el líquido ligeramente pero sin secarlo, y rebozar cada pieza presionando con fuerza en el rebozado. Colocar cada pieza en la bandeja y hornear durante unos 20 minutos. Girar cada filete con unas pinzas, con cuidado de no quemarnos, pasados 15 minutos. Podemos dar un golpe de gratinador subiendo la bandeja en los últimos minutos, para que se dore más.

Enlace a la reteca | Filetes de pollo empanados al horno

3. Espirales de calabacín con vinagreta de sesamo

Espaguetis

Estos espaguetis de calabacín, también conocidos como zoodles, se venden ya hechos en muchos supermercados, pero es mucho más barato, y nada complicado, hacerlos en casa. La receta está adaptada para una persona, usando dos calabacines pequeños, pero si tienes uno tirando a grande es más que suficiente.

  • Ingredientes: 2 calabacines pequeños, 2 dientes de ajo, 15 ml de aceite de oliva virgen extra, 10 ml de mostaza de Dijon, 5 ml de vinagre de manzana o Jerez, 5 ml de zumo de limón, 20 ml de tahini, miel, queso parmesano o similar al gusto, semillas de sésamo tostadas, pimienta negra molida, sal y orégano seco o fresco al gusto.

  • Elaboración: Lavar y secar bien los calabacines. Sacar los tallarines usando un espiralizador, una mandolina, un cortador manual o un pelador con dientes. Con estos últimos métodos habrá que ir girando el calabacín para sacar las tiras antes de llegar al corazón, más duro y con semillas, que podemos reservar para una crema o sopa. Disponer en un colador, echar una buena pizca de sal y remover. Dejar que escurra un poco el agua durante unos 15 minutos. Mientras, preparar la salsa batiendo en un cuenco todos los ingredientes. Probar y ajustar las cantidades al gusto. Laminar muy finos los ajos y dorarlos en una sartén con un poco de aceite de oliva, vigilando que no se quemen. Si usamos sésamo crudo, tostarlo también (1-2 cucharaditas). Escurrir bien el calabacín, pero con suavidad, y echar a la sartén. Salpimentar y dar unas vueltas ligeras. Añadir una parte de la salsa vinagreta y saltear a fuego vivo durante unos 2-3 minuto, o un poco más si se prefiere una textura más tierna. Servir con el resto de la salsa, queso recién rallado y más sésamo.

Enlace a la receta | Espirales de calabacín con vinagreta de sesamo

4. Pechugas de pollo al horno

Esta receta está pensada para dos pechugas de pollo enteras. Se pueden reducir todos los ingredientes a la mitad, pero ya que te pones es recomendable hacer las dos, comerse una caliente, y guardar la otra fría para acompañar una ensalada Cesar, servirlo con aguacate o en un sándwich.

  • Ingredientes: 2 pechugas de pollo, 1l de agua tibia, 75 g e sal, 20 g de aceite de oliva virgen extra, 5 ml de zumo de limón, 30 g de mostaza de Dijon, una pizca de pimienta negra molida, 2 cucharaditas de pimentón dulce, media cucharadita de pimentón picante, media cucharadita de comino molido, media cucharadita de ajo en polvo.

  • Elaboración: Limpiamos bien las pechugas, retirando las grasa y los tendones, y secamos con papel de cocina. Disolvemos la sal en el agua dentro de un recipiente amplio y sumergimos las pechugas, que queden totalmente cubiertas. Dejamos reposar en la salmuera entre 30 minutos y una hora. Si hace calor, mejor en la nevera. Transcurrido el tiempo de reposo retiramos las pechugas de la salmuera. Colocamos en una fuente de horno, bien secas, y rociamos con el aceite de oliva virgen extra. Añadimos el zumo de limón, la mostaza y una pizca de pimienta negra. Espolvoreamos con el resto de especias (los dos tipos de pimentón, el comino y el ajo en polvo) y frotamos las pechugas por todos lados para que queden bien cubiertas. Introducimos la fuente con las pechugas en el horno, precalentado a 200ºC con calor arriba y abajo, y cocemos durante 25-30 minutos. Volteamos a media cocción para que se hagan de manera uniforme. Retiramos del horno, cortamos en rodajas y servimos inmediatamente.

Enlace a la receta | Pechugas de pollo al horno.

5. Tomates cherry con salsa de yogur

Tomates Cherry

Hemos adaptado esta receta, pensada originalmente para dos personas, a medidas individuales. Se puede tomar sola, acompañada de pan, como una ensalada ligera, o como guarnición junto a un sencillo filete de ternera o pollo a la plancha.

  • Ingredientes: 175 g de tomate cherry, 1 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, un cuarto de cucharadita de comino en grano, media cucharadita de azúcar moreno, diente y medio de ajo, una ramita y media de tomillo fresco (o media cucharada de seco), una ramita y media de orégano fresco (o media cucharada de seco), medio limón, 175 g de yogur griego, media cucharadita de guindilla, sal, pimienta negra molida.

  • Elaboración: Enciende el horno a 200º C, con el ventilador en marcha. Mientras se calienta, coloca los tomates en un bol y mézclalos con el aceite de oliva, el comino, el azúcar, el ajo cortado en láminas finas, el tomillo, el orégano, tres tiras de piel del limón, media cucharadita de sal (si es en escamas, mejor) y una buena pizca de pimienta. Pasa la mezcla a una fuente para el horno, lo bastante grande para que quepan los tomates sin amontonarse. Cuando el horno alcance los 200ºC mete la bandeja y hornea los tomates durante 20 minutos, hasta que empiecen a tostarse y a burbujear. Pasado este tiempo, enciende el grill y gratina los tomates entre 6 y 8 minutos. La piel de los tomates debe quedar chamuscada por arriba, pero debemos estar atentos de que no se quemen demasiado. Mientras los tomates se asan, mezcla el yogur con una cucharadita de ralladura de limón y un cuarto de charadita de sal. Guárdalo en la nevera antes des servir. Es importante que esté frío. Cuanto los tomates estén listos, extiende el yogur en un plato grande o un bol poco profundo, formando un reborde alrededor. Vierte encima los tomates calientes con todos sus jugos, la peladura del limón, el ajo y las hierbas. Espolvorea un poco más de orégano y añade, si te gusta el picante, la guindilla en copos. Sirve el plato enseguida, acompañado de una barra de pan.

Enlace a la receta | Tomates cherry asados con salsa de yogur

6. Huevos en cocotte con tomate y queso de cabra

Huevos Cocotte

Estos huevos en cocotte se puede elaborar en cualquier recipiente individual que podamos meter en el horno, como una pequeña cazuela de barro o, incluso, un tupper de cristal. Las medidas, con dos huevos están pensadas para tomarlo como plato único, pero basta echar solo un huevo y reducir el resto de ingredientes a la mitad, si se quiere tomar una cena más ligera (o, también, como desayuno).

  • Ingredientes: 2 huevos, medio diente de ajo, 1 chalota, 2 tomates bien maduros o en conserva, orégano fresco o seco al gusto, tomillo fresco o seco al gusto, 20 g de queso de cabra de rulo cremoso, pimentón dulce, pimienta negra molida, sal, aceite de oliva virgen extra, pan tostado para servir.

  • Elaboración: Precalentar el horno a 170ºC y engrasar con aceite dos moldes individuales. Escoger una bandeja profunda o fuente para llenarla de agua y reservar. Pelar los tomates y sacar las semillas, si los usamos naturales, y trocear. Picar el diente de ajo y la cebolleta. Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén y pochar la cebolleta con el ajo y una pizca de sal, durante unos 3 minutos. Añadir los tomates y cocinar, removiendo de vez en cuando, a fuego medio unos 5 minutos. Añadir el tomillo, el orégano (o usar albahaca, romero...) y salpimentar. Debe quedar espeso. Llenar la base de los moldes con la salsa de tomate, formar un pequeño hueco en el centro y romper en el interior cada huevo. Puede ser más fácil si rompemos los huevos de uno en uno en un cuenco o cucharón aparte y los deslizamos desde ahí. Repartir el queso de cabra desmenuzado por encima y salpimentar. Hornear a baño maría colocando los ramekins en la bandeja con agua caliente, unos 12-15 minutos, hasta que la clara haya cuajado pero la yema siga melosa, al gusto. Servir con un poco de pimentón por encima, pan tostado y una ensalada verde o algo de jamón.

Enlace a la receta | Huevos en cocotte con tomate y queso de cabra

7. Caldo de pollo

Esta receta no está pensada para una persona, pero es quizás la elaboración más socorrida que podemos hacer si vivimos solo. Se puede congelar sin problema en botes, para tener un rico caldo en cualquier momento, pero, además, es la base de muchas otras recetas fáciles, como la sopa de ajo o la de cebolla. Además se puede utilizar para que queden más sabrosas todo tipo de legumbres. Para elaborarlo se pueden usar carcasas de pollo, o los restos de un pollo asado.

  • Ingredientes: 4 carcasas de pollo, 4 alitas de pollo, 1 puero, 1 nabo blanco, 2 cebolletas, 2 zanahorias, pimienta negra en grano, 1 hoja de laurales, tomillo y romero fresco.

  • Elaboración: Colocamos las carcasas y las alitas de pollo en una fuente y las tostamos en el horno, precalentado a 250 ºC con calor arriba y abajo, durante 30 minutos. Mientras tanto lavamos, pelamos y cortamos todas las verduras. Una vez tostado, pasamos el pollo a una cacerola amplia junto con las verduras troceadas, las hierbas y los granos de pimienta. Añadimos tres litros de agua y calentamos a fuego alto para que alcance el hervor. Entonces bajamos el fuego y cocemos durante una hora y media aproximadamente. Desespumamos y retiramos las impurezas que suelta el pollo hasta que el caldo esté limpio. Es imprescindible que el fuego esté bajo. Si el agua hierve a borbotones las impurezas se mueven demasiado, la espuma se dispersa y la tarea de limpiar el caldo se termina convirtiendo en una batalla campal. Transcurrido el tiempo de cocción dejamos enfriar el caldo antes de colar. Desechamos los tropezones y guardamos el caldo en la nevera hasta el día siguiente. Retiramos la grasa que, con el frío, ha solidificado en la superficie y colamos el caldo para limpiarlo aún más. Ahora tan solo queda salpimentar el caldo de pollo ligero al gusto y listo para tomar por sí solo o usar en otras elaboraciones.

Enlace a la receta | Caldo de pollo

8. Bacalao al horno

Bacalao

Esta receta de pescado al horno está pensada para el bacalao, un pescado muy socorrido estos días, pues se puede comprar salado e ir hidratando poco a poco en raciones individuales. Hemos adaptado la receta a 225 gramos de pescado, perfecto como ración en plato único para una persona.

  • Ingredientes: 225 g de bacalao desalado (o fresco), media cebolla, medio pimiento rojo tipo morrón, 2 dientes de ajo, 1 guindilla de cayena, 1 hoja de laurel, aceite de oliva virgen extra, pimienta negra molida, sal y vino blanco (opcional).

  • Elaboración: Precalentar el horno a 180ºC y preparar una fuente de vidrio o similar. Cortar la cebolla en juliana y el pimiento lavado en tiras, desechando las semillas y filamentos internos. Laminar los ajos, reservándolos aparte. Combinar las verduras en la fuente, salar ligeramente, añadir el laurel y un chorro generoso de aceite de oliva. Mezclar bien y hornear 10 minutos; remover y continuar el horneado unos 8-10 minutos más, hasta que la cebolla esté bien tierna. Mientras tanto, preparar el pescado secándolo con papel de cocina y dejando que se atempere un poco. Colocar sobre las verduras, añadiendo otro chorrito de aceite por encima y, si tenemos, un poco de vino blanco. Devolver al horno. Preparar un refrito de ajos mientras el pescado se cocina. Calentar un fondo de aceite en una sartén pequeña y cocinar los dientes laminados con las cayenas a temperatura suave, cuidando que no se quemen. Deben quedar dorados y crujientes. Cuando el bacalao esté listo, tras unos 15-20 minutos, según el grosor, echar el contenido de la sartén por encima del pescado y servir inmediatamente.

Enlace a la receta | Bacalao al horno.

9. Lentejas con verduras

Lentejas

Estas lentejas prescinden de nuestro querido chorizo, pero están que te mueres. Hemos calculado las cantidades para unas dos raciones, pues se trata de un plato que se puede congelar perfectamente para disfrutar más adelante (nada te impide, claro, hacer más cantidad y tener para más ocasiones).

  • Ingredientes: 175 g de lentejas pardiñas, 1 diente de ajo, 1 hoja de laurel, media cebolla, zanahoria y media, medio pimeinto rojo, medio pimiento verde, agua o caldo, sal, pimienta negra molida, media cucharadita de pimentón dulce.

  • Elaboración: Pelamos y lavamos todas las verduras y, en el caso de los pimientos, despepitamos. Las introducimos en una olla a presión junto con las lentejas (sin remojar), el pimentón y la hoja de laurel. Añadimos suficiente agua, caldo de verduras o mezcla de ambos para cubrir los ingredientes y cerramos la olla, colocando la válvula en la posición 2. En el momento en que empiece a salir el vapor, bajamos la intensidad del fuego (medio alto) y contamos 15 minutos. Apagamos el fuego y dejamos que el vapor salga lentamente. Cuando esto ocurra, abrimos la olla y retiramos las verduras. Al estar enteras, esto resultará fácil. Si preparáis las lentejas en una olla tradicional, el procedimiento es el mismo a excepción del tiempo de cocción que será mayor: 50 minutos y con la tapadera puesta. Esto permite comprobar el punto en cualquier momento. Trituramos las verduras con un poco de líquido de la cocción con una batidora de brazo. Podemos pasar el puré resultante por un colador o devolverlo tal cual a la olla. Salpimentamos al gusto, damos un último hervor para homogeneizar y servimos.

Enlace a la receta | Lentejas guisadas sin grasas

10. Patatas al horno con queso

Esta receta de patatas asada es muy versatil, y se puede tunear con todo tipo de rellenos. Esta versión es vegetariana, pero si quieres hacerla más contundente puedes añadir a esta misma receta beicon, carne picada o, incluso, chorizo. Hemos adaptado los ingredientes a una sola patata, una ración perfecta para una persona (las cantidades del vídeo son para cuatro personas).

  • Ingredientes: 1 patata mediana, aceite de oliva, pimienta negra molida, sal, 1 huevo, cuarto de cucharadita de mostaza de Dijon, dos champiñones laminados, 10 g de queso de cabra, 10 g de queso mozzarella, perejil fresco, creme fraiche para servir (opcional).

  • Elaboración: Lavamos y secamos la patata, colocamos en una fuente de horno y rociamos con un poco de aceite. Asamos la patata en el horno a 170º C durante 45-60 minutos o hasta que esté tierna. Retiramos y dejamos atemperar. Cortamos la parte superior de la patata y vaciamos en un cuenco. Machacamos con un tenedor y añadimos los champiñones, limpios y picados, los huevos batidos, la mostaza, el queso de cabra y unas hojas de perejil fresco picado. Salpimentamos al gusto. Rellenamos la patata con la mezcla anterior, de manera generosa (sobrará relleno al que podemos añadir más huevo y cuajar como una tortilla). Espolvoreamos con la mozzarella rallada y horneamos nuevamente a 170º C hasta que la superficie esté dorada. Servimos caliente.

Enlace a la receta | Patatas al horno vegetarianas.

11. Salmón al horno en papillote

Salmón al Papillote

Esta receta es muy sencilla de preparar en raciones individuales, ya sea en un recipiente de tipo Lekue, o con papel de plata. Si queremos ahorrar viajes a la pescadería, podemos comprar un lomo entero, y congelarlo en raciones individuales, para hacer esta receta, o cualquier otra.. Esta receta se puede hacer también en microondas en un recipiente adecuado (obviamente, no en papel de plata).

  • Ingredientes: 100 g de salmón fresco limpio, 50 g de cebolla, medio pimiento verde italiano, 1 zanahoria, pimienta negra y sal.

  • Elaboración. Cortamos las verduras limpias en bastones finos o juliana, del mismo tamaño. Las colocamos en un estuche de silicona o en un paquete hecho con papel de horno o de aluminio. Para hacerlo, cortamos una pieza de unos 60x30 cm y la doblamos por la mitad. Añadimos un poco de sal, un chorrito de vino, otro de aceite de oliva y un poco de agua. Colocamos el salmón cortado en trozos de unos 50 o 60 g cerramos el estuche o paquete con unos pliegues que aseguren que vaya a quedar más o menos hermético. Cocinamos en el microondas a 4 minutos a máxima potencia o en horno precalentado a 200º C durante unos 15 minutos.

Enlace a la receta | Salmón al horno al papillote.

12. Pasta con garbanzos

Pasta Ceci

Este tradicional plato italiano es la mar de reconfortante, es fácil de preparar, y es genial como plato único en la comida. Hemos adaptado las cantidades para dos raciones normales o una si eres de buen comer. Y si sobra seguro que te apetece repetir al día siguiente.

  • Ingredientes: Un diente de ajo, 22 ml de tomate concentrado, media cucharadita de romero seco, 200 g de garbanzos cocidos escurridos, 75 g de pasta para sopa, tipo tiburón o ditalini, 300 ml de agua, sal, aceite de oliva virgn extra, chul en copos o cayena al gusto.

  • Elaboración: Calentar un buen fondo de aceite de oliva en una cazuela y cocinar los ajos enteros, pelados, dejando que se doren bien pero cuidando de que no lleguen a quemarse. También podemos echar un par de ajos asados o confitados previamente, si los tenemos. Añadir la pasta de tomate concentrado con una pizca de sal y romero y mantener la cocción, removiendo constantemente, a fuego medio, dejando que se disuelva en el aceite y suelte todo su aroma, alrededor de 1 minuto. Aplastar los ajos, remover y echar los garbanzos escurridos. Remover bien, con suavidad, rascando el fondo de la cazuela, y cubrir con el caldo o agua. Podemos echar más o menos cantidad según queramos una sopa más caldosa o, más tradicional, tipo guiso. Cuando llegue a ebullición, añadir la pasta y remover. Cocinar el conjunto a fuego suave hasta que la pasta esté cocida o el caldo haya reducido al gusto. Corregir el punto de sal y servir con copos de chile o unas cayenas desmenuzadas, y un poco de romero seco.

Enlace a la receta | Pasta e ceci

13. Fritada riojana

Fritada

Esta especie de pisto que se prepara en La Rioja es más sencillo de preparar que su versión manchega y es perfecto para servir con arroz, una pechuga de pollo o unos buenos huevos fritos. Hemos calculado la cantidad para una ración, pero se puede hacer más cantidad si se quiere usar como guarnición más días (aunque como lleva tomate y mucho agua no congela bien).

  • Ingredientes: 1 diente de ajo, media cebolla, medio pimiento verde, 2 tomates pera, aceite de oliva virgen extra, sal y azúcar (opcional).

  • Elaboración:: Pelamos y picamos los dientes de ajo y la cebolla. Calentamos un poco de aceite de oliva en una cacerola o sartén y pochamos ambos a fuego suave. Mientras tanto lavamos el pimiento, retiramos las semillas y el pedúnculo y lo troceamos. Añadimos a la sartén, removemos y continuamos pochando. Pelamos los tomates y los troceamos. Agregamos a la sartén y sazonamos al gusto. Si los tomates son muy ácidos podemos añadir un poco de azúcar para equilibrar (opcional). Dejamos cocer todas las verduras a fuego muy suave durante 25-30 minutos o hasta que estén tiernas y el tomate forme una salsa cremosa.

Enlace a la receta | Fritada riojana

14. Ensalada Waldorf

Esta ensalada es muy socorrida, y es genial como plato único en la comida o cena. De nuevo, hemos adaptado las cantidades para una sola persona (en el vídeo los ingredintes son para dos).

  • Ingredientes: 1 cogollo de lechuga, 1 rama de apio, media manzana, 30 g de nueces peladas y tostadas, 30 g de uvas pasas sultanas, media yema de huevo, 30 g de mayonesa, 12 g de leche evaporada.

  • Elaboración: Tostamos las nueces en una sartén y reservamos mientras se enfrían. Mezclamos la yema de huevo con la mayonesa y la leche evaporada. Cortamos el apio en tiras y las manzanas en bastones. Mezclamos con la salsa. Lavamos los cogollos de lechuga, retiramos las hojas externas y colocamos las mejores hojas en la base de una fuente de servir. Colocamos las nueces troceadas por encima y, en caso de usarlas, también las uvas pasas. Podemos guardar en la nevera durante un par de horas o servir inmediatamente. Al gusto.

Enlace a la receta | Ensalada Waldorf.

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Cómo congelar pescado y marisco en casa de manera correcta y segura

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Cómo congelar pescado y marisco en casa de manera correcta y segura

Aunque el pescado fresco es una delicia, hay muchas razones de seguridad alimentaria que nos recomiendan proceder a congelarlo, antes de consumirlo, para evitar así los riesgos del anisakis. Pero ¿sabes cómo congelar el pescado para mantener su calidad y propiedades? Te damos las claves.

La protección contra el anisakis no es la única razón por la que congelamos habitualmente el pescado y como nos explicó Mónica Carrera, del Instituto de Investigaciones Marinas, también es suficiente con cocinarlo superando los 60ºC de temperatura en su interior.

Como no siempre tenemos ocasión de comprar el pescado fresco cada vez que lo vamos a consumir, en ocasiones compramos más cantidad de la necesaria, porcionándolo y congelándolo, dejando en la nevera el que vamos a consumir y congelando el resto para cuando vayamos a cocinarlo.

Sea cual sea la razón por la que vayas a congelar pescado fresco, te damos nuestros consejos para hacerlo de forma correcta para que, cuando lo vayas a consumir, esté en perfecto estado para su consumo.

Estas son las claves para congelar pescado y marisco

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Para congelar el pescado y el marisco de forma que puedas disfrutar de todo su sabor y propiedades nutricionales cuando lo descongeles y lo vayas a cocinar, es importante que tengas en cuenta nuestros siguientes consejos:

1. Congela el pescado lo antes posible

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Es importante que no guardes el pescado unos días en tu nevera para después congelerlo. Para una correcta congelación el tiempo transcurrido entre la captura y el congelado debe ser el mínimo posible por lo que según llegues de la pescadería debes congelar las piezas que no te vayas a comer en uno o dos días.

2. Antes de congelar el pescado

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Lo primero que debes hacer es lavar bien el pescado poniéndolo bajo el grifo de agua, para retirar escamas y restos de sangre que puedan haber venido en el envoltorio de la pescadería. Si no lo hizo ya el pescadero, también es necesario que quites todas las vísceras. Seca el pescado antes de congelarlo para que no tenga humedad.

3. No es lo mismo congelar pescados enteros que pescados en trozos

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Dependiendo de el uso que vayas a dar al pescado es conveniente que lo tengas listo para cuando lo vayas a cocinar. Por eso es mejor que congeles las piezas de ración o las que vayas a cocinar en el horno enteras, para que estén así cuando las vayas a consumir.

Para las piezas que quieras consumir en rodajas, delicias, lomos, etc, es preferible que las cortes en las porciones deseadas y después las congeles ya en trozos. Aquí puedes aprender cómo trocear un salmón entero para su máximo aprovechamiento y aquí tienes los consejos para porcionar correctamente una merluza entera.

4. Al congelar el pescado y el marisco, recuerda este consejo

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Guarda el pescado y el marisco en la zona más fría del congelador, -suele ser el primer cajón- y, dependiendo de la cantidad de pescado que metas en este elecrodoméstico, dale al botón de potencia máxima durante una hora, para que los alimentos que metes no hagan bajar la temperatura de lo que ya tienes congelado.

5. En qué recipiente se debe congelar el pescado

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Puedes congelar el pescado y marisco utilizando todo tipo de envases como bolsas de plástico para congelación, envolviendo las piezas en papel de aluminio, utilizando fiambreras o tuppers herméticos, etc, según tus necesidades.

Si utilizas bolsas de plástico es preferible que tengan cierre zip o que una vez cerradas las asegures con unas gomas. Si eliges otros sistemas, lo importante es que consigas un cierre hermético que evite que entre humedad o que se salgan jugos y olores...

Es importante que no haya mucho aire en contacto con el pescado, por lo que si es posible recomendamos que uses paquetes o envoltorios que puedas vaciar al máximo como bolsas o recipientes al vacío.

6. Etiquetado de lo que congelamos

Aunque creas que te vas a acordar es preferible apuntar qué tipo de pescado es y la fecha en que se ha congelado. Ten en cuenta que el pescado congelado se puede consumir hasta 6 meses después de su congelación, -siempre que sea a una temperatura de -18ºC- y así sabrás cuando te conviene sacarlo para ser consumido dentro de su fecha preferente.

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Aunque lo mejor es comprar el pescado que se vaya a consumir en el momento, hay veces que nos interesa comprar un pescado entero porque esté en oferta y eso hace aconsejable su congelación, al menos de la parte que no se vaya a consumir inmediatamente. Aplicando estos consejos para congelar pescado, podrás estar seguro de que cuando lo vayas a preparar estará casi igual que si lo hubieran pescado el día anterior.

7.Descongelado del pescado

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Ya os contamos que algunos pescados grasos como el salmón pueden cocinarse directamente sin descongelar previamente, pero en general, tan importante como congelar bien es descongelar correctamente el pescado y el marisco. Para ello, no debes sacar el pescado del congelador a temperatura ambiente sino dejar que se descongele lentamente en el frigorífico durante 24 horas y al día siguiente lo tendrás como si estuviera fresco.

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Imagenes | Pixabay.com y Directo al Paladar

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